Los monstruos juveniles

Los monstruos juveniles

La gente joven suele tener muchos conceptos para todas las palabras totalmente diferentes a lo que realmente quieren decir y la palabra “Monstruo” no es la excepción, la definición arcaica de la palabra nos habla de seres ficticios e inimaginables, en su mayoría aterradores, estos usualmente sacados de historias y leyendas que usaban nuestros ancestros para dar temor a los niños y que se portaran en un ámbito social “bien”

Sin embargo la palabra con el pasar de los tiempos se ha empezado a usar en muchos contextos y situaciones, que van desde personas crueles hasta genios matemáticos y filósofos siempre variando desde la edad de la persona la cual le da la definición, una de las más llamativas que he encontrado es la que propone Héctor Santisteban en su libro “Tratado de monstruos: ontología teratológica” la cual propone que “El monstruo es la expresión de un concepto en un objeto”

Para un joven los monstruos pueden ser muchísimas cosas, por ejemplo sus padres, pueden ver esta figura de autoridad como algo barbárico e injusto el cual no los deja actuar con libertad, también pueden referirse a ellos mismos como monstruos por muchas razones, por problemas usualmente con los estándares de  popularidad o belleza que dicta la sociedad, por el hecho de no “encajar” en la misma, se sienten culpables bichos raros o monstruos.

 Para mí en lo personal un monstruo es toda aquella persona que siempre quiere estar en la vida de los demás especialmente algunos adultos que no tienen relación directa con migo y quieren juzgarme y decirme a su criterio lo que está bien o mal, son monstruos, gente sin vida, que se alimentan de los demás y quieren que todos sean como ellos, los monstruos, para mí son personas con las cuales no puedo convivir sanamente por su forma de ser y actuar, en pocas palabras para mí los monstruos son hipócritas y criticones.

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