Comentario modelo del poema Masa de César Vallejo

Comentario modelo  del poema Masa de César Vallejo  

El siguiente comentario corresponde al poema “Masa” escrito por el poeta peruano, César Vallejo. Fue publicado tras la muerte de su autor en el poemario España, aparta de mí este cáliz en 1939. En estos versos somos testigos del compromiso social de Vallejo con España durante la Guerra Civil española. En este periodo su creencia y fe está puesta en el hombre. Es el hombre quien podrá transformar su vida individual y social, pero no sólo sino en comunión con los otros hombres.

Asociamos con el título a un enorme  grupo de  individuos que se movilizan juntos por alguna razón. Esa razón nos la dan los versos del poema, es decir,  cada una de las batallas bélicas o personales que viven los hombres en su vida justifican que se muevan en masa.

El poema es muy breve, sólo cuenta con 17 versos agrupados irregularmente en dos cuartetos y tres tercetos. La métrica es irregular de arte mayor, en tanto que la rima consonante se produce en los versos finales de cada estrofa salvo en la última. Si bien en el resto del poema la rima es libre también es posible identificar una coincidencia fónica de modo asonante entre las estrofas uno, cuatro y cinco.

En “Masa” el yo lírico adopta la forma de una voz narrativa que nos permite identificar internamente tres momentos temáticos. El primer momento se desarrolla en la primera estrofa y nos describe la situación inicial. El segundo momento lo encontramos en las siguientes tres estrofas donde se narra la acción de los hombres. El último momento coincide con la última estrofa y concluye con los logros de la masa.

Siguiendo una clásica estructura narrativa, el primer momento temático nos presenta el personaje, lugar y tiempo donde se desarrollan los hechos: “Al fin de la batalla, / y muerto el combatiente” tiempo y espacio son imprecisos. Los hechos pudieron ocurrir tras cualquier guerra o batalla personal. El personaje se introduce con un oxímoron “muerto combatiente”, este hombre no deja de dar pelea aún muerto, por eso un hombre cualquiera que allí lo ve, conmovido le pide “¡No mueras, te amo tanto!, pero ya nada puede hacerse, entonces la voz poética exclamará dolorosamente “Pero el cadáver ¡ay! Siguió muriendo” Este verso se repite al final de cada una de las estrofas siguientes, menos en la última, por lo tanto, esta estructura sintáctica que es un paralelismo se constituye como el leit motiv del poema y aporta ritmo.

En las siguientes estrofas se desarrolla con gradación ascendente  el acercamiento de  más hombres  que le pedirán al muerto lo mismo, que resucite, que regrese a la vida. Primero “se le acercaron dos”, luego acudieron “veinte, cien, mil, quinientos mil” y más tarde “Le rodearon millones de individuos. Cada uno de ellos se movió por el muerto que seguía muriendo. Todos se compadecieron de él y en principio los dos dijeron “¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!”, el pedido luego se convirtió en clamor en la voz de cada uno de los quinientos mil: “¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!” y llegado el momento los millones de hombres rogaron “¡Quédate hermano!” También de modo ascendente se manifiesta el deseo de los hombres de que el combatiente reviva, les duele la pérdida, pero frente a estos ruegos individuales el cadáver siguió muriendo, ¿es él quien puede llevar a cabo esa hecho? ¿Puede voluntariamente un cadáver revivir? A los hombres les duele su partida y se niegan a que sea así, pero también le exigen al muerto que revierta dicha situación. Esto no da resultado como lo indica la presencia de la conjunción adversativa  “Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. El combatiente solo no puede combatir, vencer a la muerte, ni siquiera sabiendo que es amado.

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