Antologia Poetica
Enviado por angeliux92 • 31 de Julio de 2014 • 2.062 Palabras (9 Páginas) • 244 Visitas
01 POEMA
Apenas te conozco y ya me digo:
¿Nunca sabrá que su persona exalta
todo lo que hay en mí de sangre y fuego?
¡Como si fuese mucho
esperar unos días -¿muchos, pocos?-
porque toda esperanza
parece mar del Sur, profunda, larga!
Y porque siempre somos
frutos de la impaciencia bosque todos.
Apenas te conozco y ya arrasé
ciudades, nubes y paisajes viajes,
y atónito, descubro de repente
que dentro estoy de la piedra presente
y que en cielo aún no hay un celaje.
Cómo serán estas palabras, nuevas,
cuando ya junto a ti, salgan volando
y en el acento de tus manos vea
el límite inefable del espacio.
02 SEGADOR
El segador, con pausas de música,
segaba la tarde.
Su hoz es tan fina,
que siega las dulces espigas y siega la tarde.
Segador que en dorados niveles camina
con su ruido afilado,
derrotando las finas alturas de oro
echa abajo también el ocaso.
Segaba las claras espigas.
Su pausa era música.
Su sombra alargaba la tarde.
En los ojos traía un lucero
que a veces brincaba por todo el paisaje.
La hoz afilada tan fino
segaba lo mismo
la espiga que el último sol de la tarde.
03 SEMBRADOR
El sembrador sembró la aurora;
su brazo abarcaba el mar.
En su mirada las montañas
podían entrar.
La tierra pautada de surcos
oía los granos caer.
De aquel ritmo sencillo y profundo
melódicamente los árboles pusieron su danza a mecer.
Sembrador silencioso:
el sol ha crecido por tus mágicas manos.
El campo ha escogido otro tono
y el cielo ha volado más alto.
Sembraba la tierra.
Su paso era bello: ni corto ni largo.
En sus ojos cabían los montes
y todo el paisaje en sus brazos.
04 EL VIAJE
Y moví mis enérgicas piernas de caminante
y al monte azul tendí.
Cargué la noche entera en mi dorso de Atlante.
Cantaron los luceros para mí.
Amaneció en el río y lo crucé desnudo
y chorreando la aurora en todo el monte hendí.
Y era el sabor sombrío que da el cacao crudo
cuando al mascar lo muelen los dientes del tapir.
Pidió la luz en hueco para saldar su cuenta
(yo llevaba un puñado de amanecer en mí).
Apretaron los cedros su distancia, y violenta
reunió la sombra el rayo de luz que yo partí.
Sobre las hojas muertas de cien siglos, acampo.
Vengo de la montaña y el azul retoñé.
Arqueo en claro círculo la horizontal del campo.
Sube, sobre mis piernas, todo el cuerpo que alcé.
Rodea el valle. Hablo,
y alrededor, la vida, sabe lo que yo sé.
05 DESEOS
Trópico, ¿para qué me diste
las manos llenas de color?
Todo lo que yo toque
se llenará de sol.
En las tardes sutiles de otras tierras
pasaré con mis ruidos de vidrio tornasol.
Déjame un solo instante
dejar de ser grito y color.
Déjame un solo instante
cambiar el clima del corazón,
beber la penumbra de una casa desierta,
inclinarme en silencio sobre un remoto balcón,
abandonarme en el manto de pliegues finos,
dispersarme en la orilla de una suave devoción,
acariciar dulcemente las cabelleras lacias
y escribir con un lápiz muy fino mi meditación.
¡Oh, dejar de ser un solo instante
el Ayudante de Campo del sol!
¿Trópico, para qué me diste
las manos llenas de color?
06 AMOR SIN NOMBRE
Amor sin nombre, ámbito destino
De ser y de no estar. Tu pronto asedio
Sostiene mi dolor y anula el tedio
De copa exhausta o apretado vino.
En un alto silencio, un aquilino
Palmo azul de silencio, vivo. En medio
De la infausta paciencia de tu asedio
Abro las jaulas y desbordo el trino.
Por ti cuelgo coronas en los muros;
Por ti soy más fugaz y en los maduros
Soñares aligero tus canciones.
Y te llevo en mi ser y has recogido
La actitud que en Florencias o Bizancios
Consagra sus palomas al olvido.
07 EN EL SILENCIO DE LA CASA
En el silencio de la casa, tú,
Y en mi voz la presencia de tu nombre
Besado entre la nube de la ausencia
Manzana aérea de las soledades.
Todo a puertas cerradas, la quietud
De esperarte es vanguardia de heroísmo,
Vigilando el ejército de abrazos
Y el gran plan de la dicha.
Yo no sé caminar sino hacia ti,
Por el camino suave de mirarte
Poner mis labios junto a mis preguntas
-Sencilla, eterna flor de preguntarte-
Y escucharte así en mí, ¡y a sangre y fuego
Rechazar, luminoso, las penumbras!
Manzana aérea de las soledades,
Bocado silencioso de la ausencia,
Palabra en viaje, ropa del invierno
Que hará la desnudez de las praderas.
Tú en el silencio de la casa. Yo
En tus labios de ausencia, aquí tan cerca
Que entre los dos la ronda de palabras
Se funde en la mejor que da el poema.
08 ESTA BARCA SIN REMOS ES LA MÍA
Esta barca sin remos es la mía.
Al viento, al viento, al viento solamente
Le ha entregado su rumbo, su indolente
Desolación de estéril lejanía.
Todo ha perdido ya su jerarquía.
Estoy lleno de nada y bajo el puente
Tan solo el lodazal, la malviviente
Ruina del agua y de su platería.
Todos se van o vienen. Yo me quedo
A lo que dé el perder valor y miedo.
¡Al viento, al viento, a lo que el viento quiera!
Un mar sin honra y sin piratería,
Excelsitudes de un azul cualquiera
Y esta barca sin remos que es la mía.
09 MI VOLUNTAD DE SER
Mi voluntad de ser no tiene cielo;
Sólo mira hacia abajo y sin mirada.
...