Plan lector: Cuento travesuras de niños
Enviado por Maritza Figueroa Ferrada • 8 de Agosto de 2022 • Tarea • 630 Palabras (3 Páginas) • 112 Visitas
Travesuras de niños
(Autor: Míster Fabián Figueroa Ferrada)
Una vez, me encontraba acampando con un grupo de amigos, al lado de una fogata de verano. Eran esos días que la mañana comenzaba bien temprano y la noche era eterna.
Nos levantábamos, muy temprano, a preparar el fuego para calentar el agua y comer esos huevos revueltos que hacía mi hermano. Nunca supe si realmente le gustaba cocinar, o si lavaba bien los alimentos o sus manos, pero debo confesar que eran los mejores que había probado.
En todo caso con el hambre que teníamos hasta el “natre” toma un sabor distinto, y quita el hambre, y no es por “pelar”.
Al almuerzo, ¿adivinen quien cocinaba?, pues claro, era mi hermano, que hacía unos huevos fritos acompañado de arroz o papas cocidas. Y a la noche, huevos nuevamente, pero esta vez cocidos para ir variando el menú.
Así estuvimos cuatro días completos, pero cuando uno es niños, solo le interesa divertirse y jugar, como si fuera el último día.
Las salidas a explorar, también eran de mucha adrenalina, recorrer los campos en busca de lagartijas para atraparlas con esas ramitas. Solo tienes que hacer un tipo de soga, y listo, ya lo tienes, la lagartija es tuya.
Todo era muy divertido, pero había algo que mis amigos no sabían, era un secreto que solo mi hermano conocía.
¿Han oído del árbol el Litre?, es uno de esos árboles que se cuentan muchas leyendas, pero lo que es cierto, es que a mucha gente le produce una tremenda alergia con picazón que es horrible, te lo digo desde mi experiencia.
Para mi el Litre, era mi peor enemigo, ya me había dado muchas veces cuando niño, y era una tremenda pesadilla solo verlo por el campo.
Daniel y Andrés, fueron a entretenerse tirando piedras al rio, el juego consistía en quién al tirar una piedra, le daba más botes en el agua.
Mi hermano sabía que en el sector había muchos de esos árboles, así que mientras mis amigos jugaban con esas piedras, se acerca a mi oído susurrándome:
- Oye, tengo la forma para que no te de litre.
Le contesto sorprendido: - ¿y qué tengo que hacer?
- Debes tomar una hoja del Litre y morderla fuertemente con los dientes y santo remedio, no te pasará nada. Me contesta mi hermano.
Yo, había probado otras técnicas, como la de hablarle al Litre:
-Hola soy Litre y tu …. Y esas cosas que dicen los abuelos. Pero nada me había resultado.
Mi hermano, era bueno para cocinar, pero también un “mateo” para los estudios, y me dio bastante confianza su estrategia medicinal.
Así que no lo dude, mientras mis amigos seguían con su jueguito de las piedras en el agua, aproveché el momento de acercarme al señor Litre.
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