A que sabe la luna
Enviado por rcarilis • 18 de Mayo de 2018 • Resumen • 841 Palabras (4 Páginas) • 495 Visitas
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Narrador:
Érase una vez, en el gran universo donde hay cometas, satélites y estrellas, habitaba junto con ellos, una hermosa luna brillante y radiante como ninguna.
A lo lejos, pero muy lejos se encuentran un grupo de animales muy interesados en saber ¿Cuál será el sabor de esa rica luna? Y piensan:
_ ¿sabe a caramelo?, ¿a chocolate?, ¿tal vez a vainilla? ¿Sabrá a fresa? ¿Quizás a cereza? ¿Puede que sepa a melocotón ton, ton?, pensaban los animales saboreándose sin parar, entonces decidieron ir a alcanzarla para saborearla.
Narrador:
La primera en ir hacia ella fue la tortuga diciendo:
La tortuga: Yo soy la tortuga, valiente y astuta, si, lenta como ninguna, pero poco a poco alcanzare la luna…Hay, hay no logro alcanzarla, ah, ya se, llamare a mi amigo zorro para que me ayude; amigo zorro, ¿Dónde está? Venga, amigo zorro para que me ayude.
El zorro: ¿qué quieres? Tortuga, este momento estaba en un gran gallinero, comiendo mi desayuno, almuerzo y cena.
La tortuga: yo quiero alcanzar la luna pero no puedo, móntate en mi caparazón y alcánzala tú.
El zorro: ja.ja.ja, eso es pan comido… ¡Hay! No puedo está muy alta, ni porque estire mi lengua la alcanzo ¿Qué hare? Ya sé, llamare a mi amigo el león. Amigo, amiguito león, rey de la selva te necesito.
El león: (ruge) ¿Quién llama al rey? ¿Por qué me despiertas?
El zorro: amigo soy yo, quiero alcanzar esa luna pero no puedo, móntate sobre mí y alcánzala por favor.
El león: por ti, yo la voy alcanzar para cenar con ella.
Narrador: pero aun el león, tampoco pudo alcanzar la luna y pensó el león en llamar al mono, ya que es muy buen saltador.
El león: (ruge) mono, monito, ven por favor te necesito.
El mono: ¿Qué paso? Mi señor, estaba comiéndome unas ricas bananas, y no se ha donde quedaron, con el brinco que di cuando escuche que me llamaba.
El león: te llame para que me ayudes a alcanzar esa luna, móntate sobre mi cabeza y da saltos a ver si logras alcanzarla.
Narrador: el mono, brinco y brinco, sin ningún problema, pero nada logro, solo un profundo cansancio y un tremendo dolor de no haberse terminado de comer sus bananas, y llamo a la cebra para buscar solución.
El mono: señora cebra, señora cebra.
La cebra: ¿me llamas a mí? yo que estoy ocupada admirando mis bellas rayas, y mi porte tan fino, ¿Qué quieres?
El mono: no puedo alcanzar la luna, pero tú me puedes ayudar, móntate en mi lomo y alcánzala.
La cebra: con mucho gusto mono… Pero no puedo alcanzarla está muy lejos, pero ya se quien si puede, mi gran amigo el elefante, amigo elefante, venga, amigo elefante.
El elefante: ¿para qué me llamas? Espero que sea algo importante, porque estaba ensayando un número que voy a presentar en el circo.
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