Análisis Semiótico "El Matadero"
Enviado por soofchoff • 11 de Agosto de 2016 • Monografía • 441 Palabras (2 Páginas) • 635 Visitas
El matadero fue escrito en una época crucial de la Argentina, situado en 1880 y 1890, plena disputa entre unitarios y federales. La carga semiótica que se encuentra en la narración se vincula con los hechos históricos de éste período. La realidad es que tanto los que estaban de acuerdo con el unitarismo y el rosismo federalista eran salvajes. Al asumir Rosas como el Restaurador, la divisa punzó que era la insignia federalista era impuesta. Según algunos libros de historia, los “infernales” eran los encargados de colocar la misma si es que no se la estaba usando. Como escarmiento, a las mujeres se les ponía un moño rojo pegado con brea en el pelo. Para los federales, el unitario era salvaje, malnacido, inconcebible; los unitarios creían lo mismo de ellos.
Una mirada de la historia queda inmortalizada en la ficción: El narrador, por las palabras que emplea, da el aspecto de gaucho espectador que vivió los hechos. Ese vocabulario que hasta se torna difícil de comprender, es propio del gauchesco. Semióticamente, nos habla de que los signos que hoy conocemos como autóctonos tenían un valor mucho más fuerte que en la actualidad. El rosismo cortó con tanto sentimiento autóctono de cuestiones tradicionales ya que el gaucho al estar mal visto y pensar que no debería pertenecer a la sociedad, quedó relegado. Actualmente se recuerda a este personaje como alguien bueno, sereno y amable. Amante del trabajo propio y con la habilidad de buscarse la vida. No todos eran así, aunque por eso no debieron ser despreciados y humillados.
Como para cerrar esta reflexión, Matasiete que era un joven idealizado por los federales sanguinarios. Una de las particularidades que tiene es que no dice mucho pero acciona con rapidez. La acción tenía más peso que la palabra en algunas circunstancias históricas haciendo que se recuerde más a un hombre que hizo algo que por haber dicho. Hoy podemos decir que pasa lo mismo. El valor de la palabra se ha perdido. No sirve prometer o jurar algo; la gran mayoría de la sociedad no valora estos gestos si no los ven inmortalizados en hechos o escritos. Aquí la semiótica entra en juego y hace que los signos y los símbolos adquieran un significado distinto a una época anterior a la presente.
Lo más interesante de El Matadero, es la forma que se tiene de ver el federalismo de Rosas. El narrador determina que el futuro de esta alineación política sería algo así como una carnicería. Lo que hoy se puede llamar “campañas sucias” o “compras de votos” antes era “Que viva la Santa Federación y que mueran los Salvajes Unitarios” o “Rosas o muerte”
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