Buenas tardes a todos los presentes, administrativos e inspectores, estimados profesores y auxiliares, queridos padres y compañeros, junto con saludarlos quisiera lamentar la ausencia de aquellos que por motivo de fuerza mayor no pudieron asistir el día

Bastián Muñoz

Buenas tardes a todos los presentes, administrativos e inspectores, estimados profesores y auxiliares, queridos padres y compañeros, junto con saludarlos quisiera lamentar la ausencia de aquellos que por motivo de fuerza mayor no pudieron asistir el día de hoy, pero que de igual forma nos brindan apoyo y cariño desde donde estén.

Me gustaría comenzar hablando sobre cómo ha sido nuestra transición por el colegio durante todos estos años, una transición larga y aparentemente interminable, deseada inclusive, pero que hoy nos deja con un vacío inmenso que solo se llena con el cariño y los recuerdos de buenas experiencias dentro del colegio, el cual se caracteriza no por ser una institución común y corriente, sino más bien una comunidad amable en la que predomina la armonía y sinceridad entre profesores y alumnos que se respetan y apoyan como debiese ser siempre, pero la realidad es otra en distintas escuelas, y por eso Grace School es tan especial.

Muchos han sido los desafíos y dificultades para todos, pero el motivo de celebración actual es el haber podido vencer la adversidad y tener la capacidad de decir frente a todos los que nos rodean que estamos orgullosos de a donde hemos llegado, pues nuestros logros y lazos con nuestro entorno son evidencia de ello.

Esta comunidad ha sido testigo de muchos momentos gratos entre nosotros, desde amistades que perduraran en el tiempo hasta algunos amoríos para los más osados. Admito que he de extrañar cuando en algunas clases solíamos bromear con cosas sin sentido, y cuando la profesora o profesor nos llamaban la atención siempre solíamos culpar a los amigos que ni si quiera movían la boca durante la hora, excusar o frases como “el pancho fue” o “profe puede callar al Lucas, se puso ricolino” solían agudizar mas las risas y el ambiente de bromeo o “kilombeo” como lo llamábamos.

Nuestros queridos profesores, que siempre nos apoyaban de una u otra forma cuando podían, la Miss Pamela que ha sido la profesora con más aguante y tolerancia, por lo que le tenemos un aprecio muy sincero, la Miss Claudia con la que nadie se atrevía a reclamar por su fuerte carácter  pero que de igual forma era correcta y simpática cuando quería, la Miss Kathy que si bien llevábamos solo 2 años conociéndola se ha ganado nuestro cariño y lealtad por lo amable que fue con nosotros, la miss Camila que solo algunos pudimos estar con ella debido a los electivos, se hizo muy cercana a nosotros, pues  podíamos bromear con ella como si fuese una compañera, pero siempre manteniendo el margen de Profesora, el Míster Rodrigo por supuesto con sus discursos inspiradores y su anécdota de la Caja de Leche clásica de todas las ceremonias, la Miss Carolina que demostró un cariño y lealtad admirables, ya que aunque dejamos de ser su curso ella siempre se mantenía al tanto de nosotros con preocupación y cariño impagables, la Miss Jeannette, tan cariñosa y comprensiva como siempre, nunca faltaban sus ensayos PSU de historia, en los que su hijo Nicolás siempre sacaba los puntajes mas altos, el Niño UTP le decíamos, y por supuesto, nuestra querida profesora jefe Miss Lissette, quien siempre demostró que se esforzaba por el curso y nos brindaba afecto de una u otra forma. En realidad podría mencionar a todos los profesores y alguna que otra anécdota con ellos, pero no terminaría jamás, así que me limito a agradecerles a todos y cada uno de ustedes la vocación y preocupación que han demostrado ejerciendo su docencia, pues son gente que vale mucho y se merecen el respeto y apreciación de cualquier alumno ante el que se paren a dar clases.

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