Analisis Del Cuento Macario

Análisis del cuento Macario

El relato de Macario trata de un hombre que no está bien de sus facultades mentales, huérfano de padre y madre quien vive con su madrina y Felipa, la sirvienta de la madrina, y maltratado y apedreado por la gente por la forma en la que vive pareciera que es el sur de México. y por el año de la publicación puede estar situada en los 40´s.

“Macario” se distingue por el constante uso de puntos suspensivos, brinca de un tema a otro y al mismo tiempo va hilando a los personajes del cuento con lo que percibe con sus sentidos, el vocabulario es limitado y repetitivo, carece de información que permita al lector conocer las características faciales de los personajes (algo que se puede encontrar en los cuentos de Rulfo, como por ejemplo: Diles que no me maten, El Llano en Llamas, y Es que Somos Muy Pobres del mismo libro), sólo el color de los ojos de la madrina que eran negros como los sapos y de Felipa que eran verdes como las ranas, describe el panorama sin nombrar la ubicación exacta ni el tiempo en el que se sitúa, el narrador habla en primera persona y sólo hace una cita textual al referirse a las palabras del sacerdote de la iglesia.

Macario, deja ver su inocencia a través del cuento. Comienza Relatando parte de su vida desde la orilla de una alcantarilla en donde tiene que permanecer aguardando que salgan las ranas para matarlas con un palo por órdenes de su Madrina, quién ya tiene días que no puede dormir con tanto ruido de las ranas; platica su vida en voz alta como si alguien lo escuchara, viajando al pasado en su mente y termina en la misma alcantarilla donde inicia el relato hablando en tiempo presente.

La Madrina es la autoridad en su hogar y la que da el dinero para la comida, y Macario la respeta y obedece. La gente dice que él está loco, eso dice su madrina, él nunca lo ha escuchado; ella le amarra las manos con su rebozo cuando van a la iglesia y lo sienta junto a ella porque dice que ya una vez quiso ahorcar a una señora, él no se acuerda, pero igual le cree a su madrina ya que ella nunca dice mentiras. Mucha gente lo maltrata y lo apedrea en la calle, le ha pasado que la gente le ofrece comida y ya que llega lo apedrean, así que su casa es el único lugar dónde él se siente seguro y protegido, por eso, él sale a barrer a las cuatro de la mañana, cuando todas las personas están aún dormidas, para que no lo lastimen. Pareciera que Felipa es una imagen maternal para Macario, él quiere mucho a Felipa, más que a su madrina, Felipa cocina y él recoge leña para el fogón, lava los trastes y le da de comer a los puercos aprovechando para echarse unos puños de garbanzo remojado y de maíz seco a la boca y así calmar su hambre. Felipa además de cocinar para ellos tres, y en ocasiones regalarle su porción de comida a Macario, también le ayuda a no sentirse tan solo por las noches recostándose junto a él sobre los sacos dónde él duerme y ofreciéndole la dulce leche de sus senos a escondidas de la madrina, leche que, según Macario, sabe tan dulce como la miel que sale por debajo de las flores del obelisco. Macario duerme en un lugar lleno de cucarachas, grillos y alacranes, tiene terror de irse al infierno cuando muera, sobre todo después de escuchar al sacerdote decir

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