VIOLENCIA VERBAL
Enviado por paulandresacuna • 26 de Diciembre de 2012 • 2.844 Palabras (12 Páginas) • 1.019 Visitas
Violencia verbal
Introducción
Me atrevería a asegurar que todos, en algún momento de nuestra vida, hemos sufrido este tipo de violencia. El maltrato verbal suele ser tan sutil que a veces no nos damos cuenta cuando lo realizamos o cuando lo padecemos. Quién va a pensar que un miembro de nuestra familia (a quien queremos y quien, sin lugar a dudas, nos quiere) nos está descalificando o maltratando. Este tipo de conducta deja heridas muy profundas en quien las recibe, y puede llegar a condicionar todas nuestras acciones.
Gracias a una excelente iniciativa, en estos días vemos por TV un anuncio que intenta concientizar acerca del maltrato verbal, en este caso, a los niños (puedes ver el video aquí). Lógicamente, los niños son los más afectados por este tipo de actitudes, ya que ellos creen todo lo que los adultos les decimos. Si un niño crece pensando, por ejemplo, que no sirve para nada, que su hermano es más inteligente que él o que es un tonto, pues reflejará esto (y más) en su vida adulta. Adoptará conductas para validar esto que le han dicho sus mayores.
Asimismo, me parece importante prestar la debida atención a las dos aristas de esta problemática.
Por un lado, está el maltrato verbal que una persona ejerce, en muchos casos, sin darse cuenta del mal que realmente está causando. Quien descalifica a su semejante, desmerece sus logros e incluso le falta el respeto, ya sea como intento de manipulación, de mostrar su supremacía, de dependencia o la razón que fuera, no será por esto alguien con más poder real ni aumentará su importancia: lo hará ver como una persona mediocre que solo proyecta sus inseguridades de mala manera. Si en algún momento te das cuenta de que estás tratando a alguien de una manera que no desearías y lo lastimas con tus comentarios, pues bien vale la pena hacer el esfuerzo e intentar darle buen trato por uno o dos días… verás el hermoso resultado que obtienes.
Por el otro lado, quienes sufren de violencia verbal desarrollan sus personalidades como pueden, más que como quisieran, suelen ser personas inseguras, en casos retraídas, con baja autoestima (ya que, con el tiempo, se convencen de que lo que les dicen es verdad), con vacíos internos que intentan subsanar de distintas maneras (por ejemplo, buscando una pareja que las siga maltratando). La firme determinación de cambiar este patrón es el primer paso hacia una vida más plena, ¡bien posible! Hay muchos centros de ayuda y profesionales dispuestos a extender la mano para que la pesadilla quede, definitivamente, en el pasado.
Pero alguna vez te has preguntado ¿Qué actitud tomas frente a la violencia verbal?
Violencia verbal, heridas invisibles
La palabra tiene poderoso efecto en la conducta, ya que influye sobre quien la pronuncia y afecta e involucra a quien la recibe, penetrando en sus emociones. Cuando en un diálogo de pareja predominan frases ofensivas, burlonas o humillantes, estamos frente a violencia verbal.
Es como una paliza que no deja evidencias a la vista, y la víctima que la vive es perseguida con amenazas, injurias, calumnias, gritos, insultos, descalificaciones, desprecios, burlas, ironías, críticas permanentes y acciones para socavar su seguridad y autoestima.
Estamos acostumbrados a pensar que violencia es algo que se refiere únicamente a los golpes, a las agresiones físicas. Sin embargo, dejamos de lado una forma mucho más directa y cotidiana que tiene que ver con nuestra manera de hablar. No sólo nos referimos a lo que decimos, sino a cómo y con qué intención lo hacemos.
“El abuso verbal puede ser directo o sutil, y los comentarios se pueden hacer de manera hostil, con enojo o, incluso, con una sonrisa. Debemos entender este punto, porque cuando nos abusan ‘cariñosamente’ nos duele, pero no sabemos bien por qué”, explica el Dr. Noel Arce Noriega, especialista en Psicología Clínica egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el Distrito Federal.
Oculto, pero hiriente
La violencia verbal es más difícil de percibir porque no deja cicatrices físicas, amén de que suele efectuarse en privado. Con frecuencia, la víctima es mujer y el perpetrador del abuso es varón, cuyo objetivo es hacer que la otra persona se sienta humillada, equivocada o mal, mientras que él se siente mejor.
De acuerdo con la estadounidense Patricia Evans, especialista en relaciones interpersonales y autora del libro El abuso verbal, este tipo de violencia se caracteriza por:
Atacar la naturaleza y las capacidades de la pareja, lo que ocasiona que con el paso del tiempo, la persona agredida comience a creer que hay algo malo con ella o sus capacidades.
Ser abierto (mediante insultos y arranques de ira) o encubierto (a través de comentarios sutiles, con un efecto similar a un “lavado de cerebro”). El primero suele incluir reproches y acusaciones, en tanto el segundo es agresión oculta para ejercer control sin que la pareja se dé cuenta.
Ser manipulador, pues pueden hacerse comentarios despectivos en forma sincera e interesada.
Ser imprevisible, lo que ocasiona que la pareja quede aturdida, atónita y desestabilizada por el sarcasmo, frase hiriente, desprecio o comentario injurioso.
Expresar doble mensaje, ya que existe incongruencia entre la manera en que habla el abusador y sus verdaderos sentimientos. Por ejemplo, puede sonar muy sincero y honesto mientras está diciendo a su contraparte lo que tiene de malo.
Aumentar en intensidad, frecuencia y variedad: la violencia inicia con frases despectivas, disfrazadas de chistes, y puede escalar hacia el abuso físico, comenzando con empujones “accidentales”.
Categorías
Existen diversas formas de ejercer la violencia verbal. De acuerdo con el Dr. Arce Noriega, se agrupan de la siguiente manera:
Retener. Si una pareja retiene información y sentimientos, entonces el vínculo matrimonial se debilita. El abusador que se rehúsa a escuchar a su pareja le niega la experiencia y la deja aislada.
Rebatir. Quien ejerce la violencia verbal ve a su pareja como adversario, por lo que con frecuencia se le corrige en todo lo que dice y hace.
Rebajar. Puede ser una forma sumamente insidiosa de abuso verbal, porque niega y distorsiona la percepción real de la pareja del abuso, lo cual es sumamente destructivo. A veces va disfrazada con humor, pero su efecto humillante hiere a la persona.
Bloquear y desviar. El abusador verbal rechaza todo tipo de comunicación, dictamina lo que puede ser discutido o retiene información. Puede impedir toda posibilidad de resolver conflictos mediante el aislamiento y el desvío.
Acusar y culpar. Se le responsabiliza a la pareja de hacer algo malo o alguna violación de los acuerdos básicos de la relación.
Juzgar
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