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“Cazador de momentos“


Enviado por   •  2 de Octubre de 2011  •  Ensayo  •  543 Palabras (3 Páginas)  •  721 Visitas

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“Cazador de momentos“

La bestia de cuatro patas se defiende como Godzilla acorralado. Una oscuridad envuelve el ambiente inicial de la vida de la humanidad. Al fondo, una montaña yace resplandeciente ante el acecho del animal. Ocho hombres, con vestiduras rodean al mamut, dirigen lanzas en contra de su cuerpo. El animal yace moribundo

El hombre de figura esbelta, de 1.68 de altura, de semblante alegre, de pelo negro y ojos cafés, estricto en cuestiones de trabajo, pero una persona grata a la hora de la amistad. Él es Miguel Ángel Romero Rojo con 40 años de vida, es videógrafo de eventos sociales, tiene cuatro hijos y está casado.

“El oficio de camarógrafo no es nada fácil, cuando empecé sabía que tenía que estar a la expectativa de los momentos significativos. Grabar videos sociales no es cualquier cosa, aunque muchos crean lo contrario.“

La oficina es amplia. Los jóvenes trabajadores se mueven de un lado otro buscando los accesorios para los eventos de hoy. Tripiés amontonados en el rincón del lugar. El amarillo predominante contraste con los muros azules. El lugar es un cementerio de máquinas de captura del tiempo. Así es el estudio videográfico.

Mientras tanto, Miguel Ángel acomoda su equipo, vigila con detalle cada pieza que se utilizará en su evento, luces blancas para ambientar las escenas importantes. Las pilas no pueden faltar. Cassettes para la captura de los momentos. “Chavos, chequen que esté todo listo“. “Así es Migue, hay que preparar todo, siempre hay que estar puntuales en el evento, eso hablará bien de ti.“

El equipo está listo. Partimos hacia una nueva festividad.

***

“Yo Epifanio, te acepto a ti María Gertrudis y prometo serte fiel, en los próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarte y respetarte todos los días de mi vida“. Miguel Ángel sostiene su cámara, está atento a la pantalla, hay silencio, expectativa. Los dos seres que se han jurado amor en el altar. El momento está capturado.

Finaliza la ceremonia, la sesión fotográfica de la familia comienza, “ahora que pasen los padrinos“, captura la imagen. Un trío de fotógrafos que denotan su inexperiencia, intentan a toda costa fotografiar a los invitados. Sin embargo, estorban al camarógrafo, el cual, con el colmillo de veinte años de experiencia, poco a poco va desplazando a los intrusos.

“Vámonos de volada, porque si no, nos van a ganar con la entrada“, tan tan tan, tan tan tan, ta ta ta tan. Suena la marcha nupcial, la salida de los novios es eminente, han superado la primera prueba, ante la iglesia grande, con el Cristo negro vigilante fondo, testigo de una unió más de dos seres, comienza a perderse entre la inmensidad del aposento.

¡Vivan los novios!, ¡beso, beso, beso! Miguel se encuentra concentrado, sigiloso se mueve de un lado a otro capturando todos los detalles. Encuentra un lugar,

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