COMENTARIO DEL SONETO XXIII DE GARCILASO DE LA VEGA
Enviado por jenfer1202 • 28 de Agosto de 2013 • 2.000 Palabras (8 Páginas) • 615 Visitas
COMENTARIO DEL SONETO XXIII DE GARCILASO DE LA VEGA
1 En tanto que de rosa y azucena 11 A
2 se muestra la color en vuestro gesto, 11 B
3 y que vuestro mirar ardiente, honesto11 B
4 con clara luz la tempestad serena; 11 A
5 y en tanto que el cabello que en la vena11 A
6 del oro se escogió, con vuelo presto 11 B
7 por el hermoso cuello blanco, enhiesto, 11 B
8 el viento mueve, esparce y desordena: 11 A
9 coged de vuestra alegre primavera 11 C
10 el dulce fruto antes que el tiempo airado11 D
11 cubra de nieve la hermosa cumbre. 11 E
12 Marchitará la rosa el viento helado, 11 D
13 todo lo mudará la edad ligera 11 C
14 por no hacer mudanza en su costumbre. 11 E
Esta composición lírica es una de las mejores y más conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536), introductor, junto con Boscán, de la lírica renacentista de influencia italiana y máximo exponente de este movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Garcilaso representa al perfecto cortesano renacentista del que hablaba Baltasar de Castiglione, pues conjuga en su persona “armas y letras”. Considerado como el primer poeta moderno por su tratamiento del tema amoroso, cultivó una poesía intimista, melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el buen gusto.
Su producción literaria, exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía. Este poema lírico, perteneciente a su época de plenitud (iniciada a partir de 1532), demuestra el perfecto manejo del arte italianista que poseía Garcilaso.
En cuanto al tema del soneto que nos ocupa, observamos que recrea el tópico literario del “carpe diem” (exhortación al aprovechamiento de la juventud), proveniente de la literatura clásica latina (Horacio y Ausonio), que fue muy grato a los autores renacentistas, puesto que refleja un sentido pagano de la existencia, impregnado de vitalismo, característico de la nueva manera de entender la vida.
Se dirige en él a una mujer (quizás Isabel Freyre, dama portuguesa que fue la musa de la mayor parte de sus composiciones) para exhortarla a que aproveche su juventud y su belleza. Para ello realiza una descripción de ciertos aspectos de su físico (color del rostro, mirada, cabello, cuello) resaltando su hermosura juvenil y advirtiéndole metafóricamente que viva intensamente antes de que el paso inexorable del tiempo la conduzca al invierno de su vida. Finalmente concluye destacando la acción destructora del tiempo y su vertiginosidad.
Desde el punto de vista de la estructura, distinguiremos entre:
a) Estructura externa: nos encontramos ante un soneto de estructura clásica, compuesto por 14 versos endecasílabos de rima consonante, distribuidos en dos cuartetos (ABBA ABBA) y dos tercetos (CDE DCE). Recordemos que el soneto, estrofa culta de origen italiano, introducida y aclimatada en la lírica española gracias a Juan Boscán y a Garcilaso de la Vega, se ha venido utilizando desde entonces, con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda la historia de la literatura española.
b) Estructura interna: podríamos considerar dos apartados generales:
• Primer apartado: comprende los dos cuartetos y el primer terceto (vv. 1-11). El poeta se dirige en concreto a una dama para que aproveche su juventud y hermosura.
En este primer apartado se observan dos subapartados:
- Los dos cuartetos (vv 1-8). Descripción de la belleza física de una dama en su presente de juventud, siguiendo el canon de belleza de la mujer renacentista. (“Descriptio puellae”)
- El primer terceto (vv. 8-11), donde se explicita el tópico del “carpe diem”, exhortando metafóricamente al aprovechamiento de la juventud.
• Segundo apartado: comprende el segundo terceto (vv. 12-14). Se trata de una conclusión general, también en forma metafórica. Nos habla en abstracto sobre el efecto devastador del paso del tiempo que conduce a la vejez y a la muerte. (“Tempus fugit”)
Para un análisis más detallado, estudiaremos la imbricación que existe entre el contenido y las figuras retóricas de acuerdo a los tres planos lingüísticos:
Plano fónico
Destacaremos el ritmo tonal de las estructuras oracionales: todas ellas enunciativas afirmativas, excepto en el caso de la proposición donde se formula el tema del “carpe diem” (“coged de vuestra alegre primavera…”) que adopta una modalidad exhortativa; al ser la única gana en fuerza, en importancia, y se reafirma como núcleo de la idea principal.
En cuanto a la métrica, se trata de un soneto, composición constituida por dos cuartetos (ABBA, ABBA) y dos tercetos (CDE,DCE), de rima consonante. El soneto, poema italianista, fue adaptado definitivamente a la literatura en lengua castellana por Garcilaso.
Plano morfosintáctico
La adjetivación adquiere una gran relevancia. Debido a su carácter descriptivo en los dos cuartetos domina el estilo nominal, en ellos realiza la descripción de una mujer concreta a la que el poeta se dirige, la utilización de los determinantes adjetivos posesivos (“vuestro gesto”, “vuestro mirar”) así nos lo indican. La adjetivación, muy abundante, posee connotaciones positivas: “mirar ardiente, honesto”, “clara luz”. “vuelo presto”, hermoso cuello blanco, enhiesto”; en el primer terceto los adjetivos son epítetos: “alegre primavera”, “dulce fruto”, “hermosa cumbre”, también con connotaciones positivas. La excepción dentro del primer terceto la constituye: “tiempo airado”, que anticipa la acción destructora del devenir temporal.
Con el segundo terceto la adjetivación cobra tintes negativos: “viento helado”, “edad ligera”, en referencia a los efectos del paso del tiempo en el futuro. Se da una clara oposición en el sistema de los adjetivos que refuerzan la contraposición: Presente=Juventud=Positivo/ Futuro=Vejez=Negativo. Lógico, puesto que Garcilaso está exhortando al disfrute del momento presente.
En cuanto al sistema de los tiempos verbales, observamos su adecuación a la estructura del contenido y a la intención del poeta: presente en los cuartetos descriptivos; imperativo, en el primer terceto, es decir, en la exhortación; y futuro, en el segundo terceto, para expresar los estragos del paso del tiempo.
El
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