Viendo la vida.

Viendo la vida

Había una vez un niño que se llamaba Santiago que tenía una linda casa con todo lo que un niño podía desear, juguetes y video juegos de todos los habidos y por haber, lo raro es que no los usaba, los tenía guardados, el pasaba la mayor parte del tiempo en el jardín, le gustaba mucho subirse a un Sicomoro, ahí se sentaba y pasaba las horas viendo todo desde arriba, ya que su árbol era muy grande. Santiago se la pasaba solo en su casa, sus padres nunca estaban y el en vez de jugar, le gustaba estar arriba del árbol, cuando su mamá llegaba, porque era la primera en llegar, salía al jardín y le preguntaba: - ¿Hijo que haces ahí? Y el respondía - “Viendo la vida”, y la mamá se metía y se quedaba pensativa, poco después llegaba el papá y le decía a la mamá -Otra vez ese niño trepando arboles-, la mamá respondió:  - ¿Sabes? estaba pensando en que Santiago se siente solo en esta casa tan grande yo creo que necesita más tiempo con nosotros ¿no crees? -, y el papá respondió –Claro que no, tiene demasiados juguetes y video juegos para jugar, no sé porque le encanta estar en ese árbol-. Al día siguiente la maestra de Santiago les mando a hablar a sus papas, era inicio de ciclo escolar y la maestra notaba que Santiago era un niño muy serio, casi no hablaba con nadie e incluso parecía que estaba triste, pero sus papas no fueron y la maestra le preguntó el ¿por qué? Santiago respondió: -Mi papá siempre dice que no tiene tiempo, que tiene demasiado trabajo y mi mamá que no puede dejar la papelería sola-, hasta que un día la maestra le dijo a Santiago que si sus padres no iban, no iba poder entrar a clases, ese día al decirle a sus papas lo que la maestra le había dicho lo regañaron diciéndole que ellos eran personas muy ocupadas y no tenían tiempo de andar asistiendo a platicas, esa noche Santiago se fue a dormir muy triste a su cuarto, por todo lo que le dijeron sus papas. Al día siguiente sus padres asistieron a la escuela molestos diciéndole a la maestra que fuera breve, la maestra admirada y molesta contesto: -Se trata de su hijo, no es posible que no tengan tiempo para él, Santiago es un niño aislado no se integra con sus demás compañeros, siempre esta pensativo y me ha contado que le gusta pasar sus tardes en un árbol leyendo, que solo así no se siente solo en esa casa tan grande, además ha habido evento en los cuales los papas de lo demás niños vienen, y ustedes nunca están ahí. ¡El necesita su atención! -, El papá sonrió sarcásticamente y dijo: - ¿Atención? “Tiene todo lo que un niño puede pedir y con que entretenerse, y cuando no venimos a esos eventos le damos un regalo, el entiende que nos es imposible asistir-, la mamá mostrándose comprensiva dijo: - Tiene razón, nosotros nunca estamos con nuestro hijo, pasa mucho tiempo solo, no tiene con quien jugar, con quien platicar, nosotros llegamos hasta en la noche apenas cenamos con él y dormimos, es hora de interesarnos más por él-, dijo dirigiéndose al papá.

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