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ANALISIS DE LOS HERALDOS NEGROS DE CESAR VALLEJO


Enviado por   •  14 de Diciembre de 2011  •  1.554 Palabras (7 Páginas)  •  15.905 Visitas

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Los heraldos negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,

la resaca de todo lo sufrido

se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras

en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.

Serán talvez los potros de bárbaros atilas;

o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,

de alguna fe adorable que el Destino blasfema.

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como

cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;

vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!

Del autor latinoamericano, César Vallejo (Perú). Un poema modernista, pretende que la poesía sea hermosa en sí mismo. No respeta la lógica porque el mundo ya no tiene palabras para describirse. En una época donde el artista latinoamericano buscaba una identidad definida ya que éramos hijos de colonizadores mezclados con nativos. Este poema lleva por título “Los heraldos negros”, dándole también nombre al libro que compone una serie creaciones en las que el poeta pone en cuestionamiento su relación íntima con Dios. El Yo lírico sufre por el dolor humano, que es irreparable y hasta insoportable. Existe una antinomia Amor-Dios, Dolor-Hombre es el tema del poema. Quedando una pregunta en el aire en un poema cíclico que termina como comienza “Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé”. Como que Dios se ensañara con la criatura humana y el hombre no encuentra explicación para ello. El poeta casi dialoga y llama a la reflexión. Nos habla, nos involucra y hace vernos con esos golpes, identificarnos con ese dolor que nos toca por tan solo existir.

Título epónimo, emblemático y simbólico. Los heraldos son los mensajeros, negros porque son anuncios de la muerte, de la oscuridad, de la soledad y la desolación. Rompe con la formalidad métrica estricta de los modernistas. Juega con la sonoridad y sugiere una serie de sentidos usando sinestesia “golpes sangrientos”. Mezcla deliberadamente rimas consonantes “se” con asonantes transformando esa certeza en duda porque va acompañada de un “no” (“Yo no sé”). Las asonantes” fuerte/Muerte”, “blasfema/quema”, “palmada/mirada”.

Este poema está compuesto por 5 estrofas de 4 versos cada una salvo la última que solo tiene un verso para cerrar en círculo, nos lleva al inicio. Poema que se disemina desde la primera estrofa a las siguientes haciéndonos mirar al final de cada una, nuevamente hacia la primera.

1º- En la primer estrofa nos presenta al dolor, es de lo que nos va a hablar y lo hace con una metáfora fosilizada refiere a las desgracias y a las tragedias. También nos aclara que no encontrará una explicación para tal sufrimiento. “¡Yo no sé!”. Los puntos suspensivos son para que extendamos nuestro pensamiento, para que pensemos en una respuesta, el dice que no sabe, ¿nosotros sabemos? El silencio se llena de preguntas pero solo tiene una certeza “Hay golpes”. Hace un intento de explicación pero no la encuentra, universaliza el dolor y le da perpetuidad con “en la vida” indica tiempo, también implica dolor que nosotros mismos nos provocamos en esa vida que todos vivimos. Se hace explícito el Yo lírico, comienza en el primer verso con una certeza y termina la estrofa con una duda. Se utiliza un zeugma uniendo un concepto concreto con uno abstracto, permitiendo la visualización de los golpes.

2º-En el segundo verso nos presenta un dios capaz de odiar y con él una posible respuesta, plantea una probabilidad “porque Dios nos odia”, es lo peor que nos podría pasar, nos hace imaginar que estamos frente a Dios. Utiliza fonemas “Dios, odio” al pronunciar estas palabras seguidamente le hallamos un sonido similar. Se nota que el Yo lírico se cuestiona su intimidad con ese Dios. (Dios es amor)

3º- 4º- Un encabalgamiento como si ante el odio de dios, le presentamos nuestro pasado doloroso y estancamos en el alma ese pasado y nos resignamos, hay una quietud de voluntad “se empozara en el alma” donde se echará a perder justamente en el sitio más puro que tiene el hombre, en el alma, de donde siquiera podemos mover esa agua empozada o hacer algo con ella, porque es que no podemos llegar al alma para limpiar ese resto

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