HABLAR Y REDACTAR
Enviado por rossia56 • 30 de Julio de 2016 • Apuntes • 9.042 Palabras (37 Páginas) • 323 Visitas
HABLAR Y REDACTAR
Redactar es comunicar por escrito; también podemos comunicarnos hablando. Normalmente preferimos hacerlo mediante la palabra hablada, porque tenemos muchísima práctica para explicar nuestras ideas en forma verbal directa. Pero muchas veces esto no es posible: un informe resultante de una auditoría debe presentarse por escrito, pues es demasiado importante para ser dejado a la palabra hablada., muchas de las cartas son necesarias para que quede un registro, una tesis de grado no podría presentarse oralmente, ya que los miembros del jurado examinador deberían leerla detenidamente, cada uno por su cuenta, para sopesar mejor los méritos del graduante. La redacción es muchas veces necesaria y en esta época de grandes avances tecnológicos y de un crecimiento y desarrollo acelerados, es cada vez mayor el número de personas que tiene que comunicarse por escrito.
Cuando redactamos, vertimos nuestras ideas en palabras escritas, es decir, registramos nuestros conceptos en una clave o código que es el idioma escrito. Al hablar usamos un conjunto de sonidos y, además, gestos faciales y corporales, la entonación intencional, pausas, muletillas y, lo más importante, nuestra presencia. Si nuestro interlocutor no nos ha comprendido o si tiene alguna duda, puede preguntarnos.
La palabra escrita no cuenta con estos recursos de apoyo. Por eso la redacción debe ser muy cuidadosa. Las oraciones deben contener la información en forma muy precisa y completa, pues no estaremos al lado del lector para hacer aclaraciones.
Cuando redactamos una carta, partimos de uno o varios conceptos o ideas que queremos comunicar al receptor. El mensaje que deseamos transmitir está formado por una serie de ideas relacionadas con una idea principal o central. Estas ideas son codificadas (vertidas en el código idioma castellano escrito y registradas en el papel membretado. La carta terminada y firmada constituye el canal o vehículo que trasmitirá nuestras ideas al lector receptor.
Tenemos así, que los elementos que intervienen en la comunicación son: el emisor, persona que desea transmitir cierta información, el mensaje, conjunto de ideas que se desea transmitir; el código, sistema de signos o señales que conocen bien el emisor y el receptor, y que es eficiente para transmitir ideas, el canal, medio físico que sirve de vehículo para llevar la información.
El acto de comunicación se completa cuando el receptor lee la carta, es decir, cuando decodifica o descifra la información. La carta es un pedazo de papel blanco con una serie de dibujos en negro. Esos dibujos, letras impresas del alfabeto romano, contienen la información en el código idioma escrito castellano. El receptor podrá decodificar el mensaje si conoce el idioma castellano y si sabe leer. Pero esto no garantiza que todo el mensaje (toda la carta) sea bien comprendido.
Sucede que en el proceso de la comunicación pueden ocurrir interferencias. Es muy difícil que todas las ideas que queramos comunicar lleguen nítidas, claras, completas a todos nuestros lectores. Suelen presentarse interferencias que impiden la comunicación total.
FALLAS EN LA REDACCIÓN.-
Pero la mayoría de las interferencias suelen ocurrir por culpa del emisor; de quien escribe. Algunas de ellas son interferencias o fallas de concepto y otras en el uso del idioma o código. Las más frecuentes y peligrosas son:
-No tener claro el mensaje (falla de concepto) Sucede que muchas personas se lanzan a escribir sin antes haber pensado lo suficiente acerca del asunto que va a exponer.
-No tener suficiente información. (falla de concepto). Es frecuente que el redactor pretenda escribir acerca de un tema importante o complicado y quiera basarse solamente en lo que él conoce y espera poder recordar. Esto es peligroso; antes de lanzarse a escribir, deberíamos documentarnos: hacer algunas consultas o entrevistas, recopilar información en libros, revistas, catálogos, material de los archivos, etc., de esta manera tendremos una lista de datos, anécdotas, testimonios, fechas, cifras que nos ayudarán a enriquecer y sustentar lo que afirmemos en el escrito.
-Escribir oraciones demasiadas extensas (fallas en el uso del idioma). Pocas personas entienden con facilidad o captan claramente las ideas que se expresen en oraciones de más de 25 palabras. Esto ha sido demostrado muchas veces por sicólogos y lingüistas. Por ello es recomendable usar un punto y seguido antes de llegar a 25 palabras.
-Ortografía defectuosa (falla en el uso del idioma). La ortografía es un convencionalismo: el hecho de que escribamos una letra por otra no impide que nuestro mensaje sea comprendido. Pero muchos lectores son quisquillosos y rechazarían un texto con faltas de ortografía. Se acostumbra a relacionar la ortografía con el nivel cultural de la persona, y por lo tanto, un escrito con fallas ortográficas hará pensar que quien lo escribió es persona inculta y que, por lo tanto, sus ideas no merecen ser tomadas en cuenta.
-Puntuación ilógica (fallas en el uso del idioma) La puntuación es un sistema lógico de señales que tiene la finalidad de hacer resaltar las ideas importantes y separar los elementos secundarios. En consecuencia, la puntuación defectuosa puede dificultar la lectura y algunas veces confunde al lector. Por lo tanto, es falso que los signos de puntuación sirvan para permitir descansos respiratorios. Los signos de puntuación sirven para destacar las ideas importantes.
En conclusión.
La buena ortografía es el resultado de muchas lecturas atentas y de la consulta frecuente al diccionario.
Redactar es "poner por escrito cosas sucedidas, acordadas o pensadas con anterioridad".
Etimológicamente hablando, la palabra redactar tiene la fuerza del verbo latino redigere (compuesto de red = repetición; y agere = "mover hacia delante, hacer"), que significa "hacer volver".
Redactar es diferente de componer, ya que en la primera, las circunstancias tratadas son concretas o prácticas. Se redactan cartas, informes, notas y otros escritos similares. En cambio en la composición, tiene cabida la fantasía. Los elementos se crean con entera libertad del autor y se combinan haciendo acopio de la originalidad. Se componen poemas, cuentos, novelas, relatos y otros hechos no necesariamente reales.
Hay personas que encuentran como una tarea difícil expresarse por escrito, aunque les sea fácil expresarse verbalmente. Esto se debe a que carecen de conocimientos gramaticales, lo cual implica la imposición de una disciplina formativa.
Hilda Basulto, en su obra Curso de Redacción Dinámica, menciona lo siguiente:
"Las exigencias de las formas escritas nacen del modo "despersonalizado" conque sirven de medio comunicativo, desde un papel entre el escritor y sus lectores. Las expresiones gráficas son estáticas, frías, limitadas a los moldes de su estructura material y a su colocación de maneras establecidas. Las intenciones deben surgir del texto, los silencios de la puntuación, el énfasis o la sugerencia de los escasos signos auxiliares de que se dispone… Por todo lo anterior, es comprensible que sea imperiosa la necesidad de escribir bien (en forma correcta, adecuada funcionalmente al fin que persigue) para cualquier persona que actúa en un medio
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