LA ORATORIA EN EL PERÚ

ÍNDICE

ÍNDICE        2

INTRODUCCIÓN        3

CAPITULO I        5

ORATORIA        5

I.        DEFINICIÓN        5

II.        DESARROLLO HISTÓRICO        5

III.        LA ORATORIA EN EL PERÚ        6

IV.        IMPORTANCIA        7

V.        FINALIDAD DE LA ORATORIA        8

CAPITULO II        11

EL ORADOR        11

I.        DEFINICIÓN        11

II.        GRANDES ORADORES        11

III.        ORADORES PERUANOS        23

IV.        HABILIDADES DE UN BUEN ORADOR        23

CONCLUSIONES        32

BIBLIOGRAFÍA        33

WEBGRAFÍA        33

INTRODUCCIÓN

El ser humano como ser social por excelencia, siempre ha necesitado de un medio efectivo para transmitir sus pensamientos, ideas, impresiones y vivencias; sin embargo, el hablar en público es uno de los mayores miedos que tienen los seres humanos después de la muerte.

Por otro lado, el recurso de la palabra siempre está presente en todos los aspectos de la vida ya sea a nivel personal, profesional o académico; por ejemplo, en el ámbito laboral son muchos los profesionales que a pesar de disponer de estudios superiores, idiomas o altos conocimientos técnicos sobre su sector, son incapaces de superar su miedo a hablar en público. Actualmente las empresas e instituciones cada día valoran más a aquellos capaces de presentar sus ideas y proyectos de forma eficaz.

Incluso en el mundo académico está avanzando, entrenando por ejemplo a los estudiantes desde la primaria con la capacidad de expresarse con todos los recursos que tienen a su alcance, dando una gran importancia a actividades que contribuyan a desarrollar el hábito de hablar en público.

Siendo la oratoria algo natural en el ser humano, como capacidad de persuadir o convencer a otro acerca de un punto de vista, se ha desarrollado como disciplina con sus reglas y sus características propias.

Cabe señalar que la oratoria no es solo oralidad, es decir, no es el mero hecho de hablar a otros, sino que involucra una cantidad de técnicas y reglas o principios que nos permiten expresarnos de manera clara ante un público numeroso. 

La finalidad de este escrito es dar a conocer y analizar las habilidades de un buen orador ya que al hacerlo va a posibilitar que al hablar en público sea con más seguridad, además de ayudar  en cada aspecto de la vida, a ser mejor persona cada día, y sobre todo a tener mejore oportunidades de vida, a mejorar condiciones socioeconómicas, elevar nuestra moral, la seguridad personal, entre tantos beneficios.

Otro motivo es de inculcar un conjunto de principios, técnicas y procedimientos que permitan conocer, dominar y aplicar de manera objetiva las habilidades de un buen orador, de tal manera que se pueda sobresalir como excelentes oradores.

A través de cada capítulo de este trabajo se irá tocando detalladamente todas estas técnicas que nos van a permitir a explotar esa parte persuasiva de cada ser humano. Formando oradores que puedan modificar las emociones de los oyentes.

CAPITULO I

ORATORIA

1. DEFINICIÓN

La palabra "oratoria" viene del latín oratoria y significa "arte de hablar con elocuencia". Sus componentes léxicos son: orator (el que da discursos), más el sufijo -ia (cualidad).

• Platón define a la oratoria como «El arte de seducir a las almas por la palabra».
• Cicerón, por otro lado, la definió como el «arte de la persuasión».
• Aristóteles precisa que es «El arte capaz de extraer de todo asunto el grado de persuasión que comporta».
• Para Alexander Albán Aléncar no es más que «Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos, principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con la intención de transmitir un determinado mensaje».
• Por otro lado, la RAE puntualiza como «Arte de hablar con elocuencia, de deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra»; es decir, saber desenvolverse correctamente a la hora de hablar en público. 

1. DESARROLLO HISTÓRICO

La oratoria se inicia en Siracusa (Sicilia, Italia), a mediados del siglo V a.C, cuando sus ciudadanos, habían derrocado a los tiranos que gobernaban, donde establecieron un gran número de procesos civiles con el fin de recuperar las tierras que les habían sido arrebatadas por el régimen.

En ese momento fue cuando empezaron a surgir individuos que iniciaron a especializarse en el arte de hablar y escribir discursos públicos; durante estos primeros años la oratoria se desarrollaba teniendo como elemento fundamental la improvisación delante de un auditorio, más tarde, cuando se obtiene conciencia de su valor literario, empiezan a fijarse por escrito; entre ellos encontramos a Córax, el primer autor de un texto escrito de oratoria judicial y a su discípulo Tisias, que se encargó de divulgar su obra.

De Sicilia pasó años más tarde a Atenas – Grecia, a través de Gorgias, (quien se consagró a la enseñanza de la retórica); donde se desarrolló profundamente, siendo considerada como instrumento para alcanzar prestigio y poder político dentro de la sociedad.

En esa época había unos profesionales llamados logógrafos quienes se encargaban de redactar discursos para los tribunales; aunque estos eran una cierta repetición monótona con fórmulas y frases hechas, pero también con la variedad que generan los diversos casos.

De Grecia, pasó a la Republica Romana, donde favorecía el desarrollo de su sistema político basado en la consulta popular. Su representante más ilustre fue sin duda Marco Tulio Cicerón, con una gran cantidad de discursos de todo tipo. Entre ellos destacan las Catilinarias, conjunto de tres discursos pronunciados en el Senado en el año de su Consulado (63 a. C.); la cual nos han llegado casi completos.

Más tarde, con la llegada del Imperio la importancia del Senado disminuyó y con esta la de la oratoria política, que había supuesto la cumbre del género con Cicerón en Roma y Demóstenes en Atenas (s. IV a. C); la falta de ambiente de libertad que necesita, hace que se transforme en un puro ejercicio de retórica.

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