Link para el audio del cuento
Enviado por luisa fernanda gomez montaño • 13 de Agosto de 2023 • Tarea • 4.813 Palabras (20 Páginas) • 76 Visitas
Una Batalla a Muerte.[pic 1]
Luisa Gómez Montaño
Recomendaciones.
Para disfrutar una mejor experiencia acompañar la lectura de esta hermosa playlist
https://youtu.be/lMmLHchT4Ho
Link para el audio del cuento.
https://youtu.be/DXQul_ob77w
En un tiempo dónde reinaban los dragones, hechiceros, reyes y magia. En un castillo construido por el reino de Erassen en tiempos de guerra, castillo dónde moraba el rey Atesto Woldor quien gobernaba en ese entonces como suprema autoridad y conquistador de todo el reino. El rey era una persona muy pacífica, reinaba cierta paz glacial en su rostro, que dejaba notar el paso del tiempo y de las guerras que había formado parte, además de que en su mirada lograbas observar algo abrumador y sombrío.
Tenía una musculosa contextura, aunque ya se notaban canas en su cabello negro, tosco al hablar, referente de paz en el imperio; se pavoneaba por los recintos del castillo llevando una gran túnica y su corona brillante, seguido por su hijo Tale, de cabello negro brillante y ojos dorados complementado con labios rojos como el carmesí, alto y corpulento al igual que su padre, un poco ingenuo, agraciado, de perfil alargado con una fuerte mandíbula el chico de 19 años, el cual hablaba con su padre diciendo:
-Algún día voy a ser un rey tan grande que superaré todos tus triunfos hasta ahora.
-Si, si- Le decía el monarca- Lo sé
Siguieron avanzando hasta el balcón que se asomaba a la siguiente curva del pasillo. A lo lejos se veían a varios niños jugando y corriendo alrededor de una gran fuente ubicada en el centro del corredor de entrada al castillo. A lo lejos se observaba una joven que iba en dirección del castillo, de aproximadamente de 17 años, con unos ojos que mezclaban el azul, verde y tonos grises; con una sonrisa que transmitía las más intensas emociones de alegría y libertad posible, un cabello blanco con tonos plateados, caderas anchas, alta y su caminar daba la impresión de que era de la nobleza.
Con ella estaban varias personas, entre ellas el general más confiable y poderoso que tenía el rey como aliado, un hombre que anteponía el honor sobre todas las cosas; corpulento, aunque ya anciano, este general cumplió uno de los papeles más importantes en la guerra que se había librado, su nombre era Balhumant Trium La Leyenda del reino de Erassen.
El general tenía algo que ningún otro en el reino podía tener en su línea de sangre, un linaje de los primeros guerreros que tenían en toda la historia del reino: Sangre pura. Esto le permitía ser más fuerte, más veloz, más eficiente que cualquiera de su pueblo; por tal pudo dominar completamente a los enemigos en tiempos de guerra.
Alaena era muy impetuosa, pero fuerte de espíritu, lo que la hacía valiosa para su padre, además curiosa, con un gran poder que reposaba en su interior. De niña, no tuvo la oportunidad de tener una madre a su lado, pues esta había muerto cuando ella nació, protegiéndola de los ataques de las hordas oscuras que buscaban su muerte a toda costa; lideradas por Draco, uno de los hechiceros oscuros más poderoso de todo el continente. Su madre dio su vida al protegerla contra este ataque dirigido a terminar con la raza de que formaba parte; su progenitora era portadora de exorbitantes poderes, ya que era la última descendiente de los clanes que dominaban los dragones y tenía la capacidad de portar la luz que extinguía los poderes oscuros.
Durante el ataque a la nación no pudieron erradicar por completo las feroces filas de los contrarios, pero a su vez estos devastaron casi todo el reino durante “La Gran Batalla” en la que su padre, junto con el rey, pelearon fuertemente contra miles de soldados oscuros, dirigidos por el ambicioso hechicero y por fin lograron herir a Draco de muerte, mas este invocó un portal y escapó de su mano diciendo:
- Un día consolidaré mis objetivos y el reino de Erassen será mío.
Todas las tropas hostiles se retiraron, casi aniquilados; sin embargo, se veía la destrucción por doquier: casas saqueadas, mujeres y niños mutilados, animales corriendo de un lado para otro, mercados completamente calcinados por las llamas feroces de los orcos al cruzar, quedaba uno que otro rondando en llamas y matando a quien encontrara en su camino antes de morir. Los daños fueron catastróficos, no obstante, el reino se había vuelto fuerte en esos 10 años de períodos de paz que llevaba reforzando e intentando hacer más fortalezas a su alrededor.
Ambiente en el cual la jovencita había crecido sin saber nada de su pasado, porque su padre y todos le ocultaban esta verdad para protegerla. Ella siempre había sentido un poder que la quemaba por dentro y en las noches no le permitía dormir, con un calor profundo en la palma de sus manos y el corazón. Alaena preguntó a su padre cuando era más niña sin obtener respuesta, lo que la ponía muy nerviosa; con unas ganas apesadumbradas de liberar algo en su interior.
La noble tenía dos amigos, Ilea y Claos quienes la acompañaban en sus juegos y siempre la apoyaron en todas sus travesuras cuando eran aun pequeños. Su amistad era muy fuerte, aunque ellos fuesen de clases diferentes: Ilea era una mendiga que se había convertido en su sirvienta después de que Alaena le dijera a su padre que era muy importante para ella y Claos era hijo de un capitán de la guardia de los caballeros en el fuerte de su padre.
Una mañana de domingo la chica salió a cabalgar en su fiel corcel Boram dejando detrás a los escoltas que la seguían e introduciéndose en “El Bosque del silencio” donde moraban criaturas místicas y cosas horrorosas; era llamado así porque aquel que ingresaba solo, no volvía a salir. La muchacha se quedó en un claro cerca de un pequeño lago el cual estaba tornándose cristalino y agradable a la vista. Ella se bajó del caballo y se postró en la orilla, mas pudo observar algo oscuro dentro de este, como si quisiese succionarla, a la chica se le comprimía el pecho costándole respirar, cuando de repente miró el reflejo, algo más grande que cualquier árbol del bosque, algo negro y con unas alas enormes que cortaban todo a su paso. Sobresaltada, se dio cuenta de que lo que había visto estaba cambiando de color sus manos a una luz intensa brillante que la encegueció y al final cayó desvaneciéndose en el suelo.
Los soldados la buscaban precipitadamente, pues, esta era la ficha más importante para el imperio, según el rey, porque ella era la última esperanza para acabar de una vez por todas con la maldad inefable que azotaba todo el reino y sus alrededores. El capitán Alec crispó cuando se toparon con una de las bestias que afloraban en el bosque, un Quilin que tenía cuerpo y cuernos de ciervo, cabeza de león o dragón, cola de buey y cascos de caballo, estaba rodeado por llamas, lanzando un gran rugido y lo más inesperado era que en la parte trasera estaba Alaena tirada en el césped y parecía estar protegiéndola, se decía que nadie podía derrotar a tal criatura y que solo protegían a sus dueños con los que estaban predestinados a ser uno y unir poderes para lograr cumplir con su propósito de vida.
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