RESUMEN DE ALIENACIÓN- JULIO RAMÓN RIBEYRO
Enviado por Yadira Margot Garcia Irigoyen • 13 de Septiembre de 2020 • Resumen • 1.307 Palabras (6 Páginas) • 2.454 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN Y TURISMO
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TEMA: RESUMEN DEL RELATO ALIENACIÓN.
ESTUDIANTE: GARCÍA IRIGOYEN YADIRA MARGOT
DOCENTE: PRUDENCIO SÁNCHEZ ABRAHAM ABEL
HUARAZ- ANCASH
2020
ALIENACIÓN
Roberto López es un joven mestizo que vive en un barrio de lima donde también habitaba queca una hermosa señorita de piel blanca que tenía enamorados a todos los chicos. Una tarde cuando todos los jóvenes jugaban con una pelota en la plaza Bolognesi Roberto fue a observarlos, pero en realidad él solo iba a ver a queca como todos los chicos. al principio ella no le hacía caso a nadie, conversaba con todos, pero con el pasar del tiempo empezó a ser más selectiva y a fijarse solo en los chicos blancos y de alta economía. Aquella tarde alguien lanzó la bola y queca no llego a alcanzarlo, fue entonces cuando López se le acercó para entregársela y aquella joven aterrorizada se alejo diciendo: “yo no juego con zambos”. Esa frase que nunca olvidaría y el cual fue el motivo para querer dejar de ser zambo y volverse gringo.
Queca se fijó en chalo Sander, el chico de la banda que tenía el pelo más claro, el cutis sonrosado y que estudiaba además en un colegio de curas norteamericanos y naturalmente sería Sander quien la llevara a la fiesta de promoción cuando termine el colegio. Fue ahí cuando supimos que habíamos perdido por completo a nuestra bella dama y de vez en cuando íbamos a tomar un par de cervezas, Roberto siempre nos seguía y a veces le preguntábamos si quería un trago y él siempre decía: no gracias, será en otra ocasión. La noche del baile promocional vimos a nuestra hermosa dama, se veía despampanante junto a su pareja, chalo, quien iba en el carro de su padre, fue la última imagen que cerro para siempre una etapa de nuestra juventud.
Muchos se fueron buscando cosas nuevas para forjar su futuro, solo Roberto que ya trabajaba como repartidor iba cada noche a la plaza a ver como jugaba la nueva juventud y de reojo siempre veía hacia la casa de Queca y fue cuando descubrió que Chalo Sander solo fue una copia en la vida de ella y que el original sería Billy Mulligan, hijo de un funcionario del consulado de Estados Unidos con quien Queca decidió casarse. Fue entonces cuando Roberto trazó un plan para dezambarse y comenzó por matar al peruano que había dentro de él y por tomar algo de cada gringo que conoció. Con el cabello no le fue muy difícil, solo se hecho agua oxigenada y se lo plancho, para la cara hizo una mezcla de almidón, polvo de arroz y talco, sin embargo, con todo y eso seguía siendo un zambo. Necesitaba saber como se vestían y como eran en realidad, por eso comenzó a frecuentar los lugares donde los gringos estaban y para comenzar a vestirse como ellos necesitaba la ropa, la cual no se vendía en ningún almacén sino se tenía que pedir por encargo que lo trajeran de los Estados Unidos y sus precios eran inalcanzables. Pero él averiguo y descubrió que podía adquirirlo en las casas de los gringos que decidían volverse a su país y por ello remataban ya lo usado.
Después de todo aparentemente parecía ya ser un gringo, pero le faltaba algo muy importante: saber inglés. Eso le generó problemas como el conseguir un nuevo empleo porque él quería trabajar en la casa de algún gringo, al fin Roberto había encontrado un trabajo, no en la casa de un gringo como quería, pero tal vez algo mejor, en el club de Bowling de Miraflores. Servía en el bar de cinco de la tarde a doce de la noche. Las pocas veces que fuimos observamos como atendía a la gente, a los indios los atendía muy bien, pero por los gringos se desvivía, apenas entraban él ya estaba tomándoles su pedido. Se anima a veces a lanzar algunas palabras en inglés y como era respondido en la misma lengua su vocabulario fue incrementando. Los gringos felices de tener a un criollo que los comprendiera decidieron llamarlo Boby porque Roberto era muy difícil de pronunciar. Fue entonces cuando pudo inscribirse al instituto Peruano- Norteamericano con el nombre de Boby López donde se desvivió por sus estudios y conoció a un chico que tenía la misma admiración hacia los gringos, su nombre es: José María Cabanillas, hijo de un sastre de Surquillo. Ambos aprobaron el año con las mejores notas e incluso les pusieron como un claro ejemplo de superación. Andaban juntos de aquí para allá y desarreglaban todas las cosas es por eso que nadie en la cuidad los pasaba ni siquiera sus familiares, a si decidieron alquilar un cuarto donde ellos dos pudieran vivir e introducir lo extranjero en lo nativo, que gringos se sentían tirados en el sofá escuchando a “Strangers in the night” y fumando cigarrillos lucky, buscando alcanzar sus sueños de pronto decidieron inscribirse a un concurso que se llevaba a cabo todos los años para irse a los estados unidos, sabían mas inglés que nadie, pero no eran conocidos y los calificadores obviamente se dieron cuenta de que eran mulatos pintarrajeados, fueron descalificados. Con esa pena sintiendo que absolutamente nadie los quería en esa ciudad estuvieron varios días y finalmente el ánimo les volvió y surgieron nuevos planes. Decidieron irse a estados unidos con visa de turistas, lo poco que ambos habían ahorrado y que pensaban gastar en seis meses se les acabó en un mes. A si pasaron de un hotel barato a un albergue católico y por último a la banca del parque; después de todo eso solo quedaba una solución y era a miles de kilómetros de distancia, en un país llamado Corea los rubios estadounidenses combatían contra unos horribles asiáticos. Buscando la libertad del occidente. Muchos de ellos morían como ratas, dejando huérfanos y viudas. Quienes estuvieran dispuestos ir a combatir tenían todo garantizado a su regreso: seguro social, nacionalidad, trabajo y medallas. Por todos lados había reclutadores, entonces Boby y José María se inscribieron para no ser expulsados, tuvieron 3 meses de entrenamiento y cuando llego el momento partieron en un avión muy grande, el viaje fue inolvidable.
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