Sinopsis ¿Toda chica sueña con un amor diferente no? Algo o alguien que te cause felicidad, pero a la vez tristeza

Sinopsis

¿Toda chica sueña con un amor diferente no? Algo o alguien que te cause felicidad, pero a la vez tristeza…

«Yo soy Valeria Somers, hija única de una pareja sumamente exitosa en el mundo de la moda; por razones del destino, mi padre comienza a meterse de lleno en la política y los cambios se aproximaban a mi vida.»

«Mamá me había comentado que eso cambiaría, que ya era hora de que tuviera una vida normal. Fue ahí cuando mi cerebro recibió una idea, aja, esa idea que desde los doce años me había cruzado: tener un amor verdadero; un amor diferente a los que he tenido...»

«Tengo diecinueve años, aún tengo que esperar que pase navidad para cumplir mis anhelados veinte. Ya soy toda un adulto, pero de la manera que he vivido, me hace sentir una chica de quince años; pero eso cambió el día que lo conocí a él...» 

Capitulo uno

—Qué bien, la casa ya está acomodada –dije entusiasmada

—Así se decidió pues no tenemos tiempo de acomodar nada, sube a tu recamara ya está lista, el diseñador de interiores hice muy bien su trabajo —dijo mi madre feliz.

— ¿No entiendo? ¿Significa que saldrán de viaje? —pregunte confundida

—Por ahora solo tu padre —dijo mamá chistosa

—Eso, no me causa gracia —respondí seria

— ¡Ya anda! —dijo divertida

—No, mejor en la noche, por ahora saldré a caminar —dije alegre

—Ok hija, notaras que es muy bonito condominio —dijo mi madre

—Aja hasta luego mamá —dije sin darle importancia.

¿Es que no creen que quiero ya quiero tener una vida estable? –me pregunte retóricamente, después me puse al celular, llamando a Kya mi mejor amiga…

—Bueno Kya, ¿vendrás o no? —dije sin paciencia alguna

— ¡Tranquila! Si mi hermano quiere ir, allá me tendrás. —dijo ella al otro lado del auricular.

— ¿Alexis? —cuestione sin felicidad.

—Si tu ex, mi cuate ¿quien más? —dijo divertida a causa de mi pregunta.

—Pero yo te invite a ti, no a él –dije con autoridad

—Pues sabes que sin él no me dejan ir a ningún lado —dijo ella con tristeza

— ¡Ash! Jajá ni modo a soportar sus cariños; lo que quiero es que vengas…

Dije esto por último, pues había chocado con alguien que hizo que tirara mi celular, enojada volteé a esa persona, pero mágicamente mi enojo desapareció, bueno esa sonrisa tiene la culpa…

—Disculpa —escuche una voz preocupada que me hizo salir del trance.

— ¡Ah! —bravo ¿eso fue lo único que pudo producir mi boca?

—Ten linda, chocamos y tire tu celular…

— ¡Qué guapo eres! —dije sin pensar interrumpiendo al moreno

— ¡Oh, em… gracias, tú también eres muy guapa! –dijo el moreno claramente sonrojado.

—Ay, dime que no lo dije en voz alta —cuestione avergonzada.

—Sí, ¡eso parece! —respondió nervioso

—Te dije que no me dijeras —respondí sin pensar de nuevo

— ¡Hey Erick! —dijo un chico de tez blanca acercándose

—Kristian, mira ella es —callo pues no sabía mi nombre

Valeria Somers –dije tímidamente

—Hola, yo soy Kristian Álvarez y este de aquí es Erick Torres —dijo coqueto

—Kristian, yo solo me puedo presentar, Gracias —contesto sarcástico el moreno

—Mucho gusto chicos, yo bueno, los dejo no quiero molestar más —dije apresurada

— ¡No, espera te debo un celular! —escuche decir a Erick preocupado.

— ¡Wow¡ Espera, cántamela más despacio, ¿un celular? —cuestiono sorprendido Kris.

—No te preocupes, la que lo tiro fui yo, además tienes cosas por hacer —dije al mirar la caja que llevaba en las manos.

—Eso no es cierto y por eso no te apures, hay zumo de naranja en casa –dijo Erick alegre.

— ¡Caray está bien! ¿Os puedo ayudar en casa? —cuestione curiosa

— ¿Os? —pregunto confundido el chico blanco

—Disculpa, bueno viví mucho tiempo en Barcelona —dije tímida

— ¿Española? —interrogo chistosamente Kris

—No; bueno de padres mexicanos, nací aquí en Guadalajara pero desde muy pequeña me mude a España. —aclaraba.

—Vayamos a casa. –propuso Erick aniquilando la conversación.

—Bueno Erick, en ese refrigerador hay zumo solo para dos; así que yo me voy, no olvides hoy hay un evento social con el club —decía el sujeto risueño.

Y lo admito temo quedarme sola con el moreno…

— ¿Te independizaste? —cuestione tímida

—Sí, ya veinte años, ya era hora —dijo chistoso

— ¿20 años? Yo ya quisiera tener veinte —dije tranquilamente

— ¿Pues cuantos tienes? —pregunto muy interesado

—No te asustes tengo diecinueve —dije simpáticamente

—Ah jajá es que lo hiciste parecer mucha menos edad —se defendió emotivo—bien, Valeria cuéntame de ti —Erick propuso dulce

—Pues acabo de llegar de España —dije afligida

— ¿No querías venir a México? —cuestiono asombrado

...