LAS TIPOLOGÍAS TEXTUALES EN EL CONTEXTO DE LA ADMINISTRACIÓN FINANCIERA
Enviado por natalia jaramillo • 23 de Abril de 2017 • Apuntes • 1.701 Palabras (7 Páginas) • 276 Visitas
LAS TIPOLOGÍAS TEXTUALES EN EL CONTEXTO DE LA ADMINISTRACIÓN FINANCIERA
LOS COMPONENTES DEL ENSAYO
Por: Edwin Alonso Vargas Bonilla
Escribir un texto argumentativo, especialmente un ensayo, es una de las labores académicas más comunes en nuestras instituciones de educación secundaria, media y superior, pero paradójicamente, la que más confunde a estudiantes y docentes. Al parecer, cuando la mayoría de profesores exigen textos de este tipo piensan en un resumen o un informe de lectura, en el cual los alumnos traducen a sus propias palabras el enredado lenguaje especializado de un autor determinado.
Peor aún, cuando los jóvenes reciben la misión de escritura argumental creen que pueden decir lo que deseen y que, por tratarse de un escrito libre, todo vale. Sin embargo, la cuestión no se limita ni a lo uno ni a lo otro. Desde hace veinticinco siglos, los rétores de la magna Grecia inventaron un bello proceso aplicable al arte de la oratoria, mediante el cual se organizan las ideas de tal manera que se persuada al auditorio que escucha. Proceso que, a pesar del paso de los siglos, se retoma en la actualidad por los teóricos de la argumentación: la dispositio.
La dispositio concibe cuatro momentos: exordio, narratio, confirmatio y peroratio, cada uno de los cuales asume una función de acuerdo a la intención comunicativa del autor, es decir, atendiendo al efecto que se desea causar en el lector. A continuación se explicará brevemente cada uno de tales puntos, matizándolos a través del ejemplo con un ensayo corto: La metáfora del monstruoso insecto[1].
En primer lugar, el exordio consiste en la búsqueda de una línea psicológica a través de la presentación de la tesis o idea que se defenderá a lo largo de todo el texto, evidenciándose la intención del autor por capturar la atención de sus lectores, al tratar de sacudirlos desde un punto de vista pasional, a partir de sus emociones. De lo que se trata, pues, en la entrada al ensayo, es lograr un despertar en los lectores al involucrarlos directamente con el tema tratado:
A través del relato de La Metamorfosis Franz Kafka pone en escena, por medio de una genial metáfora, el espíritu de su época; metáfora que puede servir también de espejo para la nuestra, pues, como en los tiempos de Gregorio Samsa, hoy el dinero es el que manda la parada.
Posterior a la introducción de la línea psicológica del exordio, se prosigue a crear la narratio que implanta la línea lógica del texto, contextualizando a los lectores con los acontecimientos que se deben tener en cuenta respecto al asunto tratado y declarando los conceptos de los cuales se parte para desarrollar una posterior argumentación. Para ello, el autor hace uso de datos breves que ubican al lector en una secuencia expositiva que luego se profundizará argumentativamente:
Pero además de esto, sugiere no sólo toda una reflexión frente al sistema capitalista, burocrático y consumista de la Europa devastada por la primera guerra mundial (1914-1919), cuyo horizonte se centraba en la urgente reconstrucción urbana y económica, sino que también pone al lector ante la posibilidad de pensar el mundo y la existencia vital desde el período entre guerras (1919-1939) hasta la actualidad.
En un tercer momento la confirmatio, que continúa con la línea lógica, introduce de manera directa la primera opinión del escritor (ver cursiva). Tal línea lógica se dedica en esta instancia a presentar y desarrollar los argumentos de los que se dispone para defender la tesis. De esta forma, desfilan por el ensayo ejemplos, citas, estadísticas, datos, estrategias de persuasión, pruebas, casos que apoyan la idea central sustentada, en fin. Y como se puede observar a continuación, constituye la mayor parte del cuerpo del texto:
En ese sentido, la obra de Kafka en general, y la metamorfosis en particular, permanecen en vigencia. El hecho de que: “Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto…” (pg.9) propone de entrada una reacción contra el sistema de vida europeo de su tiempo, ya que en un mundo devastado por la guerra, lo que cuenta es el trabajo para reconstituirlo. Sin embargo, Samsa, el monstruoso insecto, antes Gregorio, el abnegado viajante de comercio, caracteriza a un personaje que de un día a otro pasa de ser una pieza más del engranaje productivo de una sociedad en ruinas a convertirse en una carga social. Esta situación contradice implícitamente el leitmotiv del momento: “o trabajas y en tanto trabajas, produces dinero; y en tanto produces dinero pagas impuestos con los que se genere riqueza para resarcir el sistema económico y urbanístico, encarnando así a la hormiga de Esopo; o no trabajas, no produces dinero y por tanto no aportas a la restauración de tu mundo en crisis y así representas a la cigarra del mismo fabulista”. Evidentemente, con la magnífica creación del monstruoso insecto, Kafka optó por el canto de la cigarra, antepuesto al trabajo de la hormiga.
...