Quidora Joven Mapuche

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Quidora Joven Mapuche

Jacqueline Balcells – Ana María Guiraldes

Esta es la historia de una joven Mapuche llamada Quidora. Ella se había enamorado perdidamente de  un guerrero Español llamado Don Diego, el cual había sido salvado por el padre de Quidora, el cacique Quilalebo, cuando esté estaba a punto de ser asesinado por Maulican, en medio de la guerra de Arauco.

Quidora estaba tan enamorada de Diego, que iba todos los días a visitarlo a  su ruca. Constantemente lo acompañaba y le aplicaba unas hierbas curativas, que contenían un líquido espeso que servían para que Diego se recuperara de su herida en el brazo.

Un día, los mapuches se percataron que Quidora iba constantemente a visitar a escondidas a Diego, y entonces le prohibieron ir a la ruca en donde se encontraba el guerrero español, debido a que  los mapuches habían decidido ejecutarlo.

Mientras la relación amorosa de Diego con Quidora era descubierta por el pueblo Mapuche, estos habían decidido declarar la guerra al pueblo Español. Al enterarse de los plantes del pueblo Mapuche, Diego, comienza a preocuparse, y decide planear su huida del lugar en donde se encontraba cautivo.  Al enterarse de los plantes de Diego, Quidora se pone muy triste, así que fue donde la machi del pueblo a pedirle si podía hacer un conjuro para que Diego se quedara atado para siempre a su pueblo, debido a que Quidora no quería perder a su amado Diego. La machi le dijo que no podía hacer nada para ayudarla a ella, debido a que los sentimientos eran algo que no se podían hechizar. Justo en el instante en que la Machi se encontraba con Quidora, aparece  Quilalebo, el padre de Quidora, junto al toqui Maulican, con la intención de recibir una bolsita de provisiones y una botellita con chicha de uva, que les tenía la machi, para que en la guerra entre ellos y los españoles les fuera bien. El padre de Quidora se percata de la presencia de Quidora, pero hace como si no la hubiera visto, y rápidamente ella sale de la ruca  de la machi, en búsqueda de su amado.

Pese a sus sentimientos, Quidora decide respetar los deseos de Diego, y lo ayuda a escapar de la ruca y el pueblo. La joven guió al joven soldado en su viaje, y luego le entrega algunos objetos que pueden serle de ayuda. El español le dijo: - “Quidora hasta aquí no más déjame, yo seguiré mi camino” –

Al escuchar esas palabras, Quidora se entristeció, pero  nuevamente decidió respetar sus deseos, y lo dejo ir. 

Pasaron los días, y los hombres del pueblo Mapuche habían comenzado su guerra contra los españoles, mientras que las mujeres volvieron a sus cosas rutinarias, menos Quidora, quien constantemente recordaba a su amado Diego, hasta que un día, decidió ir a buscar al español. La joven Mapuche corrió y corrió desesperadamente entre los bosques, solamente para poder llegar a tiempo al campo de batalla.

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