GUION. EL CRIMEN PERFECTO

GUION

EL CRIMEN PERFECTO

Éramos muy ingenuos al creer que nos íbamos a escapar tan fácil de una situación así, pensé en el momento que Juan pablo golpeó a Rafael hasta dejarlo inconsciente. Me sentía helada no podía reaccionar, Isabel estaba junto al cuerpo casi sin vida de Rafael, mientras que Nataly sostenía su teléfono queriendo llamar a alguien, a la policía supongo.

Juan pablo empezó a mover el cuerpo para tirarlo a un caño, “se va ahogar” le grité y Juan Pablo lo único que hizo fue mirarme con una sonrisa y decir “eso espero, que se muera para que no pueda hablar de lo que paso esta noche”, ante esa respuesta me quedé callada y me fui al carro, solo quería irme a mi casa.

Era la primera vez que veía a un amigo agonizar delante mío, todavía no logro dejar de sentirme impotente de no poder hacer nada. Intenté ayudarlo, quería que él reaccionara, aun así, sentía como su respiración cada vez era más lenta.

Han sido los minutos más angustiosos de mi vida. Sinceramente, en el momento no pensaba en lo que nos tendríamos que enfrentar más adelante cuando todos supieran de esto, en el momento solo pensaba en que no quería perder a Rafael, no quería que se fuera.  Mi única reacción era gritarle a Nataly que por favor pidiera ayuda inmediata.

Cuando su mirada se fue al más allá, como alma que se desprende hacia el infinito, un silencio desolador se sentía en el ambiente y solo quedaba un frio cadáver y una joven llorando desesperadamente, empiezan a caer gotas del cielo que rápidamente se convierten en una potencial tormenta que acompaña la llegada de la patrulla de policía con una ambulancia ya tardía.

El camillero se acerca y examina ya solo un cuerpo sin signos vitales el cual se da por fallecido a las 2:40 de la presente madrugada.

A pesar del torrencial aguacero, se llevó acabo todo el debido procedimiento y el levantamiento del cadáver que descansaba cerca del caño, al mismo tiempo, el patrullero Díaz trataba esclarecer los hechos ocurridos con la joven que se encontraba en el sitio, estA se encontraba todavía en shock y entre llanto solo decía: “Lo mataron”, el sargento Díaz le responde: “Ya sabemos que fue así, pero necesitamos saber quién fue y yo sé que usted lo sabe, necesito que se tranquilice, me cuente a detalle los hechos y me establezca quien fue el responsable del homicidio para hacer el respectivo operativo de búsqueda”, sin embargo, la joven solo lloraba, descontroladamente como si quisiera despertar de una pesadilla,  luego le respondió: “Fue mi hermano” y siguió en su profundo llanto.

El Sargento realmente impresionado demoró en asimilar dicha información, pero le respondió: “¿Y como se llama su hermano?, ¿dónde está?, deme una descripción detallada y quiero que sea precisa en su información porque esto es un homicidio y si trata de encubrir a su hermano, no será el único que termine en una cárcel, entonces describa detalladamente para iniciar la búsqueda”. En ese momento la joven trató de responder, su cuerpo se estremeció bruscamente y sus ojos se tornaron blancos, de repente se desploma y cae al piso.

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