50 Sombras De Grey
Enviado por fresamora • 19 de Abril de 2015 • 1.873 Palabras (8 Páginas) • 402 Visitas
“El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”…
(Simone de Beauvoir).
Nos encontramos ante una novela erótica donde la trama relacionada con el BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo). Los personajes están muy bien creados, son muy realistas y humanos, con sus defectos y sus virtudes pero, sobre todo, con sus luchas internas hablando en el ámbito psicológico. Principalmente los temas a bordar son: la dominación mediante el sadismo y la sumisión.
Todo comenzó con la estudiante de Literatura Anastasia Steele, la cual recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor, muy intimidante y sobre todo mostrando seguridad en el mismo. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Quizá el deseo que siente por él, va enfocado en tener un macho a su lado. Cuando la pareja por fin inicia la apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos.
Ella no puede creer que alguien como el señor Grey se interese por alguien insignificante como ella. Dicho personaje carece de seguridad personal. Queda patente que Christian esconde un secreto escandaloso y turbio.
Ana se encuentra en una disyuntiva haciendo alusión al dicho: “La curiosidad mató al gato”… por el misterio que encierra este hombre decide quedarse a su lado, y descubre que ni sus más extremas fantasías podrían llegar a alcanzar los verdaderos gustos sexuales de Christian. Una vez que ella entro en la “habitación del dolor” (previa firma de un acuerdo de confidencialidad) ya no hubo vuelta atrás.
Christian desea que Ana sea su esclava sexual, dando por hecho que era una experta en el tema de la sexualidad. Sin embargo, lo que no había imaginado es que la inocente Ana era además virgen. Pero la atracción entre ellos es tan fuerte que sucumbe a tener sexo convencional. Previo a esto, decide darle un contrato donde especifica las obligaciones como sumisa ante un amo. Dicha estipulación posee ciertas cláusulas como: forma de vestimenta, alimentación, y cuidado físico… e incluso una lista de las prácticas sexuales que está dispuesta a tolerar (las cuales incluyen: correas, mordazas, latigos, juguetes sexuales diversos y el grado de dolor soportable). Con ello se iniciará entonces una lucha de poderes, en la que el sexo es el arma dominante entre ellos y en la que ambos se juegan mucho más que la integridad física.
A mi punto de vista dicho libro tiene matices que me recuerdan a la historia de la Bella y la Bestia (pero sin magia de por medio). Christian es un monstruo; él lo sabe y ella también. Y no por las prácticas sexuales que prefiere, sino porque el provocar dolor a otras personas no es para él algo meramente excitante, sino puramente necesario provocando en él una incapacidad de mantener una relación “normal” con la chica a la que quiere.
Como bien dice el título, Grey tiene 50 sombras que marcan su pasado, su presente y casi con seguridad su futuro. Pero como buena Bestia, tiene un lado sensible del que Ana se enamora perdidamente, colocándose así en el rol de sumisa, quedando dispuesta a hacer la voluntad de otra persona (Christian), aunque esta voluntad iba en contra de sus propios deseos e intereses. Ser sumiso exige mucha humildad, porque significa reconocer la autoridad de otra persona. El problema es: ¿Se puede cambiar a un hombre? ¿Está ella dispuesta a aceptarlo es? ¿A cambiar por él?
A lo largo de la historia, se nos ha inculcado comenzando por nuestro hogar y estipulado por la sociedad machista en la que nos desenvolvemos, que las mujeres deben someterse ante la figura masculina (padre o cónyuge). Representando así el papel de sumisas. Quedando el hombre como amo, o por llamarlo de otra manera más sutil macho protector y dominante, debido a la complexión que muestra de fortaleza y hombría, así como en los demás ámbitos.
El machismo es un tipo de violencia que discrimina a la mujer o, incluso, a los hombres homosexuales y metrosexuales. Se ha reflejado en diversos aspectos de la vida social, a veces de forma directa y, en otras ocasiones, de manera sutil. Durante muchos años se negó el derecho a voto de la mujer, por ejemplo. En algunos países, por otra parte, todavía se castiga el adulterio de la mujer con la pena de muerte, cuando a los hombres también les correspondería la dicha pena.
La sumisión de la mujer a su marido aún suele ser vista como un valor positivo. Hay quienes sostienen que una mujer alcanza su plenitud cuando se casa y se convierte en ama de casa para atender a su esposo y a sus hijos. Otro reflejo del machismo instaurado en la sociedad aparece en frases como ¨Juana es la mujer de Pedro¨, ya que la oración inversa no es usual (¨Pedro es el hombre de Juana¨). La mujer aún es vista como una propiedad del hombre.
Tradicionalmente el machismo ha estado asociado a la diferenciación de tareas entre hombres y mujeres, y a la subordinación de las mujeres en muchas sociedades. En la mayor parte de todas las sociedades tradicionales, los hombres en general han tenido mayor poder y estatus que las mujeres en el ámbito doméstico limitado a esto, pero también en el de ambos en conjunto. En las sociedades modernas, las actitudes machistas tratan de justificar la mayor comodidad, preponderancia y bienestar de los hombres, aunque en realidad no sea así.
El hombre es más libre de expresar su sexualidad, sin recibir por ello ningún prejuicio, y a no
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