Ana Y El Lobo

ANA Y EL LOBO

Narrador: Un día, una pastora, llamada Ana, estaba sentada en una loma cuidando sus ovejas. Las ovejas pastaban felices y Ana no tardó en aburrirse. Miró hacia el pueblo y vio a toda la gente muy ocupada, y, entonces, Ana les gastó una broma. Se puso de pie y gritó:

Ana: _ ¡El lobo, el lobo! El lobo viene a comerse mis ovejas.

Narrador: Todos los aldeanos dejaron lo que hacían y corrieron a ayudar.

Aldeanos: __ ¡Que pasa!

Aldeanos: __ ¡Que sucede!

Narrador: Pero cuando llegaron, Ana se rió y les dijo:

Ana: __ Jajaja, ¡Era una broma! No hay ningún lobo.

Narrador: Nadie lo encontró divertido y se marcharon quejándose por haber perdido el tiempo.

Aldeanos: __ ¡Vámonos!

Aldeanos: __ ¡No pasa nada!

Aldeanos: __ ¡Nada más nos hace perder el tiempo!

Narrador: Pasó una semana. Ana cuidaba sus ovejas un día tras otro, era muy aburrido. Así que decidió volver a gastar una broma a los aldeanos, y dijo a voz en grito:

Ana: _ ¡El lobo, el lobo! El lobo viene a comerse mis ovejas.

Narrador: Parecía tan desesperada que todos acudieron corriendo. Ana se rió de ellos.

Ana: _ ¡Era sólo una broma!_ jajajaja

Narrador: No es de extrañar que todos se enfadaran mucho con Ana.

Aldeanos: __ ¡Otra vez nos engaño!

Aldeanos: __ ¡No pasa nada!

Aldeanos: __ ¡Ya no le vamos a creer!

Narrador: Pero un día sucedió algo horrible. Ana estaba como siempre en la colina cuando vio un lobo de verdad que salía del bosque.

Ana: __ ¡EL LOBO! ¡EL LOBO!, ¡Por favor, ayudadme! El lobo viene DE VERDAD a comerse mis ovejas.

Narrador: Pero, claro, los aldeanos ya se sabían la historia, así que se rieron y decidieron que no los iba a engañar otra vez. Siguieron con su trabajo y no le hicieron caso.

Aldeanos: __ ¡Jajaja, no es cierto!

Aldeanos: __ ¡Es otra de sus bromas!

Aldeanos: __ ¡Ya sabemos su historia!

Lobo: __ ¡Muhahaha ahora perseguiré y comeré a todo el rebaño, pues nadie vendrá a impedirlo!

Narrador: El lobo persiguió a las ovejas. Y la pobre de Ana todavía las está buscando

MORALEJA: La gente no confía en quien dice mentiras, ni cuando dice la verdad.

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