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Como Elaborar Un Texto Argumentativo


Enviado por   •  1 de Diciembre de 2012  •  1.795 Palabras (8 Páginas)  •  1.063 Visitas

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COMO ELABORAR UN TEXTO ARGUMENTATIVO

La filosofía lleva a cabo su tarea crítica dirigiéndose a todos los saberes y prácticas que encuadran su inscripción histórica y cultural. La crítica filosófica reviste así un carácter universal y radical, pero también procede metódica y sistemáticamente, valiéndose de un conjunto de disposiciones y recursos conceptuales que le dan identidad y especificidad”.(1)

La principal tarea de la Lógica es la de averiguar cómo la verdad de una determinada proposición está conectada con la verdad de otra. En lógica habitualmente se trabaja con grupos de proposiciones relacionadas. Las proposiciones son expresiones declarativas del lenguaje informativo de las que se tiene sentido manifestar verdad o falsedad.

El argumento es el contenido que se emplea para demostrar aquello que se afirma o niega de algo. Es un conjunto de varias proposiciones ligadas con vínculos de subordinación, y tal vez de coordinación, que una de ellas se suponga inferida de las otras que se suponen como garantía de aceptabilidad. El objetivo del argumento es probar una conclusión discutible.

Cicerón definía la argumentación como “el discurso mediante el cual se aducen pruebas para dar crédito, autoridad y fundamento a nuestra proposición”.

Un argumento es una forma de inferencia especial. Copi nos dice que: “A cada inferencia posible corresponde un argumento (...) Un argumento puede inferirse como un grupo cualquiera de proposiciones o enunciados de los cuales se afirma que hay uno que se sigue de los demás considerando a estos como fundamento de la verdad de aquel”.(2)

¿En qué se distingue un argumento de un razonamien¬to? Con frecuencia aparecen como sinónimos, pero no todos los razonamientos son argumentos. Se diferencian por su ámbito de influencia. Se razona para si mismo; se argumen¬ta para los demás. Razonamos antes de argumentar y nuestro argumento trata de expresar lo mejor del razonamiento.

Un argumento, pues, es la manifestación externa de un razonamiento, su proyección social, una herramien¬ta de persuasión. Ar¬gumentamos para que las ideas puedan ser compartidas. Se justifica la conclusión en términos comprensibles y persuasivos para los demás. De un razonamiento a un argumento media la misma distancia que va de un pensamiento a su expresión oral. Aunque con frecuencia se emplean como sinónimos, como se ve, son cosas distintas. Un argumento es una serie de declaraciones que individualmente o en conjunto dan pruebas de otra manifestación.

La argumentación y la comunicación están estrechamente relacionadas: se comunica para informar algo y esta exposición se puede argumentar para convencer y persuadir de alguna propuesta. Ambas se pueden presentar de forma independiente.

Los modos de exponer una argumentación puede ser: a) deductiva o analítica: de lo general a lo concreto. La tesis se expone al comienzo y, a continuación, se ofrecen los argumentos de apoyo; b) inductiva o sintética: Se comienza por los datos y argumentos y se coloca la tesis o conclusión al final; es decir, de una serie de consideraciones se extrae una idea final; c) paralela: pretende manifestar de forma encadenada ideas indiscutibles (verdaderas o falsas), que no están subordinadas unas a otras por su contenido, no demuestra hipótesis ni saca conclusiones; un ejemplo de este modo se presenta de la siguiente manera, “los jóvenes buscan respuestas en la filosofía, pero ocurre que cada respuesta suscita nuevas preguntas. Al que esto le sucede, será un estudioso de la filosofía durante toda su vida”.

El término argumentación, muy usado en los últimos tiempo se refiere a la acción en la cual se emplea un argumento. El Profesor Stephen Toulmin señala que es “La actividad total de plantear pretensiones, ponerlas en cuestión, respaldarlas produciendo razones, criticando esas razones, refutando esas críticas, etc. … La secuencia de pretensiones y razones encadenadas que, entre ellas, establecen el contenido y la fuerza de la proposición a favor de la que argumenta un determinado hablante; …interacciones humanas a través de las cuales se formulan, debaten y/o se da vuelta a tales tramos de razonamiento”.(3)

La argumentación y la exposición están estrechamente relacionadas: se expone para informar y esta exposición se puede argumentar para convencer y persuadir de alguna propuesta. Ambas se pueden presentar de forma independiente.

La capacidad de argumentar es un rasgo definitorio del ser humano que se desarrolla lingüísticamente. Desde sus orígenes, la filosofía se ha ocupado de ello, estudiando los distintos tipos de discurso de los que se sirve la literatura, la política o la ciencia, pero tratando de crear, a su vez, un lenguaje formalizado que despeje al razonamiento de las ambigüedades e imprecisiones a las que con frecuencia lo sujeta la retórica del lenguaje natural. Este camino es el de la lógica, averiguar como se relaciona la estructura del pensamiento con la “realidad”.

Cuando se habla de argumentos se pueden considerar: 1) pruebas dialécticas en las que se intenta refutar a un adversario o convencerlo de la verdad de la opinión mantenida por el argumentador. 2) como razonamiento encaminado ante todo al convencimiento o la persuasión.

Es importante aprender a distinguir a los argumentos de meros grupos de proposiciones que no cumplen con los requisitos necesarios para hablar de argumentos. Éstos consisten en grupos de proposiciones en los que hay algunas que actúan como premisas que, en virtud de la inferencia lógica, justifican otra proposición que llamamos conclusión.

Para decidir si se está ante un argumento o no, simplemente se apelará al sentido común y a un análisis del texto sobre el que hay que decidir, centrándose en los siguientes aspectos:

1. El texto, ¿tiene una conclusión?. Si es así,

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