Cosmopolitismo

COSMOPOLITISMO

Cosmopolita significa ciudadano del mundo pues procede del griego "kosmos" que significa mundo o universo, y "politis" que significa ciudadano. Él cosmopolitismo fue un movimiento más que todo literario, donde su precaución era la caracterización de los textos que escribían, generalmente de cosas malas.

Movimiento literario del siglo XX, desarrollado principalmente en Hispanoamérica, su influencia fue de distintas corrientes literarias del mundo, así como por su preocupación en estética, psicología y filosofía de sus textos. Se caracterizó por la particularidad de sus tres derivados: Intelectual y Fantástica, Existencial y Urbana y Realismo Mágico:

*Intelectual y Fantástica: que consiste en una literatura fantástica que se introduce en el plano real, provocando angustia, terror y desconcierto. Principal representante: Julio Cortázar

*Existencia y Urbana: consiste en presentar una situación angustiosa de hombre, en donde este es inservible e inútil ante el mundo y está a punto de destruirse. El hombre nada más existe, no existe valores. Principal representante: Eduardo Mellea

*Realismo Mágico: es una fusión de los dos anteriores, no se introduce en lo fantástico, pero presenta un mundo cotidiano, pero con una mezcla de lo insólito traumado o inquietado, esto produce en el lector un sentido de asombro e inestabilidad. Autores del Realismo Mágico son: Juan José Arreola "Confabulario" y Juan Rulfo "Pedro Paramo". El máximo representante de esta característica es Gabriel García Márquez con su obra “cien años de soledad”

Algunos de los representantes del cosmopolitismo son: Leopoldo Lugones, Juan José Arreola y Julio Cortázar pero el máximo representante es Jorge Luis Borges.

El cosmopolitismo influencio mucho en los escritores colombianos, ya que la mayoría tenían como propósito llegar a Europa, donde se encontraría el éxito. Los escritores colombianos traban de imitar de alguna manera la literatura de los escritores europeos. El cosmopolitismo tiene unas características muy buenas, las cuales son “Conocimiento profundo de las literaturas de todos los países, diversas influencias de distintas literaturas en la cultura y en el estilo del escritor, Apasionamiento por temas literarios universales.”

En el libro “La ética en un mundo de extraños”, Kwame A. Appiah propone recuperar el concepto filosófico de hombre como "ciudadano del mundo", aquel que no se identifica sólo con su patria ni considera al resto de los humanos como "extranjeros": un ideal cosmopolita que se remonta a la antigüedad clásica y que subyace en algunos de los principales logros morales del Iluminismo, como la Declaración de los derechos del hombre o la propuesta kantiana de una "liga de Naciones".

Appiah sostiene que "el cosmopolitismo no debería ser

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