Analisis Del Cuento El Burro

Comentario del cuento “El burro” de Juan José Morosoli

Este autor es el máximo exponente de las letras minuanas. Nace un 19 de enero de 1899 en Minas, Departamento de Lavalleja, República Oriental del uruguay, y muere un 29 de diciembre de 1957.

Integró la corriente criollista-nativista de estilo regionalista, preocupado por rescatar y valorizar en la cultura nacional a los paisajes y a los hombres del interior: sus creaciones fueron más allá del trazado de una simple similitud pintorequista; supo expresar la esencia de su tierra y de sus gentes; el hombre será el centro de estos cuentos, pero una clase de hombre perfectamente determinada, los que Morosoli llama los “vivientes”: “seres marginales, sin oficio, o con oficios que apenas dan para sobrevivir, una especie de resaca social fuera de época, a la que el escritor se propone salvar del olvido, antes de su extinción definitiva, o mujeres aisladas y marginadas de todo lo que pasa fuera de sus grandes caserones, que protagonizan varios de sus cuentos más poéticos y desolados. Es un cuentista nato, y lo que quiere dar surge de la anécdota, de la situación, del diálogo áspero o chispeante, de la abundante creación de personajes que, no por ser “vivientes”, dejan de ser, en la mirada del autor, únicos y originales. Su intención era mostrar lo verdadero, lo auténtico de esta realidad, con afán de denuncia social.

JUAN JOSÉ MOROSOLI publicó el cuento “El burro” el 28 de agosto de 1955 en el suplemento del diario El Día y postumamente fue publicado en Tierra y Tiempo en 1959.

El título parece ser solamente epónimo, porque refiere a uno de los personajes principales, el que cumple una función crucial en el cuento; en el transcurso de la lectura nos damos cuenta que es también emblemático, ya que nos adelanta de quien va a tratar, volviéndose así, un título mixto.

El narrador comienza siendo omnisciente, después pasa a ser testigo (Anchordoqui) para después volver a tomar la omnisciencia y finalizar como testigo en la reflexión que saca Anchordoqui de la historia.

Los personajes protagonistas son Umpiérrez y el burro; Anchordoqui, Nemesia, López, Ramírez y Vera son los personajes secundarios o episódicos. Los personajes terciarios, que aparecen en uno o más episodios, también denominados evocados, referenciales o mencionados son: los nietos de López, el grupo de cortadores y los muchachos que apedrean al burro.

La historia trata de un hombre de campo llamado Umpiérrez. Él tenía un trabajo rutinario, monótono y no tenía ni casa, ni familia. Era humilde, sencillo y solitario. Sin afectos ni aspiraciones; se conformaba con lo que tenía.

En el marco el narrador nos da una descripción etopéyica de Umpiérrez, la descripción no es física, sino de su rutina, “se levantaba, empezaba el mate, encendía el fuego…”

En este cuento hay dos temas constantes y recurrentes: el silencio y la soledad, que no son más que el resultado de la realidad de un campo casi desierto, sin árboles y sin gente, hecho de planos muertos y distancias vacías, nos damos cuenta a través de las siguientes metáforas; “Por el camino ciego que moría en el horno, no pasaba nadie.” “A sus espaldas las tunas y cina-cinas…”.

El nudo se presenta en el marco del cuento, donde hay un diálogo entre Umpiérrez y Anchordoqui, este diálogo lo comienza Anchordoqui, el cual no puede entender las costumbres y la vida que lleva Umpiérrez; proponiéndose dejarlo sin respuesta.

“Una vez Anchordoqui le preguntó:

-¿Pero vos no vas nunca al boliche?

-¿Pa qué?

-A jugar un truco.. A tomar una caña...

-¿Para salir peliando después?

-¿Y las mujeres no te gustan?

-¿Pa qué? ¿Para llenarte de hijos?

Anchordoqui seguía preguntando. Esperaba dejarlo sin respuesta.

-¿Y perro no tenés?

-¿Pa qué?

-¿Cómo pa qué? -dijo Anchordoqui malhumorado-, ¿pa qué?... ¡Para tenerlos nomás, para lo que se tienen los perros!

-Para tenerlos nomás, mejor no tenerlos.,.

-Pero alguna diversión tenés que tener -dijo

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