Análisis Epitafio Nicanor Parra
Enviado por karloxxx • 29 de Mayo de 2014 • 473 Palabras (2 Páginas) • 1.100 Visitas
Consideramos, a la luz de este modelo, el antipoema de Parra. En el primer momento, se da la homologación aparente. El hablante comienza con una descripción de los rasgos externos del sujeto descrito en el antipoema, y hace referencia a la situación social de éste. Los rasgos físicos lo sitúan, al parecer, en una especie de irrelevancia y medianía, y como un sujeto perteneciente a la pequeña burguesía - "hijo mayor de profesor primario / y de una modista de trastienda-". Parece existir una intención de mostrar y subrayar, no la individualidad y especificidad del hablante, sino su pertenencia a un grupo social determinado, es decir, su caracterización como "tipo" social. Con la referencia a la esfera social de los progenitores, comienza a producirse una primera separación o ruptura de los posibles incluidos en el modelo de una sociedad que atribuye valor a la genealogía prestigiosa, o a los antepasados de abolengo. Termina aquí la primera estrofa del antipoema, constituida por cuatro versos: el primero, heptasílabo, endecasílabos los tres siguientes; en esta estrofa polirrítmica, riman, asonantados el 2º y 4º verso. La perfección y equilibrio de esta estrofa, se rompe en los versos siguientes en dos parejas de versos, en los que se conserva la medida: un heptasílabo y un endecasílabo. Esta fisura métrica se corresponde con la intensificación de la ambigüedad, a nivel semántico, del antipoema respecto de su modelo. Se describen allí otros rasgos del hablante, que resultan desconcertantes y poco pertinentes respecto de las características de seriedad y solemnidad del epitafio: se afirma que el sujeto es flaco, en su estructura congénita, aunque a la vez devoto; pero no de una fe religiosa, sino del buen comer. La estrofa siguiente intensifica más la caricatura de este hombre: tiene mejillas escuálidas, carencia que se contrapesa dentro del rostro, con el tamaño crecido de las orejas. El marco del rostro es cuadrado, apuntando el aspecto tosco, sin refinamiento, de su contorno. El contraste con esta tosquedad, se da en los ojos pequeños. Con este procedimiento de continuo contraste entre los rasgos del sujeto descrito en "Epitafio" se va acentuando la caricatura, extremando cada elemento en el proceso de ensanchamiento de la ruptura con el modelo canónico. La exageración de las características faciales nos remite a un ámbito literario en el que la caricaturización y exageración son procedimientos constitutivos del género: nos referimos a la novela picaresca, y más específicamente, a los rostros caricaturizados y casi espectrales descritos por Quevedo (6) con quien, tanto en los procedimientos empleados como en la intención satírica y moralizante, tiene una evidente relación este antipoema, y el antipoeta Parra. Asimismo, y de modo mucho más directo y evidente, el texto se relaciona con el autorretrato de Juan Ruiz Arcipreste de Hita (7) cuyos rasgos son descritos por la Trotaconventos
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