MONÓLOGO “MIS MASCOTAS”

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL CARMEN

UNIDAD ACADÉMICA CAMPUS I

TALLER DE COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA

MONÓLOGO, LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN

MONÓLOGO “MIS MASCOTAS”

PROFESORA:

ALMA DELIA SANCHEZ RIVERO

ALUMNA:

 MELANIE MARGARITA BAUTISTA LOPEZ

28/01/2021

MONÓLOGO “MIS MASCOTAS”

Todos hemos tenido una mascota, ¿verdad? Ya sea un perro, un gato, una tortuga, un conejo o hasta un pez. Pues en mi caso yo he tenido cada uno de esos, es más, cuando estaba más pequeña tuve varios pollitos de mascota. Actualmente tengo 4 perros que para mí son los amores de mi vida, pero hoy quiero contarles la historia de mi primera mascota, yo tenia aproximadamente 3 años y lo único que les pedía a mis papás de regalo era un perrito, obviamente me decían que no porque para tener un perrito hay que tener mucha responsabilidad y pues según ellos yo no sabía que era eso. Un día mi abuelo llegó a la casa con una perrita muy pequeña, yo me pregunta ¿Para quién es esta perrita? ¡Y mi abue me respondió que era para mí! Desde ese día supe lo que era tener una mascota, la llame “Morita”. Recuerdo que no podía dejar de jugar con ella, siempre quería estar con ella, cuidándola y dándole de comer, le contaba a todo mundo que tenía una mascota. También recuerdo que siempre que regresaba de la escuela lo único que quería ver era a mi perrita. Así fue hasta que tuvimos que cambiar de casa, por lo cual mi perrita se tuvo que quedar en casa de mi abuelita. Cuando estaba en mi nueva casa me sentía muy aburrida ya que estaba acostumbrada a estar siempre al pendiente de ella. Siempre quería ir a visitar a mi abuelita porque sabia que la iba ver. Me di cuenta que ella crecía más rápido que yo, en cuestiones de meses ya era una perrita muy grande. Mi mamá me decía que nadie es eterno, ni siquiera los animales, pero yo no me podía imaginar un día en el que ya no estuviera mi perrita. Pasaron los años y mi perrita seguía conmigo, hasta en mi nueva casa tenia otra perrita, me la dieron para que no me sintiera sola y la quería de igual manera.

Pasaron 13 años, yo tenía 16 y ella aún seguía conmigo, pero ya no era lo mismo, ya no quería jugar, comía muy poco y no tenia ganas ni de caminar. Ahí me di cuenta que es real lo que me decían, que nada es eterno, algún día las personas y animales que más quieres se tienen que ir, pero sea malo o no, hay que verlo de una buena forma. Siempre la voy a extrañar, pero yo se que ella ahora esta en un buen lugar y la vida siempre te premiara con algo mejor, ya que antes solo me dejaban tener 1 mascota y ahora tengo 4 que me hacen los días mas felices.

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