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Enviado por   •  12 de Noviembre de 2013  •  4.311 Palabras (18 Páginas)  •  261 Visitas

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LAS CITAS DE TEXTO Y REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

ASUNTO DE ÉTICA Y EMPATÍA

Tito Nelson Oviedo A.

Departamento de Español

Universidad Icesi, Cali

Material para los estudiantes de los cursos de Comunicación Oral y Escrita

INTRODUCCIÓN

“Nuestras” ideas son el producto de muchas voces; la resultante de nuestra historia de interacciones. Cuando una idea acude a nuestra mente, lo más seguro es que haya surgido en alguna de nuestras experiencias comunicativas: alguna persona la insinuó o la expuso claramente; algún escrito la contenía; el cine nos la mostró en acción; o nuestros textos de estudio la plasmaron.

Aunque podemos –hasta cierto punto– ser originales en el refinamiento de las ideas y en las asociaciones que hagamos entre ellas, la originalidad total es ilusoria. De aquí se desprende la necesidad ética y jurídica de reconocer las voces que tomamos “en préstamo” para producir nuestros escritos públicos. Y, debemos recordarlo, nuestra producción escrita se hace pública en el momento en que tenemos algún lector –como el profesor o nuestros asociados laborales, por ejemplo.

Nuestra voz es el eco (más o menos cercano o directo) de las siguientes clases de voces:

1) Lugares comunes. Las ideas compartidas por los miembros de un grupo determinado. Generalmente son parte de la vida cotidiana. O del acervo básico de las ciencias naturales, sociales y formales, que circulan en las comunidades científicas y hasta en el común de las gentes cultas.

2) Voz individualizada. Las ideas puestas en circulación mediante comunicación oral o escrita por personas (como individuos o como equipo) debidamente identificadas.

Como escritores responsables, estamos obligados ética y jurídicamente a dar crédito a cada fuente de información conocida (lugar común o voz individualizada). Y, afectivamente, es conveniente que establezcamos empatía con el lector, posibilitándole ágiles lectura e identificación de tales fuentes. Debemos incorporar citas de texto y referencias bibliográficas.

Veamos cómo opera técnicamente este proceso.

CITAS DE TEXTO

Un autor –a quien llamaremos Primo– está escribiendo. Las ideas fluyen, como si fueran totalmente suyas. En el proceso, sin embargo, reconoce que otro autor o grupo de autores, –a los que denominaremos Segundo– tratan adecuadamente algún aspecto del tema o sostienen un punto de vista diferente. Decide, entonces, “invitar” a Segundo a intervenir en su texto.

Con esto, Primo pretende integrar tal idea a su propio tejido ideativo; o utilizar la autoridad académica de Segundo como respaldo para su punto de vista; o debatir la plausibilidad o debilidad del planteamiento citado; o acomodar su texto a un formato requerido para publicación; o alardear de erudito...

Primo tiene dos posibilidades: a) incorporar las palabras textuales de su invitado, en una operación similar a la de “copie y pegue”. En este caso, Primo realiza una cita directa, y debe transcribirla entre comillas. Y b) tomar la idea, verterla a su propio estilo y tono e incorporarla de manera fluida en su escrito. En este caso, efectúa una cita indirecta, y no debe utilizar comillas. [Más adelante, una vez que expliquemos la referencia bibliográfica, miraremos ejemplos concretos].

Primo puede citar varias veces –sin exceso, claro está– a Segundo (a cualquier autor). Pero no hace citas directas muy extensas. Si alguna cita excede, digamos, 250 palabras, Primo solicita a Segundo (al de carne y hueso) que lo autorice por escrito para citarlo in extenso. Si no lo hace, Primo podría verse envuelto en líos jurídicos, por usar indebidamente la propiedad intelectual de Segundo.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Cuando cita a Segundo, Primo incluye la referencia bibliográfica. Es decir, señala la obra involucrada, para que los lectores puedan consultarla, si lo desean. Primo tiene dos opciones: a) Normas de Icontec o tradición hispana (o europea); y b) Pautas generales de LSA (Linguistic Society of America) y de MLA (Modern Language Association).

Tradición hispana

La encontramos abundantemente en publicaciones colombianas y europeas. Primo o los editores incluyen directamente una cuasi-ficha bibliográfica en el texto, o hacen la llamada de “nota de pie de página” (un superíndice numérico después del nombre del autor). Veamos cómo opera esta técnica.

Ejemplo 1. Inclusión directa de cuasi-ficha bibliográfica. Tomado de Boris Salazar (2002:50):

“Las preguntas, claro, apuntan en demasiadas direcciones. Dan la impresión de no pertenecer a un orden de investigación definido. Ni siquiera se sabe de qué Estado hablan los que así hablan de un Estado ausente o del Estado fuerte por venir. Convendría cambiar el ángulo de interrogación. Preguntar, por ejemplo: ¿Y si el Estado de hoy fuera el producto inevitable de las acciones de todos los colombianos durante el último siglo? Al hacerlo, estaría preguntando desde el enfoque que propusiera Robert Nozick en Anarquía, Estado y Utopía (1974/1988 de ahora en adelante AEU). Nozick llamó «explicaciones de mano invisible » (AEU, 31) al enfoque que pretendía el surgimiento del Estado (sin importar su tipo) como el resultado de un proceso no planeado, un proceso cuyo «diseño completo» no ha estado en la mente de nadie.”

Con esta técnica, el lector puede pasar su mirada rápidamente sobre esta información, sin corte del seguimiento del discurso. Establece empatía con el lector, aunque recarga su memoria con convenciones adicionales, como AEU en el ejemplo anterior. Claro que si Primo no cita más autores y obras, la complejidad es mínima. Pero si cita más autores y obras, debe emplear la llamada de nota de pie de página (la preferida en la tradición hispana).

Ejemplo 2. Con llamadas de nota de pie de página. Tomado de Boris Salazar (2002:67):

“En la persecución de los fines individuales se realizan fines universales, de manera indirecta e inconsciente ⁵. Sin duda en este punto Hegel comparte la perspectiva de Smith, pues afirma la existencia de mecanismos redistribuidores de riqueza, que actúan con independencia de una relación consciente entre la voluntad y el universal que se alcanza. El distanciamiento entre ambos opera en cuanto al establecimiento de controles a la actividad particular, en el marco de la sociedad civil. Para Hegel el egoísmo extremo propio de dicha esfera impone la necesidad de una fuerza exterior encargada de dirigir las actividades productivas, para asegurar a las personas

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