Borges y las concepciones de autor
Enviado por Juancafalsin • 24 de Octubre de 2018 • Informe • 719 Palabras (3 Páginas) • 109 Visitas
´´En la escritura múltiple, efectivamente, todo está por desenredar, pero nada por descifrar´´
R. Barthes: ´´La muerte del autor´´
Un Borges íntimo, privado y un Borges público; una dualidad digna de conflicto e inherencia. Esta relación lejana y cercana, distante y difusa, se fusiona en inquietudes, o por lo menos, dos son las que resuenan en las cuerdas internas de este lector: ¿Quién escribe? Y luego si es que… ¿realmente importa?
La identidad y propiedad del Borges privado, el YO, va encaminado a perderse, difuminándose en el Borges público, el OTRO; este YO que se conmueve, concibe e imagina para que otro construya con la palabra un mundo paralelo tomando como referencia estas acciones y al mundo real. Por lo tanto, este escritor nacido por el YO tiene potestad y soberanía.
Para Foucault, en ¿Qué es un autor? no importa quién es el que habla, lo que realmente le importa es el contenido del texto y el desvío de este sujeto en su dinamismo y actitud por lo que escribe, es decir, en suprimir y eliminar su individualidad en un proceso de singularidad. Entonces en Borges y Yo este desplazamiento termina por volverse oscuro y confuso, en una fragmentación que es el resultado de la exposición de la vida de una persona al consagrarse y adquirir el estatus de persona publica, perdiendo autonomía e independencia: ´´yo estoy destinado a perderme, definitivamente…´´ ´´ poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar´´
Para la literatura no hay sentido común, no hay contratos ni pactos de lectura consabidos, aunque creamos que el autor es referencia de prestigio y veracidad no hay más que una serie de parámetros, determinadas características, algo así como marcas registradas, marcas de las cuales Borges busca despegarse, pero al mismo tiempo deslizarse y sustentarse de ellas, donde lo ficcional coquetea con lo autobiográfico para profundizar dentro de las mismas inquietudes borgianas, de las dicotomías más internas de él .
En Borges y Yo no hay un antes, de la misma manera que no hay un sujeto que sea el propietario del texto o de su obra, solo está el lenguaje como acto, el propio proceso de escritura. Es que en Borges y yo la desacralización es parcial, se da y no se da, lo sagrado de Borges, lo inmaculado e impoluto está presente y a la vez él mismo se encarga de desmaterializarlo.
Otra duda surge: ¿Quién nutre este texto?, Así como en La rosa purpura del Cairo[1] el personaje real y el de ficción se encuentran y debaten sobre porqué debe este último retornar a la pantalla grande, ya que ha sido obra y creación del personaje real; en este texto el YO y el OTRO se encuentran y equilibran (un sujeto, habitante de la ficción, reflejo de nuestro mundo, renace en la lectura)
¿Dónde quedará el espacio de la ficción? seguramente en un lugar propicio y amplio para que crezcan las historias, ya que los personajes nacen por escrito de la mano de un autor que los inventa para siempre.
...