Antologia De Cuentos De Terror.
Enviado por Oscar_911 • 8 de Febrero de 2015 • 1.574 Palabras (7 Páginas) • 186 Visitas
La maldición de la tienda de abajo……….
María y José vivieron durante muchos años en un viejo edificio de su pueblo natal. Justo debajo de ellos había una pequeña tienda familiar de ultramarinos donde desde hacía muchos años ambas familias habían realizado sus compras. Continuando con la tradición, desde el instante en el que ambos se casaron, siguieron acudiendo al lugar.
Pero los años fueron pasando y al final los propietarios fallecieron, aunque tanto José como María ya tenían unos años y estaban tan acostumbrados a realizar las compras en este tipo de comercios que no se planteaban viajar hasta otro pueblo para entrar a un centro comercial.
Por esa razón decidieron reabrir ellos la tienda y hablaron con el hijo de los propietarios que accedió muy gustosamente.
En pocos días consiguieron arreglar los desperfectos y volver a llenar las estanterías con los mismos ingredientes que consumían desde hacía ya mucho tiempo.
Pero una de las veces, estando María sola atendiendo a los clientes, al entrar a la trastienda pudo ver que gran parte del género se encontraba en el suelo destrozado. No sabía qué era lo que podía haber ocurrido, pero llamó a José y entre los dos volvieron a reorganizar todo y a deshacerse de lo que se había estropeado.
Lo que no sabían es que aquí había comenzado algo que no podrían entender, y es que a partir de la fecha, esta situación se acabó repitiendo día tras día sin que encontrasen una razón lógica.
Una de las noches decidieron permanecer en el lugar para averiguar qué era lo que pasaba, y de repente pudieron ver cómo entraban dos espíritus a los que reconocieron como los antiguos propietarios, pero la situación había cambiado drásticamente, y lo que querían era que abandonasen la tienda para no volver nunca más, aunque ya se había hecho tarde para poder escapar de allí.
No tendría por qué haber desaparecido……….
Como cada mañana, Patricio salía muy temprano de su casa en dirección al taller en el que trabajaba. Se trataba de un negocio familiar que había ido pasando de mano en mano durante años, y tras unas pequeñas remodelaciones, ahora seguía fabricando calzado aunque por suerte lo conseguía de mejor calidad.
Lo cierto es que las cosas no le iban nada mal, y menos para vivir en un pueblo apartado y no contar con demasiados clientes.
Sin embargo, una mañana se despertó su esposa y vio que Patricio no había ido al trabajo. Extrañada le preguntó si se encontraba bien ya que incluso estando resfriado o con cualquier otro tipo de molestia nunca había dejado de acudir a sus obligaciones.
El hombre le explicó que en realidad sí había ido al trabajo, pero que al llegar vio a alguien en el interior y llamó al policía del pueblo. Cuando entraron no había nadie, pero él seguía muy extrañado y prefirió no ir a trabajar por si era algún ladrón que tuviese la intención de volver más adelante.
Al día siguiente fue con una mayor precaución, pero de nuevo volvió a encontrar en el interior de su taller a aquel individuo, el cual al verlo se abalanzó sobre él pero Patricio logró escapar.
Luego acudió la policía y en esta ocasión incluso se acercaron varios vecinos del pueblo para intentar dar alcance al hombre, pero nadie consiguió encontrarlo.
Esto fue ocurriendo durante varias semanas, y al final todos llegaron a pensar que en realidad Patricio había perdido la cabeza y tan sólo veía fantasmas inexistentes.
Sin embargo, el hombre estaba convencido de que no iba a dejar su trabajo por nadie, pero lo que no sabía es que esa iba a ser la última vez que salía de su casa, ya que nunca volvió a regresar.
Al borde del precipicio……….
Pablo y María generalmente se reunían con sus amigos para realizar rutas por el campo, viajar a ciudades abandonadas y en general encontrar sitios que para ellos eran mágicos debido a que se encontraba muy apartados de la mano del hombre. Sin embargo, en esta ocasión las vacaciones de todos no habían coincidido, pero la pareja tampoco quería desaprovechar estas semanas para realizar una buena ruta y obtener las imágenes y recuerdos más fantásticos.
Por ello se pusieron manos a la obra y lo organizaron todo para una escapada ellos solos, sin rumbo fijo, sin organización de las rutas… Tenían muy claro que querían salir a la aventura y descubrir mundos nuevos y sorprendentes así como historias fascinantes.
Pero lo que no sabían era que se iban a convertir en protagonistas de una realidad que nunca hubiesen imaginado.
Tras varios días recorriendo carreteras, consiguieron llegar a un punto bastante alto de una montaña; un lugar asombroso por el que parecía que nunca había pasado nadie,
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