Ensayo sobre la ceguera análisis

Visión y Ceguera social

José Saramago es un gran narrador y ensayista portugués del siglo XX que escribió, en 1995, Ensayo Sobre la Ceguera. Este texto, como su nombre lo indica, narra la historia de unos personajes que se han quedado ciegos y que lo ven ahora todo blanco. Todo comienza con un señor que repentinamente pierde la vista en un semáforo y esto desencadena una epidemia que va contagiando a cualquiera que tenga contacto con algún infectado. Los primeros enfermos son puestos en cuarentena para evitar el brote, aunque en el libro se evidencia que eso tan solo es un intento fallido ya que la gente continúa contagiándose. Dentro de este primer grupo se encuentra el médico al cual el primer ciego asistió y su esposa, la mujer que nunca pierde la vista. Dentro del centro en el que están, se desencadenan una serie de conflictos y problemáticas que reflejan los instintos y acciones más carnales e inhumanas que desgraciadamente están presentes        z en el ser humano. El autor hace una fuerte crítica social, representando por medio de una historia ficticia una realidad que se vive día a día pero que cuesta abrir los ojos para aceptarla. Esta es: la ceguera social.

Esta condición social vuelve ignorantes a quienes la padecen no porque carezcan del conocimiento o el intelecto, pero sí porque prefieren conformarse con lo que ya saben, o simplemente se cierran e ignoran cualquier consecuencia que las decisiones de estos puedan generar en los demás. Asimismo, cuando la sociedad esta ciega, llena de libertades a aquellos personajes que notan esto y se aprovechan de estas situaciones. Ejemplos de esto lo podemos evidenciar diariamente en la política colombiana que ha sido testigo de varios escándalos de desfalcos y corrupción. Lo peor de todo es que lamentablemente se sigue permitiendo estos comportamientos porque, aunque sean públicos, comentados, e incluso criticados, dentro de poco se volverá al estado de ceguera y se volverá a ignorar tal como era antes. Por otra parte, con la gente que nos rodea, así sean apreciemos, a menudo “se suele olvidar lo bueno que hace una persona cuando algún día se equivoca”^[1]. También, “el individualismo marcado en nuestra cultura puede llevar a la competitividad, al arribismo y en algunos casos, a la necesidad de ejercer poder sobre los demás”^[2]. Todos estos comportamientos que genera la ceguera social son en detrimento del respeto, la hermandad y la tolerancia.

Por el contrario, encontramos a la visión, que más allá de esa condición fisiológica que la mayoría de los seres humanos poseen; hace referencia a la conciencia que es generada en la sociedad acerca de un tema o los efectos de sus acciones. Por ejemplo, un avance necesario pero que aún necesita de mucho desarrollo es la concientización acerca del cambio climático y todos los daños ambientales que el desarrollo industrial ha generado en diferentes lugares del mundo. Al principio, esto era la última preocupación del hombre, pues el desarrollo estaba en auge y lo único importante era generar máquinas y ganar dinero. Poco a poco, comenzó a haber preocupaciones por el medio ambiente. De hecho, el año pasado se llevó a cabo la cumbre mundial en Paris por el cambio climático donde más de 190 países firmaron un acuerdo para regular el incremento en la temperatura; y no cabe duda que entre más crítica sea la situación más atención tendrá -esperando a que, por supuesto, no sea demasiado tarde-. Esta misma conciencia, genera por sí sola restricciones en las actividades de los demás. Pues siempre se está pendiente de no afectar a los demás, y los demás de no ser afectados. Esto genera un balance donde el bien general siempre prima y se deben hacer ciertas concesiones para tener un entorno sano.

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