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Antología Poética De Primero De Bachillerato


Enviado por   •  10 de Octubre de 2013  •  6.652 Palabras (27 Páginas)  •  318 Visitas

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Ruben Dario “Cancion de otoño en primavera”, de Cantos de vida y esperanza (1905)

Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa, 18 de enero de 1867 - León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es posiblemente el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.

1. Glosario

Aflicción: Sufrimiento físico, pena, tristeza. (v.8)

Armiño: Mamífero del orden de los carnívoros, de unos 30 cm de longitud, con la piel muy suave y delicada, parda en verano y blanquísima en invierno, menos la punta de la cola, que es siempre negra; se alimenta de huevos y pequeños animales. (v. 15)

Peplo: Vestidura exterior propia de las mujeres de la Grecia antigua, que bajaba de los hombros a la cintura, a modo de túnica sin mangas, formando caídas en punta por delante. (v.27)

Bacante: Mujer que participaba en las bacanales. (v.28)

2. Localización o contextualización

“Canción de otoño en primavera” , Rubén Darío. Este poema forma parte de la obra Cantos de vida y esperanza (1905). El autor se incluye en el movimiento denominado Modernismo.

3. Tema

La idea que se desarrolla en el poema es la del paso del tiempo o “tempus fugit”. Es la historia de su vida amorosa.

4. Asunto o argumento

En la primera parte del poema el autor hace alusión a tres mujeres distintas. En la primera, el poeta hace una introducción en la cual da a entender que durante su vida ha estado con diferentes mujeres. Explica la experiencia con su primera amada. Él era inocente y tímido, al contrario que ella, que ya sabía del amor, y lo “corrompió”.

A continuación habla de su segunda amada la cual era más sensible, sensual y apasionada. Pero a pesar de su ternura en el fondo era más “violenta”.

Después describe a la tercera mujer, obsesiva y con un gran instinto sexual. Al principio él se siente en la gloria con ella, pero acaba por darse cuenta de que todo eso es una felicidad pasajera ya que no es lo que quiere realmente.

En la segunda parte del poema hace una reflexión sobre su vida amorosa y el tiempo. Durante su vida ha tenido muchos amores que ahora solo son recuerdos. Buscó el amor ideal y fracaso al no encontrarlo, pero aun así, seguirá buscando a pesar de su edad.

5. Estructura

5.1 Interna

Podemos dividir el poema en dos partes, en la primera habla de tres de las mujeres con las que mantuvo una relación, y en la segunda hace una reflexión de su vida amorosa.

5.2 Externa

Este poema está constituido por 69 versos eneasílabos. Está estructurado en 17 estrofas de cuatro versos cada una, más un verso libre al final del poema. Tiene rima consonante y cruzada en ABAB. Los versos son de arte mayor.

6. Estilo

6.1. Recursos lingüísticos

6.2. Recursos retóricos

Metáfora: “Juventud, divino tesoro” (v. 1), “hecha de noche y de dolor” (v. 12), “para mi amor hecho de armiño” (v. 15), “Otra juzgo que era mi boca el estuche de su pasión” (v. 37), “y de nuestra carne ligera” (v. 45), “¡Mas es mía el Alba de oro!” (v.69).

Exclamación: “¡ya te vas para no volver!” (v. 2), “¡Ya no hay princesa que cantar!” (v. 60)

Suspensión: “Cuando quiero llorar, no lloro...” (v. 3), “Herodías y Salome...” (v.16)

Antítesis: “Cuando quiero llorar, no lloro... / Y a veces lloro sin querer” (v. 3)

Hipérbaton: “Plural ha sido la celeste” (v. 5), “Pues a su continua ternura una pasión violenta unía” (v. 25)

Sinestesia: “Plural ha sido la celeste / historia de mi corazón” (v. 5)

Comparación: “sonreía como una flor” (v.10), “yo era tímido como un niño” (v. 13)

Polisíndeton: “La otra fue más sensitiva, y más consoladora, y más halagadora y expresiva...” (v. 21)

Comparación/ Suspensión: “en sus brazos tomo mi ensueño y lo arrullo como a un bebé...” (v. 29)

Personificación: “mi sed de amor no tiene fin” (v. 62)

Juventud, divino tesoro,

¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro...

y a veces lloro sin querer...

Plural ha sido la celeste

historia de mi corazón.

Era una dulce niña, en este

mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura;

sonreía como una flor.

Era su cabellera obscura

hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.

Ella, naturalmente, fue,

para mi amor hecho de armiño,

Herodías y Salomé...

Juventud, divino tesoro,

¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro...

y a veces lloro sin querer...

Y más consoladora y más

halagadora y expresiva,

la otra fue más sensitiva

cual no pensé encontrar jamás.

Pues a su continua ternura

una pasión violenta unía.

En un peplo de gasa pura

una bacante se envolvía...

En sus brazos tomó mi ensueño

y lo arrulló como a un bebé...

Y te mató, triste y pequeño,

falto de luz, falto de fe...

Juventud, divino tesoro,

¡te fuiste para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro...

Y a veces lloro sin querer...

Otra juzgó que era mi boca

el estuche de su pasión;

y que me roería, loca,

con sus dientes el corazón.

Poniendo en un amor de exceso

la mira de su voluntad,

mientras eran abrazo y beso

síntesis de la eternidad;

y de nuestra carne ligera

imaginar siempre un Edén,

sin pensar que la Primavera

y la carne acaban también...

Juventud, divino tesoro,

¡ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro...

y a veces lloro sin querer.

¡Y las demás! En tantos climas,

en tantas tierras siempre son,

si no pretextos de mis rimas

fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesa

que estaba triste de esperar.

La vida es dura. Amarga y pesa.

¡Ya no hay princesa que cantar!

Mas a pesar del tiempo terco,

mi sed de amor no tiene fin;

con el cabello gris,

...

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