Betuel Cordova
Enviado por betuelcordova • 27 de Agosto de 2014 • 1.906 Palabras (8 Páginas) • 242 Visitas
Los motivos por los que se lee
En la actualidad todos coincidimos de la importancia que posee la lectura, sin embargo no todos leemos por las mismas causas, en sentido, encontramos serias diferencias entre un estudiante, un profesor, un autodidacta, etc., pero el vértice de ello es el interés, ya sea por una tarea asignada, un trabajo, investigación o simplemente por informarse o conocer mas.
Desde hace un buen tiempo se ha venido señalando la cantidad de libros que lee una persona de determinado país por el hecho de la cantidad de libros que se venden, sin embargo hoy encontramos otras vías para accesar a la información o desarrollar el hábito de la lectura. En otras palabras el mundo en que estamos inmersos se encuentra repleto de mensajes escritos, con esto podemos afirmar que somos lectores permanentes, ello en ocasiones sin darnos cuenta siquiera de esta actividad, como por ejemplo: en el camión, tienda, parques, refrescos, etc.
En consecuencia, la lectura forma parte de nuestra vida y nos ayuda a desenvolvernos de manera correcta en cualquier ambiente, con esta acepción llevamos a la lectura inmersa a muchas personas incluidos padres de familia, esto resulta importante porque algunos profesores o los propios padres dan por hecho de que la habilidad de leer comienza en la escuela, contrario a ello, sabemos que el proceso de aprender a leer esta desde el hogar, a la escuela llegan con conocimientos previos, entonces en este proceso la función de la escuela consiste en fortalecer lo que sus estudiantes ya conocen al respecto, Peredo señala “los mexicanos si leemos…los motivos de la lectura configuran el para qué leer, por lo mismo los intereses se relacionan con los textos y situaciones de la vida”1
Es aquí donde la diversidad de intereses gustos y preferencias del lector tiene relevancia con la finalidad de que puedan elegir que leer y a que ritmo, esto lo empleamos en ocasiones con los llamados rincones de lectura en el salón de clases, puesto que los alumnos toman sus decisiones con respecto a que leer.
Los nuevos enfoques de los planes de estudio, nos dan referencia de la competencia lectora, la cual va definida en función de la capacidad de los alumnos para comprender, utilizar y analizar textos escritos con el objeto de alcanzar sus propias metas, insiste en la posición interactiva del lector, asume que el conocimiento del código en el seno de las actividades significativas de lectura es fundamental para fomentar la exploración autónoma de lo escrito; pero, a la vez, rechaza la asimilación entre lectura y código, reclama una enseñanza en la comprensión de lo leído.
No obstante, nuestro prioridad y en ocasiones hasta nuestra meta es que el niño conozca el código sin llegar a que comprenda la lectura.
Ahora bien, los intereses, gustos y coincidencias o necesidades, definen el tipo de lectura apropiada, de manera tal que logre despertar la imaginación con mayor profundidad. Los cuentos en edad infantil, por ejemplo son condicionantes desde el primer momento en que escuchan la palabra, esto porque con ello logran imaginarse mundos irreales y van de acuerdo a su propias vivencias.
Si seguimos una trayectoria cronológica que nos indiquen los motivos por los que se lee, encontramos que la escuela rompe con la pasión y lleva al niño hacia la aversión de la lectura cuando se establece como obligación ante trabajos forzados sin tomar en cuenta sus intereses.
Peredo afirma “la historia lectora de cada individuo descansa en su identidad y a partir de esta, les confiere sentido a los eventos lectores en los que participa”2 tal afirmación del autor fortalece de que depende del hogar que la lectura sea una practica trascendental o no, dado que la integración social se reproduce en ellos y con ellos.
Al hablar de lectura se debe de tomar una actitud más allá de la comprensión, que alcance metas personales, desarrollar el conocimiento y el potencial para poder participar asi en la sociedad.
Por lo tanto, frente a considerables retos los motivos por los que se lee se transforman en una imperante necesidad de estar, sino a la par, si por tanto reducir la franja que existe entre las oportunidades de desarrollo, en este sentido, se establece una fuerte relación entre la alfabetización y el desarrollo económico, social y personal sobre todo en esta sociedad desarrollada que ha adoptado la comunicación escrita como forma de vida.
Ante las expectativas y mas allá de que existen innumerables razones por lo que la gente se acerca a un texto, se puede decir que la lectura es parte inherente de nuestro quehacer cotidiano, no es cuestión aislada o actividad propia de la escuela, en este importante proceso entra en juego el entorno social.
Pese a que se han implementado programas de lectura sigue existiendo la contradicción mas fuerte porque se ha restringido el uso vía internet de libros de consulta y con la aplicación de diversos impuestos logran encarecer libros y revistas. Por ello, lejos de generar leyes sobre la lectura se deben de generar oportunidades para desarrollarla y no intentar dar por decreto de lo que no se consigue por estrategias motivadoras.
Aprender a leer
La humanidad ha pasado por diferentes procesos de aprendizaje de lectura; comenzando por una lectura plana y memorizada, acompañada del aprendizaje por medio de la fonética de las palabras, luego siguiendo el mismo método de memorización pero interpretando lo que lee bajo las reglas y parámetros establecidos por quienes se encargan de interpretar los textos con los que se estudiaba y practicaba la lectura y así llegando al último punto en el que la memorización no era el camino si no la comprensión en un mundo intimo de lo que se está leyendo.
Durante
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