VIOLENCIA ESCOLAR

Violencia escolar

La violencia perturba el normal funcionamiento de las escuelas y es uno de los temas que se plantea diariamente en las aulas. En los últimos años su magnitud parece haber aumentado, y no se trata de una novedad.

. Sus causas son múltiples y se identifican con una gran cantidad de factores que van desde el desarrollo psicofísico del individuo hasta la estructura económica, social y política de las sociedades.

Es importante aclarar que para que podamos hablar de violencia es necesario que haya una agresión, física o verbal, de un alumno o grupo de alumnos hacia otro (golpes, insultos, amenazas, vandalismo, etcétera).

En toda situación de violencia escolar podemos visualizar tres factores desde los cuales ingresar al análisis y a la búsqueda de causas. Estos factores son las relaciones interpersonales, las relaciones del individuo con su grupo familiar y las relaciones escolares propiamente dichas. En principio, cada vez que la violencia aparece, debemos identificar elementos perturbadores en cada uno de estos factores, que interactúan en forma permanente.

Sin lugar a dudas, los orígenes del incremento de la violencia escolar manifestado en los últimos años pueden encontrarse en la estructura económica de las sociedades que pueden adquirir características violentas. La falta de oportunidades y la desocupación creciente, son condicionantes que golpean duramente a las familias en las cuales crecen los niños. Y esto puede desembocar en conductas violentas y agresivas también en los más pequeños.

Frente a este panorama cada vez más grave y complicado se ubica la escuela, ya que la violencia es un elemento que está presente en diferentes ámbitos de la esfera social,

Muchas veces hablamos de la escuela como una institución que colabora con el desarrollo natural del individuo. La asistencia de los niños a la escuela es, en nuestra sociedad, una experiencia tan común que pocos de nosotros nos detenemos apenas a considerar lo que sucede cuando están allí.” (Philip Jackson). Tendemos a asumirla como una etapa inseparable en la vida del individuo, a la que sólo podemos objetar o analizar en los aspectos más comunes de los planes de estudio, las reformas pedagógicas, el cambio de los contenidos educativos, etc. características formadoras de conducta

La escuela posee características como la organización espacio-temporal del aprendizaje, distribución en grados, sistema de triunfos y fracasos , la institución escolar actúa sobre poblaciones, sobre grupos, a pesar de sus instancias individualizadoras.

Este rasgo no debe conceptualizarse como necesariamente negativo, sino que es importante observar el distinto impacto que puede tener sobre los diferentes individuos que componen esas poblaciones

El accionar sobre colectivos conlleva algunos riesgos, las diferencias culturales afloran permanentemente muchas veces los planes de estudio y, con mayor frecuencia, los educadores, no parecen suficientemente capacitados para afrontarlas. Estas cuestiones pueden ser generadoras de violencia si no son encaradas en forma adecuada (Debarbieux, 1997).

También puede verse este problema en las enormes diferencias de clase entre los alumnos. Al aplicar los mismos métodos de evaluación estandarizados y las mismas exigencias individualizadoras, la escuela termina reproduciendo desigualdades que están presentes en la sociedad. El panorama es así doblemente injusto: alumnos que no poseen

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