Carisma Universitario

Yo me pregunto: ¿Cómo seria nuestro país, nuestra sociedad, si los niños y jóvenes adquirieran la capacidad general para el pensamiento y un juicio independiente. No solo preocuparnos por darles un oficio, sino también el crecimiento integral como personas, seres humanos y ciudadanos.

Tanto vemos hoy en día los antivalores en todas partes, en los medios de comunicación nos inundan con la aumento de corrupción, impunidad, y donde tendríamos que ver ciudadanos íntegros, honestos y honorables, que son los representantes del pueblo, solo encontramos personas oportunistas, zoqueteros y que buscan enriquecerse de la manera mas fácil.

Como decirle a nuestros jóvenes que el cambio esta en ellos, cuando nosotros mismos no pudimos hacer ese cambio.

Como realizar ese cambio radical, cuando en demasiadas oportunidades vemos que el estado es tan bondadoso con el mediocre y avaro con el inteligente.

Como hacerles entender que el camino es la formación integral de la persona, valores como: honestidad, lealtad, esfuerzo personal, crecimiento intelectual; el sendero correcto para lograr una realización plena.

Que sucedería si el niño que estoy educando en la casa y los jóvenes que me tocan educar en las aulas adquieren esa capacidad de pensar y formarse un juicio independiente e individual. Ese conocimiento acabado y adecuado de los valores morales, éticos y las buenas costumbres que tanto nos hace falta, para que esta sociedad sea más solidaria y humana.

No ser tan materialistas, y desinteresados de los acontecimientos a nuestro alrededor, que ni siquiera sabemos o conocemos que el de al lado no tiene lo suficiente para alimentar y educar a sus hijos. Que triste es ver hermanos que estan compartiendo hospedaje recluidos de su libertad. Que la madre de los mismos haya perecido por una enfermedad que pudo haberse prevenido. Entonces cual sería la solución a estas necesidades primaria e inherente para la superación del ser humano.

No es solo esperar que cada gobierno de turno tenga la varita mágica para solucionar estos problemas, es la conciencia de cada uno y la condición de humanos que tenemos todos de aportar nuestro granito de arena, con un saludo, una pequeña ayuda, en un servicio comunitario, un aporte en colaborar en la formación de ese joven necesitado.

Como podríamos los educadores hacer entender que la enseñanza debería de ser de tal naturaleza que lo que se ofrece se reciba como un don valioso y no como una penosa obligación.

Jva.

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