Bulling, violencia verbal o física

El así llamado “bullying” es una forma de  acoso físico y/o psicológico que algunos alumnos ejercen de modo continuado sobre uno de sus compañeros es, por desgracia cada vez más frecuente, ante la pasividad o indiferencia de los profesores y la negación de los hechos por parte de muchos de los padres de los alumnos implicados.

Es otra manifestación de una cultura en la que la violencia verbal o física junto a la mentira se convierten en los parámetros de éxito y de dominio sobre los demás. Una cultura y una mentalidad que tantos jóvenes aprenden no sólo en la televisión, en internet o en la calle, sino por desgracia en sus hogares, cuando el insulto, la amenaza, los gritos, las discusiones y la ausencia de valores cristianos son el aire y el alimento que habitualmente respiran y toman.

-          ¿Quiénes son los niños o adolescentes que hacen esto? Son aquellos que por falta de exigencia en sus familias, o de cariño o por inseguridad personal se afirman en el grupo de amigos o compañeros molestando, burlándose de otros sin razón, logrando con ello popularidad, liderazgo en el grupo y falsa afirmación personal, suele ser un líder negativo y por eso es un niño o adolescente con problemas personales o familiares no bien identificados o resueltos. A esto se añade la malicia que por desgracia se contagia entre niños o adolescentes de un modo irracional. Y por último, y más grave, por una auténtica negación de los valores cristianos del respeto, la benevolencia y la caridad.

-          ¿Quiénes son las víctimas de este acoso?  Por lo general niños o adolescentes de temperamento tranquilo, no necesariamente tímidos o retraídos, quizás sin mucho liderazgo, que sin ningún motivo suficiente son “elegidos” como blanco de las burlas y/o aislamiento por parte del grupo de los que acosan. Niños que a lo mejor tampoco tienen mucho respaldo familiar o no son capaces de exteriorizar con claridad y detalle lo que sufren o lo hacen mucho tiempo después de estar padeciéndolo

-          ¿Por qué los maestros, directores de escuela y otro personal docente no actúan y corrigen estos abusos? Falta de interés en esta problemática, falta de vigilancia adecuada, falta de capacitación específica para ayudar a todas las partes implicadas, falta de comunicación abierta y frecuente con las familias, presiones externas para no corregir estos abusos

-          ¿Qué se puede hacer? Afrontar la situación como es, sin ocultarla, sin dramatismos, exageraciones ni negaciones; evitar siempre que sea posible las confrontaciones inútiles, no es con amenazas ni enemistades como se resuelven estos problemas; orar y pedirle al Dios la caridad y la concordia y apelar a la autoridad académica para que sepa imponer la disciplina y las normas de convivencia que tienen que estar presentes en todo centro educativo.

ANDREI DAVID BALAM SOSA

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