Recomendaciones Para Citar En Un Ensayo

FASE FINAL

Revisión y redacción definitiva

Muchos errores cometidos en la redacción se pueden corregir si el redactor releyera su escrito con detenimiento y sana autocrítica. Desgraciadamente, solemos escribir con prisa y desgano y no dedicamos tiempo y esfuerzo a la revisión final.

La labor de corrección supone el respeto y el conocimiento de las normas del lenguaje escrito. Por lo cual aquí se presentan algunas sugerencias prácticas para organizar la revisión de tu ensayo, la cual podría quedar dividida en tres partes básicas: contenido, lenguaje y aspecto externo.

1. Contenido:

Realiza una o varias lecturas a fin de que analices tus ideas y su exposición, examina cuidadosamente el plan, el método utilizado, el manejo de la introducción, el desarrollo y la conclusión. Tal vez encuentres algunos conceptos que necesiten ser ampliados y otros por el contrario, resumirse. Posiblemente, el paso de una idea a otra sea muy brusco y necesite un apoyo o transición, quizás la conclusión exija una redondeada. En fin, puede haber muchos otros detalles que corregir.

2. Lenguaje:

A continuación debes examinar el lenguaje de tu ensayo. Relee todo, fijando la atención en la ortografía y la puntuación. Para corregir los errores –acentos o signos, letras dudosas, etc.- probablemente tendrás que recurrir a un diccionario o un texto de gramática.

En una siguiente relectura profundiza en aspectos gramaticales, morfológicos y sintácticos. Por ejemplo, revisa el orden de las palabras en las oraciones, los nexos que las unen, las concordancias del sujeto y predicado y de la correlación de tiempos verbales. Finalmente, atiende al vocablo empleado. Si relees con cuidado, saltarán a la vista las repeticiones de palabras, las muletillas, la monotonía de ciertas expresiones, el abuso de vocablos pobres.

Otro aspecto que debes revisar es la segmentación de párrafos. A simple vista, un trabajo escrito sin separaciones se muestra poco atractivo y confuso, porque el aspecto visual no es gratuito sino que debe corresponder a las ideas expresadas. Así pues, no es correcto que escribas en bloque, ni tampoco que segmentes arbitrariamente. Hay que saber cuando terminar un párrafo y cuándo empezar el siguiente. No se trata de número de renglones –puede haber párrafos muy breves y otros muy largos-, sino de una correcta estructuración.

3. Aspecto externo

Finalmente, una vez revisadas las ideas y corregido el lenguaje, debes examinar la presentación externa de tu ensayo.

El aspecto visual que ofrece un escrito posee gran importancia en tanto que capta mejor la atención y predispone favorablemente a facilitar la lectura. Por ello, es indispensable cuidar la limpieza, la distribución adecuada –márgenes, espacios, sangrías, etc.-, la letra si es manuscrito o los diversos recursos gráficos, si se trata de un trabajo mecanografiado.

Conviene que observes también las divisiones externas con sus respectivos señalamientos (letras mayúsculas y minúsculas, números romanos y arábigos, etc.): capítulos, apartados, incisos. Todos estos detalles contribuyen a enfatizar el orden interno, ya que debe existir concordancia entre la presentación y el contenido.

En realidad, con todas estas correcciones y anotaciones realizadas en las dos primeras partes de la revisión –contenido y lenguaje- tienes ahora un borrador. Una vez pasado en limpio, estarás ya ante tu redacción definitiva.

CITAS BILIOGRÁFICAS Y NOTAS

Existen diferentes formas de presentar referencias y bibliografía en los trabajos de investigación.

Las notas al pie de página pueden presentarse en la parte inferior de cada página donde aparecen, o bien al final del escrito antes de la bibliografía.

Las citas bibliográficas pueden presentarse al final de cada capítulo o al final del trabajo después de los anexos. Las referencias se presentan con espacios sencillos, pero con espacios dobles entre cada una.

A continuación se dan algunos ejemplos de cómo citar textos referidos en un escrito, manuscrito o ensayo:

1. Artículos en revistas académicas:

Simón Saldívar, A. (1993). Hacia una explicación del fenómeno luz-4 en el aprendizaje de los niños en la escuela secundaria. Revista Mexicana de Psicología Educativa Moderna. 48, 225-258

Simón Saldívar, A., González Saldaña, R., & Regis Labrador, J. (1993). Hacia una explicación del fenómeno luz-4 en el aprendizaje de niños en la zona metropolitana de Monterrey. Revista Mexicana de Psicología Educativa Moderna, 49, 228-238.

Simón Saldívar, A., Silos, A., Rodríguez Salas, J.J. (1993). Rivalidades generadas por el fenómeno luz-4 en la escuela secundaria federal No. 45 Jaime Torres Bidet. Revista Mexicana de Psicología Educativa Moderna, 47, 215-228.

2. Artículos en revistas académicas con autor y sin autor

Luciano, R. (1987, noviembre 22). Para entender la escuela primaria. Tiempo Científico,

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