Ensayo de "El laberinto de la soledad"

¿Muerte de perro o religiosa?

El mayor arrepentimiento de tu vida, legara cuando te des cuenta que no fuiste feliz

Anónimo

En su tercer capítulo “Todos los santos, todos los muertos” Paz nos habla la muerte, el como algunas veces llegamos a arrepentirnos, sentirnos satisfechos, o inconclusos; también de como decimos la frase “Dime como moriste y te diré como viviste” y es que la muerte es el punto culminante de nuestra vida y el cómo hayamos vivido será el factor decisivo de como la tomaremos.

“Nuestra muerte ilumina nuestra vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo nuestra vida. Por eso cuando alguien muere de muerte violenta, solemos decir: "se la buscó". Y es cierto, cada quien tiene la muerte que se busca, la muerte que se hace. Muerte de cristiano o muerte de perro son maneras de morir que reflejan maneras de vivir.” (El laberinto de la soledad, Paz, 1950, pp.73)

En esta cita el autor nos dice que si disfrutamos nuestra vida y la vivimos como queremos, nuestra muerte será igual, moriremos satisfechos y tranquilos; aun que esto no pasa con personas que viven amargadas con la vida, aquellas personas tendrán lo que se llama “muerte de perro” lo que esto nos dice que morirá solo y agonizando por no haber vivido su vida como quería.

Esto es lo que tendríamos que preguntarnos en momentos de nuestra vida, saber si somos felices, si estamos haciendo cosas que cuando estemos apunto de morir los recordemos y nos provoque una sonrisa en la cara. Aunque la muerte no siempre se tomó de esta manera:

“Para los antiguos mexicanos la oposición entre muerte y vida no era tan absoluta como para nosotros. La vida se prolongaba en la muerte. Y a la inversa. La muerte no era el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección eran estadios de un proceso cósmico, que se repetía insaciable.” (El laberinto de la soledad, Paz, 1950, pp.73)

¿Acaso esta es la manera en la que tendríamos que sobrellevar la muerte?, si bien es cierto que esta idea nos brindaría una segunda oportunidad de vivir, pero cuando estamos apunto de morir, nada es certero, y también terminaras preguntándote si hiciste todo lo que quisiste y disfrutaste la vida.

En conclusión, hay que disfrutar nuestra vida, solo por si acaso no existe la resurrección, o un limbo, o algo que nos indique nuestras creencias, para no arrepentirnos, y temer una muerte digna, ya que es lo único que nos quedara, nuestros recuerdos y experiencias.

Referencias

Paz, O. (1950). El laberinto de la soledad. Mexico: Fondo de cultura económica .

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