Apuntes Arcipreste de Hita y Libro del buen amor
Enviado por AMyers6522 • 13 de Diciembre de 2022 • Apuntes • 1.851 Palabras (8 Páginas) • 136 Visitas
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- Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
Carecemos de datos biográficos acerca de este poeta, excepto los que él mismo nos proporciona en la única obra que de él conocemos: el Libro del Buen Amor (o LBA).
Esta obra se escribe en la primera mitad del siglo XIV y según dice el propio autor en esta “confesión” de la que hablábamos, nació en Alcalá de Henares y fue Arcipreste de Hita (Guadalajara).
En una de las copias manuscritas conservadas de la obra se explica que es
“el libro del Arcipreste de Hita, el qual compuso seyendo preso por mandado del cardenal don Gil, arçobispo de Toledo.”
Pero sabemos que don Gil de Albornoz, a quien se refiere, fue nombrado cardenal después que el LBA se escribiera. Sin embargo, el propio poeta asegura que escribió los versos de la obra estando en prisión; pero, ¿a qué tipo de prisión se refiere? ¿A la real o a la metafórica impuesta por los valores tradicionales y la rectitud moral de la época? ¿O a la alegórica del amor, del pecado y del mundo? No tenemos datos como inclinarnos por ninguna de las opciones con seguridad.
- El texto y el título
La obra se ha conservado en tres copias manuscritas: dos del siglo XIV y otra de principios del siglo XV. Se conserva, además, una traducción de la obra al portugués de finales del siglo XIV (que nos dice el éxito de difusión que llegó a tener la obra).
Sobre el título podemos decir que no consta en ninguno de los códices; por lo que se dice en varios pasajes, fue un hispanista alemán llamado Ferdinand Joseph Wolf (1796-1866) quien dedujo que el título debía ser, por lógica, el del Libro del Buen Amor.
Finalmente, ya en el siglo XIX fue Ramón Menéndez Pidal quien acabó aceptando este título como el “oficial”, y hoy día es el que se ha acabado aceptando unánimemente.
Contenido
El LBA constituye un gran corpus de más de 7000 versos que no tiene unidad ninguna. Su hilo conductor, a pesar de esto, es una autobiografía ficticia del propio Juan Ruiz en la que narra sus supuestos amoríos con quince mujeres, hasta el punto de constituir una especie de muestrario de otras tantas posibilidades amatorias.
La estructura en la que aparecen en la obra las historias es la siguiente:
- Encabeza la obra una introducción piadosa, en donde el autoproclama que la escribe para inducir en los lectores el “Buen Amor”, que es el que se profesa a Dios y se ajusta a la moral cristiana. Sin embargo, como la condición humana le parece “inclinada al vicio”, se dispone a contar sucesos poco edificantes y apartados de esa moral, pero siempre para que sean evitados por el lector; es preciso –asegura de forma
ambigua y equívoca- conocer el mal y el bien, para poder elegir lo mejor.
También cabe recordar que en esta introducción piadosa el autor “pide perdón” (piedad) a Dios y al lector por adelantado, por si en algún momento a cometido algún error con su obra o ha escrito algo inadecuado. Esto tiene que ver con el tópico medieval de la “falsa humildad”, un tópico que en latín se conoce como la “captatio benevolentiae”. Todos (o casi todos) los autores medievales se sentían obligados a hacer este tipo de comentarios en la parte inicial de la obra porque si no se consideraban que “estaban demasiado orgullosos” de su obra y que, por lo tanto, cometían un pecado (el de orgullo).
- Tras esta introducción aparecen ya sus aventuras eróticas, a veces fallidas, la más extensa de las cuales es la conocida con el título de “Los amores de Don Melón y Doña Endrina”. Esta aventura es una adaptación de una obra, cuya autoría se
atribuyó a Pablo Ovidio Nasón (43 a.d.-17 d.c.) y que éste supuestamente habría escrito siglos atrás. Se trata de una comedia latina llamada Pamphilus de amore, que fue muy conocida y celebrada en Europa. Los protagonistas de esta
“aventura” de Melón y Endrina son estos dos personajes – Don Melón de la Huerta y doña Endrina- y, de hecho, uno de ellos (don Melón), es en quien se ha “mudado” o “transformado” de forma excepcional y fantástica el Arcipreste, tal vez porque el episodio acaba en boda y un matrimonio era imposible en su condición de clérigo. Además, este episodio no deja ninguna duda sobre el carácter alegórico/metafórico de la obra y sobre la imposibilidad de creer que el LBA es una obra autobiográfica.
- Entre las aventuras amorosas el autor hace una serie de reflexiones morales y satíricas a través de la narración de cuentos y fábulas de origen grecolatino y oriental, a modo de “exempla” o “ejemplos”, que fortalecen la doctrina o las argumentaciones que hace.
- Además de todo esto, en la obra se intercalan varias poesías líricas de carácter religioso algunas (las llamadas Cántigas de Santa María), mientras que otras tienen un carácter profano (las dedicadas a las serranas, personajes femeninos
semisalvajes que vivían en las montañas y “se aprovechaban” de los hombres que por allí pasaban).
Con todos estos materiales, Juan Ruiz construye una especie de Arte de Amar (Ars Amandi), esta obra sí de Ovidio, un amplio repertorio de posibilidades de conocer el amor, como hemos dicho antes.
El género literario al que pertenece
La extraña originalidad del Buen Amor lo hace inclasificable en ninguno de los géneros literarios medievales. Pero parece ser que sí que podemos hablar de influencias del autor.
Por ejemplo, podemos asegurar que Juan Ruiz tiene una gran influencia de la LITERATURA CLÁSICA EUROPEA, sobre todo en relación a Ovidio, poeta latino autor de una obra CON gran difusión en Europa, la conocida con el nombre de “Ars Amandi” (arte de amar). Esta obra fue muy leída E imitada en su momento, y su contenido evoca directamente al estudiado del LBA: el autor, Ovidio, hace referencia a sus supuestas (y autobiográficas) experiencias amorosas, del mismo modo que aparentemente lo hace Juan Ruiz.
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