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CUENTO DE CIENCIA FICCIÓN 24 DE ABRIL


Enviado por   •  23 de Abril de 2015  •  1.871 Palabras (8 Páginas)  •  188 Visitas

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*Primera parte

Una vez el científico Owen estaba creando en su laboratorio unos curiosos experimentos, pero de tanto trabajar decidió salir a tomar aire.

Su hijo Luis era muy curioso así que decidió entrar y mirar los experimentos de su padre, pero al darse la media vuelta tiró varios de unos de los frascos con sustancias extrañas. Su padre escuchó e inmediatamente entró. Al observar el desorden que había hecho Luis, se enojó mucho y lo regaño, a lo que Luis le decía que fue un accidente.

Luis estaba muy triste así que agarró su mochila y corrió hasta el bosque, muy pero muy lejos. Se cansó, se detuvo por un momento y se dio cuenta de que se había perdido, sin embargo no le dio mucha importancia así que siguió caminando con frío y hambre, de pronto miró una casa que estaba a veinte metros de él, así que corrió hacia ella, subió los escalones e intentó abrir la puerta, pero sus intentos fueron en vano, pues la puerta tenía candado.

De repente entre los arbustos escucho ruidos extraños y pies que se arrastraban pero… ¡Eran zombis!

-¿Zombis? Esto tiene que ser una broma- susurró Luis

Los zombis solo estaban a cinco metro de él. Pero Luis reaccionó y empezó a patear la puerta, de repente esta se abrió y una voz temblorosa sonó.

-¡Anda, entra! ¡Qué esperas!-dijo aquel extraño.

Luis sin dudarlo entro a aquella casa misteriosa con un hombre que ni si quiera conocía.

-Muchas gracias- dijo Luis

-No hay de que chico- respondió el extraño mientras cerraba la puerta.

Aquella casa estaba muy oscura así que Luis sacó una linterna de su mochila. Luis apuntó al extraño con su lámpara que al instante este se cubrió con su antebrazo.

-¡Ah! Por favor, no me aluces eh estado tanto tiempo en la oscuridad que la luz me hace daño- dijo con hilo de voz aquel extraño.

-¡Lo lamento mucho!- respondió Luis casi gritando.

-¡Ven! Hay que subir las escaleras y entrar a mi cuarto, antes de que los zombis entren- añadió el hombre.

Mientras subían escucharon como los zombis golpeaban las puertas y ventanas de la casa.

Cuando llegaron al segundo piso el extraño abrió la puerta de su cuarto y entraron. Entra las sombras de la habitación su miraban unas figuras que se movían. ¡Eran seis zombis!

-Te presento a mi familia- dijo el extraño dejándose ver por la luz de la luna que entraba por las ventanas de aquella habitación.

-¿Qué? ¿Pero cómo? ¡Tú también eres un zombi!- respondió Luis

-¡Exacto! ¡Ahora he evolucionado y hasta puedo hablar!- respondió aquel hombre o mejor dicho aquel zombi.

-Maldición- susurró Luis

De repente el científico Owen rompiendo la ventana con sus pies entró y abrazó a su hijo.

-¡Papá! Pensé que jamás te volvería a ver- dijo Luis abrazando a su papá

-Qué bonita familia – comentó el zombi aplaudiendo- Nos volvemos a ver viejo compañero- añadió

-¿Liam?- Preguntó es científico.

El zombi salió del cuarto. Dejando a los otros seis dentro con James y Luis. Los zombis estaban a punto de comérselos, pero Luis se apresuró a sacar dos cuerdas de su mochila, las cuales lanzaron hacia las ramas de un árbol y luego se lanzaron ellos mismos, sosteniéndose de ellas mientras esquivaban a todos los zombis. Cuando llegaron al árbol descansaron en las ramas en las cuales se quedaron profundamente dormidos.

2.-Al día siguiente

Cuando despertaron desataron las cuerdas y después bajaron del árbol donde habían dormido. Cuando salieron del bosque a Luis se le vinieron en mente muchas preguntas.

-Oye papá ¿Por qué no me dijiste que los zombis existían? ¿Desde cuándo existen los zombis? ¿Cómo conociste al de anoche? ¿Por qué te llamo compañero? ¿Su nombre era Liam? ¿Acaso ese hombre o zombi tiene algo que ver con la muerte de mamá?- preguntó Luis muy desesperado.

-Tranquilo hijo mío quizá ya sea hora de que te diga la verdad pero lamento decirte que hoy no podre responder a tus preguntas, creo que ya has tenido suficiente información por hoy- respondió Owen con una risa entre dientes.

¡Ahora limpia el desastre que hiciste!- dijo el científico mientras entraban a su laboratorio.

Narra Luis:

Estaba parado en medio de la nada…. Bueno en realidad estaba parado cerca de ¿El mar? Definitivamente estoy soñando ¿Cómo lo sé? Pues estoy perdido, caminado desnudo en la playa, escuchando a las gaviotas y a las olas, todo es perfecto, claro eliminado el pequeño detalle de que estoy totalmente sin ropa.

Me sumergí en el mar y empecé a nadar pero, justo cuando toqué el fondo sentí algo viscoso- ¡Un pez!- grité y saqué aquella cosa, pero…. ¡No era un pez! Era… era… ¡una mano! -¡¡Ah!!- rugí e inmediatamente solté aquella horrible cosa.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Justo cuando empezaba a disfrutarlo. Miré a mí alrededor y estaba rodeado de zombis-¡AH!- y justo en ese momento todo se volvió negro.

Me pesaban los parpados, cuando los abrí completamente me di cuenta de que estaba en mi habitación, junto con mi gata Lizi dormida en mi regazo. Le sobé la cabeza y la moví ligeramente para que no se asustara, después cambié de ropa y recuerdos de ayer vinieron a mi mente. Sacudí la cabeza en un intento de alejarlos y funcionó.

En la cocina estaba mi papá, cuando vio que estaba ahí, una sonrisa se formó en su rostro.

- Buenos días- me dijo, la verdad no tenía idea de que tenían de buenos.

- Hola- le dije. Sin decir más me senté en la silla juntó a la de él y al instante un plato con huevos puso frente a mí. Me lo comí todo aunque no tenía hambre.

Estaba ahí sentado en medio del jardín observando a las mariposas. A mí siempre me gusto la naturaleza desde pequeño me la pasaba dibujando horribles

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