Festejo se convierte en tragedia
Enviado por Carloz Ramirez • 13 de Noviembre de 2016 • Resumen • 1.327 Palabras (6 Páginas) • 257 Visitas
Crónica:
Festejo se convierte en tragedia
Caía la noche en la ciudad, la música comenzaba a sonar por la calle, los invitados comenzaban a llegar con los regalos para el festejado sin imaginar el desenlace que esta trágica historia iba a tener. La vida del pequeño Miguelito terminó de manera trágica, luego de que pistoleros arribaran al lugar y le arrebataran la vida tras una serie de disparos contra su domicilio al momento de la fiesta.
El hogar de Miguelito se encontraba adornado con cientos de globos azul y amarillo colores favoritos del chiquillo por su afición a un equipo de la región, portando el jersey oficial de su equipo, era como el pequeño recibía a sus invitados. Sonriente, feliz, alegre. Sin ninguna preocupación.
Miguelito era un niño feliz. Su afición por el equipo de Tigres había hecho que la fiesta fuera con esa temática, pues además de él traer la camiseta bien puesta y bien tatuada en la piel y en el alma, en el lugar había banderas del equipo auriazul, además de que se pintó de azul y amarillo también el porche de la casa. De hecho, durante el festejo, corría el rumor de que alguno de sus ídolos del equipo se iba a presentar. Muchos dicen que se trataba de André Pierre Gignac, otros mencionaban que sería Damián Álvarez, aunque algunos otros confirmaban de manera tajante y sin ningún tipo de rodeo, como si ellos fueran algún familiar del jugador o algo por el estilo, que el futbolista que se iba a presentar sería nada más y nada menos el oaxaqueño y mediocampista por derecha y además seleccionado nacional de la camiseta verde de México, Javier Aquino. A pesar de estos nombres que surgieron, Miguelito no esperaba a nadie más que a su jugador ídolo, ese jugador que siempre ha admirado y que siempre menciona que es cuando juega con sus amiguitos al fútbol: José ‘La Palmera’ Rivas.
Sí, el defensa central canterano de Tigres era el ídolo de Miguelito y él deseaba de todo corazón que José se hiciera presente en su cumpleaños.
Los inflables cargaban el peso de la alegría de aquellos inocentes que sin alguna preocupación brincaban hasta gastar toda la energía que traían consigo. Ellos, los invitados, junto con el pequeño Miguelito, eran felices. Muy muy felices.
El show estaba a punto de comenzar, los niños se encontraban emocionados por el espectáculo, uno por uno fueron acomodando su silla buscando en el mejor lugar disponible, y después de varios minutos lograron concentrar su mirada en la figura central. Un payasito.
El reloj marcaba las 16:00 horas, justo cuando el payaso tomó el micrófono, y se disponía a comenzar con el show y a hacer reír a todos los invitados, un fuerte ruido llamó la atención de los presentes, parecía que estaban ‘quemando llanta allí afuera. De manera sorpresiva, el ruido fue incrementando hasta el punto en que rodeó a los invitados. El momento en la fiesta de Miguelito se volvió de puro terror. Como un cuento macabro. Todo se tornó así. Un gran momento de terror.
Un comando armado salió de entre las calles, y sin mirar quien se encontraba en el lugar, comenzaron a disparar en el lugar, dejando a su paso, muerte, dolor y sufrimiento. Pasó la tragedia. La inesperada tragedia. Justo en un cumpleaños dónde todo debería de ser risas, fiesta y diversión. Pasó la increíble tragedia.
Entre todos esos cuerpos tendidos sobre el suelo, llenos de sangre y dolor, se encontraba el de aquel pequeño que portaba su camisa del equipo de Tigres con orgullo, aquel que festejaba su quinto aniversario y ahora por desgracia y culpa de unos pistoleros, sería el último cumpleaños que festejaría, pues se encontraba muerto, tendido, bañado en sangre. Triste final para el pequeño Miguelito.
La madre grita desconsolada, no lo puede creer, la histeria y la desesperación se apoderan de ella de manera inmediata y comienza a pedir ayuda; su hijo, el pequeño Miguelito, ya no podrá abrir los ojos de nuevo.
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