La nube melancólica

La nube melancólica

Un día agotador, me encontraba tendida sobre mi cama mientras pasaban miles de pensamientos por mi cabeza, esa oscura y melancólica nube que cruzó por los cielos, me hacía recordar todos los momentos en los cuales lloré desconsoladamente a causa de un desamor.

Esa cierta semejanza entre la lluvia y mis lágrimas que solo analizaba yo, me hacía pensar cada vez que veía esa fría gota de lluvia caer desde el cielo para que finalmente la tierra la succione haciéndola desaparecer completamente, como si realmente nunca hubiese tenido un propósito que aquella nube oscura expulsara sus lágrimas y que esta lágrima recorriera todo el cielo para llegar al fondo de la tierra. Al igual que esas veces que por mi dolor se generaba esa tibia y salada gota de llanto que finalmente mi piel la succionaba hidratándose de todas esas emociones desagradables que yo experimentaba, haciéndola desaparecer por completo como si nunca hubiese tenido un propósito desechar ciertas emociones para beneficiarme, ya que volvía a tragarme mi llanto.

El viento que oía acompañado de la fortuita lluvia, me hacía recordar todas las veces que aguanté mi ira por ver ese apasionado beso en su cuello de un tono rojizo que él trataba de esconder. La grande impotencia del viento se asemejaba con toda mi degustación y rabia que tenía acumulada gracias a su insensible comportamiento, y no olvidar aquel nudo que sostenía todas las noches en mi garganta, que no me permitía el desahogo completo de mis penas.

Yo me sentía como una gota de lluvia, podía sentir como me hundía en mi cama como si no hubiese un fondo allí abajo. Un grande y oscuro vacío, donde solo caía en mis pensamientos como una gota de lluvia, una gota sin propósito alguno que finalmente la tierra la succionaría.

Mi pena concluyó hasta que comenzó a irse la nube y dejó de oscurecer el ambiente, se pudo apreciar un poco del sol acompañado de las abundantes gotas de lluvia que quedaron de la nube, creando así un bello arcoíris que pude apreciar con mis ojos.

Mientras miraba al sol, pensaba en el momento que generé un cierto rechazo hacia él y me di cuenta de sus actos, donde dejé de sentir emociones por una persona irrelevante como él, cuyas emociones eran muy valiosas, donde simplemente pude superarlo.

Ese cálido sol que alumbraba mi mente, no me hizo caer en un oscuro y hondo vacío, sino llenar ese vacío con mi propio corazón, no el de alguien más.

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