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BARBA AZUL


Enviado por   •  21 de Marzo de 2014  •  861 Palabras (4 Páginas)  •  380 Visitas

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Había una vez… un hombre que poseía muchas riquezas, pero tenía la barba azul; esto le daba un aspecto desagradable que infundía temor a todas las mujeres y por eso huían de él.

En cierta ocasión pidió a una dama distinguida la mano de una de sus dos hijas, a lo que la mujer accedió con gusto.

—Mamá, yo no quiero casarme con ese viejo de barbas azules —decía la mayor de las hijas—, mejor que lo haga mi hermana.

—¿Y por qué yo? Tú debes casarte primero; eres la mayor.

Ninguna de las dos deseaba contraer matrimonio con ese hombre y se pasaban las tardes discutiendo sobre cuál debería casarse con Barba Azul. Además del extraño color de sus barbas, les llamaba la atención que él se había casado varias veces y nadie sabía qué había pasado con sus esposas.

Un día, la madre decidió que su hija menor debía casarse con Barba Azul. Pronto se arregló todo y la boda se llevó a cabo ante los ojos de la gente del pueblo. Pasado un mes, Barba Azul le dijo a su esposa que debía viajar a otra ciudad para hacer un negocio importante.

—He aquí —le dijo—, las llaves de los muebles que guardan mis riquezas y también las de todos los aposentos. En cuanto a esta llavecita, que es la del sótano, te prohíbo utilizarla. Abre todo, escudriña hasta el último rincón, pero no vayas al sótano; si llegaras a hacerlo: despertarás mi furia.

Ella prometió cumplir sus órdenes al pie de la letra y Barba Azul, luego de abrazarla, se marchó. Enseguida, la joven, incapaz de controlar su curiosidad, recorrió todas las habitaciones de la casa y por último fue al sótano. Bajó con dificultad por una angosta escalera y al llegar a la puerta se detuvo pensativa; aún recordaba la advertencia de Barba Azul; pero no le importó y con la llavecita pudo entrar.

Al principio no vio nada porque el lugar estaba en penumbra, pero cuando su vista se familiarizó con la semioscuridad, vio a varias mujeres acurrucadas, temblando de miedo, incapaces de pronunciar palabra; se trataba de las anteriores esposas de Barba Azul. Creyó que se iba a desmayar con esa escena. Después de reponerse un poco, volvió a salir y cerró la puerta. Subió a su habitación para recuperar un poco la calma, mas no lo logró porque en ese preciso instante Barba Azul llegó de su viaje.

—¿Por qué regresaste tan pronto, esposo mío?

—Es que no dejo de pensar en ti, querida esposa. —La abrazó y la besó.

De inmediato, Barba Azul le pidió que le devolviera las llaves y ella se las dio pero con mano temblorosa, y él adivinó sin esfuerzo todo lo que había pasado.

Barba Azul las examinó y al instante explotó:

—¡Has tratado de entrar al sótano! Pues bien, irás a hacerle compañía a esas damas.

Llorando la joven, le imploró que no lo hiciera, pero el desalmado de Barba Azul le anunció sin contemplación:

—Te encerraré de

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