Historia de coldplay

UN DÍA INCREÍBLE.

Por Tiara Ek Ross.

Vivo en la ciudad de Santa Bárbara, California, tengo 16 años y me llamo Elizabeth, aunque todos me llaman Lizzy. Me va muy bien en la escuela, o eso creo. Mi pasamiento favorito es tocar el violín, estoy aprendiendo en un instituto de música y pertenezco a la orquesta sinfónica del Estado.

Todos los días escucho a mi banda favorita, una banda británica llamada Coldplay. Toda la vida he soñado con ir a uno de sus conciertos, pero parece ser un sueño imposible.

Gracias a la música, conocí a tres personas por internet que también viven en Estados Unidos, no tan lejos de California. Sam, una chica de 17 años que ama la música y tiene un gran talento para tocar instrumentos musicales, su favorito era la trompeta, a su corta edad da conciertos y se presenta en los eventos musicales más importantes del país; Ronnie, un chico de igual 17 años, él pertenece a una banda conformada por sus amigos, apenas están empezando, pero ya se presentan en cafés y en pequeños conciertos de la ciudad en donde viven; por último, un chico llamado Brandon, de 18 años, cabe mencionar que siento un interés por él, es tan… lindo. Sabe hablar tres idiomas, es muy inteligente y ama viajar, al igual que yo, siento que tengo tantas cosas en común con él, hablamos todos los días y nos reímos juntos, siempre nos imaginamos a los dos estando en un concierto de Coldplay cantando nuestras canciones preferidas.

Un inesperado día, recibí un correo electrónico que decía:

¡Coldplay en Londres!

Presentándose en el estadio de Wembley.

Abril 16 de 2016.

- ¡No puede ser! – Grité antes de ir corriendo a avisarle a mis padres y convencerlos de asistir al concierto al que tanto quería ir.

Mis padres, al ver mi emoción, decidieron acceder a mi petición, hacía mucho que no me regalaban algo que yo quiero.  

Después llamé a Brandon, Ronnie y Sam rápidamente para darles la increíble noticia, y lo mejor de todo es que viajaremos juntos a Londres para ver a nuestra banda favorita en vivo.

Cuatro meses de espera, el día del viaje había llegado, hice mis maletas un día antes, porque de la emoción no sabía qué llevar.

Sam, Ronnie, Brandon y yo nos encontramos en el aeropuerto de Los Ángeles. Nos veíamos en persona por primera vez, Ronnie era más alto de lo que imaginé, Sam un poco más que yo, pero era igual a como me la imaginaba, y Brandon, qué puedo decir, verlo fue inefable, aunque me sentía muy tímida y nerviosa al estar con él. Todos estábamos preparados por hacer el mejor viaje de nuestras vidas

Al día siguiente estábamos listos para ir al concierto, al llegar al estadio en la mañana esperamos casi 6 horas para poder entrar, cuando por fin abrieron las puertas, corrimos a buscar nuestras xylobands, unas pulseras que prenden luz y hacen que los conciertos sean increíbles, después

volvimos a correr, ahora mucho más rápido para obtener el lugar más cercano al escenario y así fue.

Empezó, un mar de luces rojas inundó el estadio, mirábamos nuestras xylobands y nos hacían sentir esa emoción de que todo había comenzado.

• ¡Mi xyloband no enciende! – Gritó Ronnie desesperadamente.

Por suerte al agarrar nuestras xylobands tomé una de más y se la regalé.

El intro de A Head Full of Dreams se escuchó, la voz de Chris Martin se escuchaba y yo trataba de buscar en qué parte del escenario estaban, pero con todo el público saltando y gritando era algo difícil, pero al fin lo vi, Chris salió al escenario de un salto, no lo podía creer, ahí estaba, ahí estábamos, viviendo el instante más feliz de nuestras vidas.

Guy Berryman, el bajista, el hombre más guapo a mi parecer, era más atractivo en persona; Will Champion, el baterista, no lo alcanzaba a distinguir bien porque estaba atrás de la batería, pero su energía al tocarla era increíble; Jonny Buckland, sus ojos verdes, se veían más brillantes que en las fotos; y qué puedo decir de Chris, está más loco de lo que creía y su acento británico se escuchaba tan lindo.

<> cantábamos gritando, no puedo explicar lo que sentía en ese momento.

De repente, se veían muchos colores volando en el cielo, de alguna parte había salido confeti, todos en ese momento gritaron, se veía hermoso, yo salté con todas mis ganas, mis amigos y yo cantábamos a más no poder, bailábamos al ritmo de la canción, el confeti le había dado un toque extra a esa parte de la canción <>.

La música paró, las xylobands se apagaron, pero rápido se volvieron a encender, ahora de amarillo, lo que me imaginaba, Yellow comenzaba a sonar, para mí, la canción más romántica.

<> comenzaba justo cuando mirábamos las estrellas. Brandon me escuchaba cantar, sentía su mirada fijada en mí, me sujetó el brazo, lo miré y nos quedamos mirando el uno al otro, como no sabía qué hacer, sonreí, él hizo lo mismo, pero quitó su sonrisa rápidamente, se fue acercando hacia mí, cuando estaba muy cerca cerré los ojos intentando no adivinar lo que iba a hacer, pero sí, me besó, no sabía cómo reaccionar, creo que fue lo más romántico que he hecho en mi vida, y después de eso me abrazó y continuamos cantando juntos.  

<> el clásico The Scientist comenzó a escucharse. Ronnie me tocó el hombro, volteé a verlo, estaba llorando y me dijo:

• Lizzy, no puedo creer que sea real -, yo sólo sonreí mientras se me ponían los ojos llorosos al verlo.

Todo era perfecto, los chicos de la banda, las xylobands, el público, la música, el ambiente, mis amigos, absolutamente todo, no creíamos estar ahí, estábamos viviendo lo que más habíamos soñado.

El piano de Clocks comenzó, rayos laser rojos salieron por todas partes, todo el público cantaba, pero yo sentía que mi voz se escuchaba más, en algunos momentos escuchaba una pequeña risa

que Brandon hacía, me imagino que era porque canto horrible y gritando más, me daba algo de vergüenza, pero a la vez para mí también era gracioso.

De repente todo paró, las xylobands se apagaron y estuvieron así por al menos 20 segundos, después se iluminaron, cada una de un color diferente, rosa, azul, verde, naranja, rojo, el público era un mar colorido, me preguntaba si era la canción que más esperaba, y sí, la guitarra de Jonny comenzaba a tocar Charlie Brown, siento que es la mejor canción en vivo y la que me hace más feliz. Comencé a saltar, no sé si aplastaba los pies de los que estaban cerca de mí, pero no me importaba. <> y así estábamos, brillando en la oscuridad.

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