Corrupcion

1

CORRUPCIÓN

Bajo el signo de la corrupción:

Viene dándose en la sociedad un fenómeno que suele denominarse “epidemia de corrupción”. Entendiéndoselo en dos sentidos, por un lado, un fenómeno en auge, y por otro la necesidad de enfrentarlo.

La corrupción es una palabra ambigua, dado a que puede adjudicársele múltiples significados.

De acuerdo a la definición consiste en privilegiar el interés propio sobre el ajeno que está obligado.

La corrupción es posible cuando el dinero ocupa una posición privilegiada en la escala de valores de una comunidad.

Ninguna sociedad es esencialmente corrupta. La corrupción es un dato cultural cambiante, que puede aparecer y desarrollarse, combatirse y controlarse. La sociedad es un tejido de expectativas recíprocas, cada conducta individual da por supuestas ciertas pautas concordantes de los demás, por ello es que los actos de corrupción tienden a multiplicarse. La corrupción es endémica: se expande sin controles.

Es lógico desde el momento en que un acto de corrupción no `puede realizarse individualmente, sino de a dos. Uno que ofrece el soborno y otro que lo recibe. Lo cual implica una estructura mínima de un cómplice. La corrupción se torna contagiosa, e instala en la sociedad un manto de desconfianza que la alimenta. Es una enfermedad que se encuentra en las organizaciones de todas las épocas y lugares.

La corrupción y las prácticas corruptas se tratan delicadamente, y por momentos se evita su difusión.

La corrupción es tan antigua como el gobierno; dado a que no hay sociedad alguna ajena de ella. La corrupción es una práctica social que implica transacción entre quien corrompe y quien se deja corromper.

La reflexión sobre la cultura de la corrupción responde a su institucionalización en la sociedad. Cuando la corrupción está en los pequeños actos de trasgresión de la vida diaria que la sociedad admite o tolera como normales.

El fenómeno se extiende con desenfreno a la vida cotidiana de toda la comunidad. O sea, se estandariza, y tal estandarización de la corrupción se entiende en la cotidianeidad de la misma, siendo éste el fenómeno a enfrentar.

Vinculada al Poder, la corrupción no es solo política sino que existe y se manifiesta en toda relación social.

El lenguaje popular es abundante e ilustrativo, sobre todo a través de una serie de palabras que califican las diversas formas del fenómeno.

La corrupción se ha transformado en una tradición sólidamente implantada en las prácticas culturales de algunas naciones. Incluye cuestiones de grado, desde la propina hasta la extorsión.

2

Definición

La definición debe ser constituida a partir de la observación de ejemplos específicos.

El término proviene del latín “corruptus” que invoca una gama de imágenes del mal, de algo que destruye lo sano. Técnicamente encuadra en una conducta que desvía los deberes formales o viola las reglas. Significa alterar, viciar, trastocar las formas; implica actos o conductas reprobables, y puede darse por acción o por omisión.

La corrupción no es un fenómeno nuevo, lo novedoso es el debate sobre ella. Machiavello reseñaba como una forma de acción y de gobierno.

No es una enfermedad exclusiva de la vida pública, sino que también irrumpe en la particular. Pero el mayor problema estriba en que la corrupción no es vista en términos de moralidad ni de ética sino únicamente de legalidad. En la mediada de que ésta última no es afectada directamente se le presta poca atención e interés. No obstante, la corrupción es en el fondo un problema ético.

La corrupción es el predominio del interés privado sobre el interés público. También puede tener su origen en la desviación de poder y el conflicto de intereses. Es posible cuando el dinero ocupa una posición encumbrada en los valores de la sociedad. Es la irrupción del interés privado en el recinto del interés público. La corrupción actúa como una expropiación a la inversa, la apropiación privada de un bien público; se privatiza un interés público en dirección de un interés privado. Se invierten los roles: lo privado opera en la esfera pública y lo público opera bajo la influencia del lucro privado.

Hay quienes utilizan como criterios para definir la corrupción la medida en que una meta depende de que se tengan o cultiven los amigos adecuados; la medida en que los funcionarios públicos utilizan sus cargos para enriquecerse, la vulnerabilidad del ciudadano promedio a participar de la corrupción, por la concesión de empleos, contratos o licitaciones sobre la base de parentesco, vinculaciones, dinero u otros factores que no sean los mejores méritos, por la generalización de contribuciones de carácter reservado o confidencial por parte de sujetos o empresas privadas a los partidos políticos o grupos de presión como una forma de comprar favores, retribuciones sectoriales o clientelísticas.

Corrupción y Política

Weber destacaba que existen políticos que viven “para” o “de” la política. Estos últimos por su ambición, la asumen como instrumental al servicio de su enriquecimiento; y esto es indudablemente una forma más de corrupción.

No hay democracia sin política y de ella depende el prestigio del Estado. No es posible derrotar en forma absoluta a la corrupción, pero se puede aspirar a controlarla o reducirla significativamente.

La experiencia demuestra que el Estado cuanto más intervensionista y más reglamenta su legislación, aumenta en la misma proporción las posibilidades de corrupción.

Tampoco puede dejar de hacerse referencia a la corrupción y los medios de comunicación.

3

El control ético de los medios de comunicación, en su independencia es uno de los pilares del sistema institucional democrático. En la capacidad de denunciar con vigor y seriedad las situaciones de corrupción por parte de la prensa se tiene un eficaz mecanismo de control de ésta.

Las investigaciones de prensa son fundamentales para la ventilación democrática de la vida pública.

Negación de la Corrupción

El análisis dela corrupción se describe en cuatro etapas; la primera es la negación, la segunda es la de registrar la existencia del problema y discutir los cursos de acción para resolverlo; la tercera es la puesta en práctica de los mecanismos para atacarlo, y en cuarto lugar el mantenimiento.

Uruguay se ubica en la etapa de la negación. Registrar la existencia del fenómeno no es un tema menor. Se tiende a pensar que si bien la corrupción existe es un fenómeno ajeno, que no afecta , que es lejano. Por lo tanto, es que la conciencia del problema es importante. Así es que en una primera etapa se requiere quebrar

...