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Análisis de criterios morfológicos de un cuento. Cuentos del bosque


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2018  •  Informe  •  2.365 Palabras (10 Páginas)  •  336 Visitas

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Colegio de bachilleres del estado de Yucatán (plantel santa rosa).

Etimologías Grecolatinas 1.

Tarea: análisis de criterios morfológicos de un cuento.

Maestra: Claudia León Avilez.

Integrantes

Polanco Chan Gabriel.

Dzul  Soberanis Francisco.

Chuc Medina Wendy.

Arias Flores David.

Aguilar Ángeles Estefani.

Can Gonzales Juan  de la cruz.

Xool Nic Eduardo.

Ravell Osorio Gadiel.


Síntesis

Cuentos del bosque, es una serie de cuentos redactada por Horacio Quiroga, quien es considerado el padre del cuento latinoamericano. A lo largo de su vida fue un gran estudiante de filosofía, literatura y química, aunque de igual manera tenía como afán la carpintería. Nació en Salto, Uruguay el 31 de diciembre de 1878. Su carrera dio inicio a la edad de 15 años, entonándose a sí mismo “Tengo la cabeza llena de Poe”. El tiempo transcurrió y el trabajo empezo para él, en parís en el año de 1900 y en 1903 se va de expedición a una selva como fotógrafo; al parecer el ambiente de ahí le pareció agrado, y decidió acentar su casa haciendola el mismo, viviendo a lado de su segunda esposa Ana María Cires. Estando en este ambiente comenzó a redactar una obra autentica cuyo tema principal era la selva. En el año de 1936 Ezequiel Martínez Estrada, recibe una carta redactada por el mismo Quiroga, la cual decía “No temo a la muerte, porque ella significa descanso” y el 19 de febrero de 1937 fue víctima de un mal incurable y se suicida.

El Paso del Yabebirí es uno de tantos cuentos que Horacio Quiroga escribió. Esto relata que ocurrió  en el rio Yabebirí que tiene como significado “rio de rayas” ,  este río está lleno de rayas. Un dia  algunos  hombres cazaban con dinamita y mataban hasta el pez más pequeño. Un día, el hombre fue a vivir a esas tierras y fue tanta su molestia de ver como mataban a los peces de una forma tan cruel, así que él hombre se opuso, porque sentía lastima de los pobres peces, pero a él no le importaba que los pescadores pescaran para comer, si no que solo mataran inútilmente a los peces. Y al ver ese acto del hombre, los pescadores no les quedo de otra más que ir a otra parte a pescar.  Despues de ver este acto los peces y las rayas quedaron agradecidos con  aquel hombre.

Pero un día  en la tarde, un zorro llego corriendo como podía en el río metió su pata gritando ¡eh rayas ahí viene su amigo! Tan pronto lo escucharon las rayas fueron a la costa del rio y le preguntaron al zorro lo  que pasaba y él les conto que el hombre había pelado con un tigre y este lo viene siguiendo, a lo que rayas asombradas dijeron debe de pasar por aquí así que le daremos paso pero al tigre no, apenas el zorro les termino de dar la noticia salio corriendo como si no hubiera un mañana y se metió al monte, cuando de repente las ramas se alzaron y era el hombre que había llegado a la costa todo ensangrentado con la camisa rota, como pudo atravesó el rio para llegar a la isla y las rayas que estaban amontonadas se hicieron a un lado para darle paso y apenas llego se desmayó. Las rayas no habían tenido tiempo de acercarse a ver como estaba cuando de repente un rugido las asusto haciendo que brincaran  y griten "el tigre" que al igual estaba ensangrentado y lastimado, apenas llego a la costa vio al hombre que estaba tirado en la isla, empezó a ir por el pero apenas metió un pie al rio sintió como si le clavaran un clavo y dio un salto hacia atrás y en efecto eran las rayas que no le querían dar paso por proteger al hombre. El tigre empezó a ceder y fue debido al dolor que sentía, tanto que extendió su pata al aire y en eso vio que en la orilla la arena se movía y fue así que comprendió que eran las rayas que no le querían dar paso y entonces grito enfurecido, son ustedes malditas rayas, salgan del camino a lo que ellas respondieron no salimos porque él es un hombre bueno a lo que el tigre les respondió que el hombre lo había herido pero las rayas solo le ignoraron diciendo que son asuntos fuera del rio a lo que el tigre por última vez rugió y pidió paso y las rayos gritaron “ni, nunca” pero decían esto porque así dicen los que hablan guaraní, pero el tigre no se daba por vencido ya que sabía que las rayas siempre estaban en la orilla a lo que tomo impulso y dio un gran salto pero de nada le sirvió por que las rayas adivinaron y corrieron al medio y una lluvia de aguijonazos recibió por parte de las rayas, el tigre quiso continuar pero el dolor era tan fuerte que mejor retrocedió a la orilla y se acostó porque ya estaba envenenado por las rayas. A pesar de que las rayas vencieron al tigre no estaban tranquilas porque sabían que podía venir la tigra y otros tigres y en efecto del monte se escuchó un rugido y salió la tigra, dirigiéndose al rio y a medida que llego, dijo:  ¡rayas quiero paso! A lo que ellas contestaron ¡ni nunca!, la tigra enfurecida metió una de sus patas sin querer y una raya que se acercaba despacio y le clavo su agujón con todas sus fuerzas entre sus dedos, a lo que las rayas riendo le dijeron parece que aún tenemos cola pero la tigra había tenido una idea y esa era pasar el rio por otra parte pero las rayas lo descubrieron el único problema era que ellas son lentas y no iban a poder llegar a tiempo en la parte donde la tigra iba a pasar, hasta que una rayita muy inteligente exclamo, ¡los dorados ellos pueden ayudarnos! Y a medida que dijo esto pasaron la voz y en cosa de tiempo se juntó un ejército de dorados que nadaron lo más rápido que podían hasta llegar en donde estaba la tigra que ya se  encontraba por llegar a la isla pero los dorados llegaron a tiempo y dieron el aviso a las rayas de cerrar el paso y en cuanto la tigra puso un pie, las rayas se le fueron encima y la lluvia de aguijonazos cayeron en sus patas y la tigra enfurecida y loca de dolor saltaba en el agua hasta que llego a la costa y se acostó de manera que sus 4 patas quedaran al aire. Las rayas ya estaban muy cansadas pero lo que más les preocupaba era que, el tigre y la tigra ya se habían levantado y entraron al monte, de igual manera esto tenia inquietas a las rayas porque se preguntaban qué es lo que iban a hacer, pero ya se imaginaban lo que iban a hacer iban a venir con refuerzos y de esta manera iban a lograr pasar el rio hasta  llegar a la isla a lo que las rayas más jóvenes y sin experiencia exclamaron ¡ni nunca! A lo que las más viejas les dijeron que si pasarán y no les quedo de otra más que ir a consultarlo con el hombre que se encontraba en la isla tirado y en cosa de segundos las rayas le contaron lo que ya había pasado y el hombre con mucho cariño extendió su mano para acariciarlas y dijo no hay remedió si los tigres son muchos y quieren pasar pasaran, ¡no pasaran! Exclamaron las rayas más pequeñas, si pasarán compañeritas el único modo de salvarme seria mandar a una de ustedes a buscar mi rifle Winchester pero no tengo ningún amigo por aquí a excepción de ustedes pero ustedes no saben andar por la tierra, que hacemos entonces dijeron las rayas, en sus desesperación, a lo que el hombre empezó a recordar que tiempo atrás tuvo un carpinchito que se había criado en su casa y jugaba con sus hijos, pero hace poco lo vio por el monte pero no sabía dónde estaba a lo que rayas dieron un grito de alegría porque ellas sabían dónde estaba y en efecto el carpinchito tenía su guarida en el punto de la isla y él les hablaba a las rayas a cerca del hombre, y las rayas lo mandaron a buscar enseguida con un pez dorado muy grande que llevaba una carta que decía “mándenme con el carpinchito el rifle Winchester y una caja entera de 25 balas “que el hombre había escrito en una hoja seca que era el papel y la sangre que era la tinta y apenas el hombre termino de escribir los rugidos se escuchaban en el monte que eran los tigres que venían a luchar y las rayas comenzaron a reunir a los dorados y les dijeron que recorran la voz y den la alarma de que los tigres ya están por llegar. Los tigres llegaron a la costa y ya era tiempo de la lucha a lo que los tigres empezaron a pedir paso pero las rayas se negaban y entonces los tigres enfurecidos dijeron, no va aquedar raya, ni hijo de raya, ni nieto de raya si no dan paso a lo que las rayas les respondieron lo mismo. La batalla comenzó y los tigres cayeron sobre las rayas aprovechando para clavarles su aguijón pero los tigres se defendían con manotazos y las rayas volaban al paso de media hora los tigres se cansaron y fueron a la orilla descansar pero ya habían matado a muchas a rayas a lo que Yabebirí parecía un rio de sangre , a las rayas no les quedo de otra más que decir que no podían resistir a otro ataque como este pero una idea se les ocurrió y mandaron a los dorados a buscar refuerzos mientras los tigres estaban todos cansados aunque de igual manera las rayas fueron a ver  al hombre de nuevo a decirle que no iban a poder resistir, ¡váyanse rayas! Dijo el hombre, es mejor que me dejen solo ya han hecho demasiado por mí, ya dejen que pasen los tigres pero las rayas volvieron a gritar ni nunca mientras haya una sola raya viva ningún tigre pasara a lo que el hombre que se sentía contentó por el apoyo de las rayas dijo, ya estoy por morir y  apenas puedo hablar pero yo les prometo que apenes llegue el rifle, vamos a darle batalla a los tigres pero no concluyeron su plática ya que los tigres ya se habían recuperado y otra vez pidieron paso y las rayas se volvieron a negar pero esta vez ya los tigres avanzaban porque las rayas ya eran menos la mayoría ya estaban muertas y no les quedo de otra más que aceptar que no podían sostenerse y que los tigres llegarían con el hombre ya que 5 tigres se encontraban ya nadando hacia la isla, las rayas trataban de buscar una solución y dijeron a la isla vamos todas a la isla pero esto ya era demasiado tarde por que 2 tigres ya estaban nadando y en cosa de un rato ya todos los tigres estaban en medio del rio y solo se lograba ver su cabeza, pero en ese mismo instante el carpinchito se encontraba nadando lo más rápido que podía pero con mucho cuidado, cuidando que las balas no se mojen para llegar con el hombre y darle su rifle, el hombre lo vio y se puso alegre porque sabía que aun tenia esperanza de salvarse a lo que le grito al carpinchito que pusiera el rifle costado para que así pudiera cargarlo más rápido y en el momento en que las rayas que estaban todas heridas y habían entrado en desesperación por que ya no sabían que hacer, ya que los tigres estaban a punto de llegar a la isla en eso mismo instante escucharon un disparo y vieron como un tigre cayo al rio con agujero en la cabeza. Las rayas se pusieron felices por esto ya que el hombre ya tenía su rifle en sus manos y en cosa de dos minutos el hombre mato a cada uno de los tigres y así fueron cayendo los tigres al rio y así como caían eran comidos por las palometas y alguno lograron escapar pero los dorados los seguían y los mordían haciéndolos saltar del agua. Con el transcurso del tiempo las rayas que había sobrevivido tuvieron hijos y estos remplazaron aquellas que habían dado su vida por salvar al hombre que también les había salvado la vida, el hombre estaba muy agradecido con las rayas que decidió quedarse a vivir en la isla y todas las noches mientras fuma un cigarro les cuenta a los peces nuevos la gran batalla emprendió con las rayas contra los tigres.

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