Breve comparación de Polifemo y Galatea

Breve comparación de Polifemo y Galatea.

Tres perspectivas: Góngora, Carrillo y Ovidio.

Hemos decidido analizar algunos fragmentos de tres genios de la palabra, Ovidio, Luis Carrillo y Sotomayor y Luis de Góngora, puesto que hablan del tema que nos interesa: la historia de amor o desamor, (pues todo es razón de perspectivas) entre: Polifemo, Galatea y Acis.

Hemos tomado como base a Dámaso Alonso, pues creemos que es un autor sumamente confiable y constituye una autoridad en el tema, así mismo buscamos un comentario propio y un análisis personal, buscando principalmente aplicar los conocimientos adquiridos durante el curso.

Los textos seleccionados para analizar son: la Fábula de Acis y Galatea, de Luis Carrillo y Sotomayor, en comparación con El Polifemo de Góngora y Las Metamorfosis de Ovidio. Específicamente trabajaremos con, las estrofas: XII, XVI, XX, XXI, XXII y XXIII de la Fábula de Acis y Galatea y las estrofas: XLVI, XLVIII, XLIX y LI de El Polifemo, matizadas un poco más con: los versos del libro XII de las Metamorfosis, específicamente del verso 790 al 860. Dicha selección se hizo en relación de los temas que abordan, pues en ambos relatos podemos identificar fácilmente al menos tres elementos en común:

1. La exaltación de la belleza de Galatea a la vista de Polifemo.

2. La presentación de la riqueza y linaje del ciclope.

3. La suplica que Polifemo hace a Galatea para que ella le escuche.

Dicho trabajo tiene como eje central el describir los aspectos formales y de fondo de cada uno, al final concluiremos, con una visión general de las similitudes, diferencias, y características de cada obra lirica. Es importante mencionar que también buscamos los elementos de originalidad o perspectiva de cada Poeta, lo que buscamos es entonces la forma en que tres miradas, observan un mismo suceso. Esperamos que nuestra mirada, aunque pobre, se asemeje aunque sea un poco, a la mirada monócula del ciclope enamorado.

1. De la belleza de Galatea.

Para ayudar con las comparaciones y el análisis, nos hemos permitido ilustrar con los textos, los ejemplos que desarrollaremos más adelante, pues a nuestro parecer es más fácil tanto para el que redacta como para el que lee, de tal forma el primer elemento que queremos poner en la mesa es el de la belleza de Galatea, pues en los tres poemas, se compara a Galatea con aves, flores, estrellas, con superlativos hermosos y cosas bellas. Nos enfrentamos en los tres casos a un contraste, establecido entre la monstruosidad del ciclope, vuelto poeta enamorado, pues como dice Neruda: Al contacto con el amor todo mundo (y todo ciclope, agregaría yo) se vuelve poeta. La imagen de un monstro-poeta es bastante significativa para el desenlace de toda la historia.

Puesto que el poeta principal para este estudio es Sotomayor, cabría mencionar que dicho poeta se encuentra en medio de los otros dos, pues retoma el mito que ya Ovidio había tratado bastantes siglos atrás y lo reinventa, sentando con delicadeza y maestría la nueva reconfiguración del mito latino, después Góngora seguramente leería a Sotomayor y compondría su propia obra. Por ello podemos ver a Sotomayor con una mano agarrada a la poesía clásica y con otra enseñando el camino a la poesía española barroca.

Respecto a Sotomayor, Dámaso dice: “Don Luis Carrillo de Sotomayor, trató el tema de Polifemo antes que Góngora. Pero por lo que toca al canto del gigante, siguió tan a la letra a Ovidio que más parece traducción la suya que imitación” . A nuestro parecer lo que dice el maestro Dámaso es cierto, (¿Cómo contradecir al maestro?) pero lo que el ejemplo ilustra es una síntesis muy buena de Ovidio, pues Sotomayor no cae en el abuso de superlativos como Ovidio, sino que reduce y simplifica a Ovidio con la acumulación del último verso “leche, pluma, jardín, flores” donde resume de manera artificiosa la enumeración de Ovidio, posteriormente Góngora hará mención de Claveles, plumas blancas, (Cisne) plumas azules (pavorreal) jugando con los colores y las aves, pues le da a la figura de Galatea la dualidad de la belleza reflejada en el cisne, y la altivez en concordancia con el pavorreal. Pero es obvio que los dos españoles beben de un rio latino pues fue Ovidio el que en las Metamorfosis sugirió los colores, y las aves, lo que hicieron los poetas barrocos fue cargar de significado y belleza la figura femenina de Galatea, acentuando elementos naturales, Góngora lleva la comparación al extremo de decir: “Oh tú que en dos (ojos) incluyes la más bella”

Luis Carrilo y Sotomayor.

Compite al blando viento su blandura

(de cisne blanca pluma) y en dudosa

Suerte la iguala de la leche pura

la nata dulce y presunción hermosa;

En su beldad promete y su frescura

del hermoso jardín el lirio y rosa.

Y si mis quejas, Ninfa hermosa, oyeras,

leche, pluma, jardín, flores vencierás.

Luís de Góngora.

¡Oh bella Galatea, más süave

que los claveles que tronchó la aurora;

blanca más que las plumas de aquel ave

que dulce muere y en las aguas mora;

igual en pompa al pájaro que, grave,

su manto azul de tantos ojos dora

cuantas el celestial zafiro estrellas!

¡Oh tú, que en dos incluyes las más bellas!

Ovidio

Más cándida que la hoja de la nívea, Galatea, alheña,

más florida que los prados, más esbelta que el largo aliso,

más espléndida que el vidrio, que el tierno cabrito más retozona,

más lisa que por la asidua superficie trizadas las conchas,

que los soles invernales, que la veraniega sombra más grata,

más noble que las manzanas, que el plátano alto más visible,

más lúcida que el hielo, que la uva madura más dulce,

más blanda que del cisne las plumas y la leche cuajada,

y si no huyeras, más hermosa que un bien regado huerto.

Más salvaje que las indómitas, la misma Galatea, novillas,

más dura que la añosa encina, más falaz que las ondas,

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