Abracadabra Golondrinita Ésta es una historia fantasiosa

Abracadabra Golondrinita

Ésta es una historia fantasiosa, de un niño muy pobre que vive en una pequeña parcela con sus padres, trabajándola, consiguen el sustento para ellos.

Pero frente a la parcela había una inmensa roca, que ellos consideraban la más grande del mundo. Para todos los demás la piedra siempre había estado allí, pero a él siempre le inquietaba, ¿Cómo se había formado? ¿Por qué estaba allí?

Y se pasaba horas mirándola.

Una tarde, llegó un hombre pequeño y le preguntó si querría escalar la piedra, a lo que el niño dijo que sí, éste sacó un dije en forma de golondrina y le dijo al niño que si lo apretaba contra su pecho y repetía unas palabras que le enseñó, éste volaría a la cima de la roca.

Cuando el niño estuvo arriba, una voz de entre la piedra le habló diciéndole que a su tiempo le sería revelado el misterio de la piedra pero que él debía hallar la entrada secreta. También le dijo que él era un descendiente de raza indígena y que por ello era su curiosidad, que la tarea no era fácil pero que perseverara, que tuviera fe, que buscara sin descanso.

A partir de ése día no había otra cosa que Ramón hiciera en sus ratos de descanso, buscar.

Llegó una época de escasez en la casa, una sequía que destruyó la cosecha, hubo enfermedad y su hermanito menor murió. Sus padres también enfermaron y el padre tuvo que hipotecar la casa y la parcela.

El niño preocupado por la situación familiar y con tarea que le habían puesto, en medio de una fiebre el niño ve y escucha a algunos animales burlarse porque él no encuentra la puerta.

Al día siguiente, ya recuperado, el niño vuelve a su misión y va al punto que vio en su visión, y encuentra una gallina con diez pollitos todos de oro, saliendo de la piedra. Él alcanzó a coger uno de los pollitos y luchó con la gallina hasta vencerla.

Al entrar al interior de la piedra le apareció un murciélago con el cual también luchó y con su machetico le logró cortar la cabeza y de inmediato se convirtió en oro.

Al continuar caminando vio que efectivamente estaba en el palacio indígena, el cuál contenía las riquezas de todos los indios, allí vio a una serpiente con la que también tuvo que luchar y a la que venció y no se convirtió en oro, porque era de esmeraldas, al llegar al salón principal, halló sentado en el trono a un anciano de larga barba acompañado por los animales que él había visto en su visión.

Éste espíritu le entregó todas aquellas riquezas con la única condición que nadie más podría saber y que sólo podía sacar lo necesario para vivir o para ayudar a otros. También le dio la golondrinita y desapareció junto con los animales.

Ahora le esperaba la prosperidad.

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