PRIMEROS AUXILIOS
Enviado por beatryzgarcia • 1 de Julio de 2011 • 2.140 Palabras (9 Páginas) • 1.651 Visitas
TRAYECTO INICIAL
MATERIA: PROTECCIÓN CIVIL Y ADMINISTRACIÓN DE DESASTRES
PRIMEROS AUXILIOS
Se entiende por primeros auxilios a las técnicas y procedimientos de carácter inmediato, limitado, temporal, no profesional que recibe una persona, víctima de un accidente o enfermedad repentina. Su carácter inmediato radica en su potencialidad de ser la primera asistencia que esta víctima recibirá en una situación de emergencia. Limitado porque de todas las técnicas, procedimientos y concepciones que existen en la medicina de emergencias y desastres, solo utiliza una pequeña parte de estas, por esto el socorrista nunca debe pretender reemplazar al personal médico, pueden ser de primera instancia o de segunda instancia.
El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la muerte hasta que se consigue asistencia médica. Varían según las necesidades de la víctima y según los conocimientos del socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves. Por ejemplo, en una apendicitis aguda un laxante suave puede poner en peligro la vida del paciente.
Normas para aplicar los primeros auxilios:
• Actuar con rapidez y mantener la calma.
• Llamar inmediatamente al médico, o enviar a alguien para que llamen a una ambulancia.
• Evitar carreras y gritos innecesarios, esto ocasiona pánico, tanto en el lesionado como en las personas que están alrededor, y entorpecerá la asistencia que se desea dar.
• No permitir que un montón de curiosos rodee al accidentado, pues le quitan el aire, aumentan su nerviosismo y además hacen más difícil la atención con rapidez.
• No mover a la persona sin averiguar su estado, es preferible llamar y esperar a una ambulancia o a los paramédicos, porque se pueden complicar las lesiones que ya tenga la persona u ocasionar una nueva. Sólo se puede mover un lesionado si en el lugar donde se encuentra corre peligro.
• Aflojar la ropa del accidentado para facilitar la respiración y la circulación.
• Averiguar si la respiración del accidentado es normal, si no lo es hay que darle resucitación cardio-pulmonar. Chequear el pulso.
• Una vez atendida la respiración, observar si hay hemorragias o fracturas de huesos y atenderlas.
• Es importante, en todo momento, tranquilizar al accidentado, brindándole seguridad y confianza.
• Cuidar las pertenencias del accidentado, tanto personales como las de los vehículos (si las hubiese).
• Es necesario contar con un maletín de primeros auxilios.
• La cabeza debe mantenerse al mismo nivel que el tronco excepto cuando exista dificultad respiratoria. En ausencia de lesiones craneales o cervicales se pueden elevar ligeramente los hombros y la cabeza para mayor comodidad.
• Si se producen náuseas o vómitos debe girarse la cabeza hacia un lado para evitar aspiraciones.
• Nunca se deben administrar alimentos o bebidas y mucho menos en el paciente inconsciente.
• La primera actuación, la más inmediata, debe ser procurar al paciente una respiración aceptable: conseguir la desobstrucción de las vías respiratorias para evitar la asfixia, extrayendo los cuerpos extraños —sólidos o líquidos— y retirando la lengua caída hacia atrás.
Las urgencias que requieren primeros auxilios con más frecuencia son los accidentes en los que se produce asfixia, parada e infarto cardiacos, sangrado grave, envenenamiento, quemaduras, golpe de calor e insolación, desvanecimiento, coma, esguinces, fracturas y mordeduras de animales.
Asfixia
En la asfixia, el aire no puede entrar en los pulmones y el oxígeno no llega a la sangre circulante. Entre las causas de asfixia se encuentran el ahogamiento, el envenenamiento por gases, la sobredosis de narcóticos, la electrocución, la obstrucción de las vías respiratorias por cuerpos extraños y la estrangulación. Para evitar un daño cerebral irreparable al detenerse la oxigenación tisular, se debe instaurar inmediatamente algún tipo de respiración artificial.
La mayoría de las personas mueren cuatro a seis minutos después de la parada respiratoria si no se les ventila de forma artificial. Se han diseñado muchas formas de respiración artificial. La más práctica para la reanimación de urgencia es el procedimiento boca a boca: el reanimador sopla aire a presión en la boca de la víctima para llenarle los pulmones. Antes de ello, debe retirarse cualquier cuerpo extraño que obstruya las vías respiratorias.
En casos de ahogamiento siempre hay que intentar la respiración artificial, incluso aunque el paciente haya presentado signos de muerte durante varios minutos. Se han descrito varios casos de pacientes sumergidos durante más de media hora, cianóticos y sin posibilidades de reanimación, que respondieron a los primeros intentos del socorrista.
Parada e Infarto Cardíaco
La reanimación del paciente con parada cardiaca está muy relacionada con la reanimación respiratoria. Ha de aplicarse masaje cardiaco externo para mantener el flujo sanguíneo y combinarlo con las técnicas de respiración artificial. El masaje se aplica en forma de compresiones cortas y rítmicas de un segundo de duración. Se aplica una respiración boca a boca cada cinco golpes cardiacos. Para esta operación son ideales dos reanimadores. Si sólo hay uno se aplican dos respiraciones boca a boca cada 15 compresiones cardiacas. El procedimiento debe aplicarse, aunque no haya signos de vida, hasta conseguir ayuda médica.
Hemorragia
El sangrado “en surtidor”, “a chorro” o “a golpes” es signo inequívoco de hemorragia grave. La simple presencia de sangre sobre una superficie corporal grande no es signo de hemorragia. Puede haber salido sangre de múltiples heridas pequeñas, o puede haberse extendido. La cantidad de sangre que se pierde por una herida depende del tamaño y clase de los vasos lesionados. La lesión de una arteria produce sangre roja brillante que fluye a borbotones, mientras que la lesión de una vena produce un flujo continuo de sangre roja oscura. Si se rompe una arteria principal, el paciente puede morir desangrado en un minuto. Las lesiones de arterias de calibre medio y las lesiones venosas son menos críticas, pero si no se tratan también pueden ser fatales. Una complicación grave de la hemorragia es el shock hipovolémico, que debe ser prevenido y tratado lo antes posible.
Para el control de hemorragias,
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